Capítulo trece.

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Más tarde, estoy entrando al taller de teatro. Los chicos me ven, y para mi sorpresa, me sonríen al ver mi atuendo.

El ambiente ya no se siente tan hostil y me entero que haremos una obra la cual presentaremos después a la escuela. Es un musical.

Haremos audiciones de canto y baile para ver los papeles de cada uno. La obra trata de un chico ángel que vive por mucho tiempo con la misión salvar personas de un destino cruel pero que se cansa de hacerlo.

La trama suena extraña pero los libretos están bien armados.

Quiero audicionar en el papel de una chica que le ordena asesinar a un pequeño niño, quizás me vaya bien.

Nos entregan los libretos y me anoto mentalmente que debo ensayarlo.

Llego a casa y el señor Brown está ahí, charlando con mi padre. Busco a Oliver con la mirada y no lo encuentro. Sólo está su padre. Me siento un poco decepcionada. ¿Qué me pasa?

Los saludo y entro a mi habitación.

Comienzo a estudiar para Economía, me irá pésimo en la evaluación si no lo hago.

Unas horas después, siento unos golpes en la puerta.

-Adelante.

Ésta se abre y entra un chico de cabello castaño y ojos verde claro. Oliver.

-Sólo paso por aquí porque necesito usar tu computadora un momento. -dice.

Levanto una ceja. -Hay una en la sala de estar.

-Esa la está usando Luke. ¿Puedo?

Asiento, se la señalo.

Está yendo hacia mi laptop cuando algo llama su atención.

-¿Desde cuándo tienes una guitarra? -pregunta.

-Desde la semana pasada.

-¿Estás aprendiendo?

-La toco. -contesto.

-¿En serio? ¿Puedo escuchar?

-No.

Parece molesto.

-Por un momento creí que de verdad querías ser una mejor persona, pero no, eres la misma cretina de siempre. -dice.

Quizás lo traté mal, es que ya me cansé de sentirme como si estuviera en deuda por acciones que ni siquiera son mías.

-Oye, lo siento, es sólo que estoy estresada por Economía. -aclaro.

-Está bien. -se sienta en la computadora y comienza a usarla.

Después de un rato, termino de estudiar y me entra curiosidad. ¿Qué estará haciendo?

Sonrío al ver que está jugando un videojuego que reconozco como "Agua y fuego".

-¿No estás muy grande para jueguitos?

Pega un salto y me mira. -Cállate.

Está tratando de pasar un nivel que ya sé cómo es y lo está haciendo mal.

-Lo estás haciendo mal.

Rueda los ojos y sigue intentando.

Le quito la laptop y lo hago yo.

-¡Oye! -se queja. La ignoro y paso el nivel.

-Así se hacía. -se la devuelvo. Él mira para un costado y cruza sus brazos.

-¿Por qué te enojas? Te hice un favor. -le digo.

-No quería que lo hagas por mí, de esa forma no aprendo a hacerlo.

Reinicio el nivel anterior y le muestro cómo es.

Pasamos un rato jugándolo y riendo como niños hasta que es la hora de la cena.

Después de que se han ido, cuando estoy acostada antes de quedarme dormida, un pensamiento ronda por mi cabeza.

Me gusta Oliver.

Un chico de otra dimensión.

Que nunca me podría ver de esa forma gracias a que herí a su mejor amigo.

Genial.

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Estoy en mi habitación ahora.

No volveré a usar vestido para ir a la escuela, simplemente porque no quiero causar tanto alboroto.

Si ser como soy es tan difícil en esta realidad, quizás hoy podría actuar como la Amelia cretina que todos conocen.

O, al menos, como creo lo haría un hombre.

No lo sé, parece complicado.

Busco a Luke y le pido que me cuente cosas acerca de Amelia, la que él conoce.

Pone un dedo en su barbilla y hace una expresión como si estuviera pensando.

-¿Por dónde empezar? Ella ama el fútbol. Odia estudiar. Está esperando conseguir una beca mediante el deporte para ir a la universidad. Nunca la entendí en el sentido de mantener su popularidad, cambió radicalmente cuando entró a la preparatoria porque no era así, era una hermana cariñosa y estaba presente.

Agradezco que hable en tercera persona y no se refiera a ella como yo.

-Cuando empezó todo esto del status y no sé qué cosa, ella lo mantenía pero tampoco le daba tanta importancia como se la daba Tyler. Creo que sólo le gustaban las fiestas, el alcohol, y los partidos. Como si disfrutara de su adolescencia. -continuó- nosotros nos peleamos cuando me enteré lo de Chris. Supe que se había pasado, se lo dije y ella actuó como si no le importara. Yo creo que sí lo hacía, pero era muy orgullosa para aceptarlo. Ahí fue cuando nuestra relación comenzó a decaer. Y ella hacía las cosas cada vez peor, como golpear personas en la cafetería. Yo estaba esperando que madure hasta que llegaste tú. -hay un silencio. -y ahora no sé qué pensar.

Agradezco las cosas que me dice. Ahora por lo menos entiendo un poco más a la persona que le pertenecía este cuerpo.

Mundo... ¿Al revés?✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora