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"Pero sé que en mi corazón, no eres una estrella constante.

Y sí, te he dejado usarme desde el día en que nos conocimos por primera vez.
Pero no he terminado todavía de enamorarme de ti.

(...)

Sé que tu amor no es real.
No es así como se siente.
No es así como lo sientes."

Fool's Gold -1D

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—Neal.

Se aferró fuerte a su madre, llorando con angustia, sintiéndose tan débil, tan patético. Heather sabía que si su hijo sufría de ese modo, en gran parte era por su culpa, por haberlo aislado de todos.

Por miedo a que pudieran dañarlo, que no pudieran entenderlo por ser diferente, lo había hecho inseguro de cierto modo.

—Si esa mujer no puede ver lo que tú eres, lo que ella significa para ti, y no aprecia lo que tú sientes por ella, déjala, Neal. Esto no te hace bien, y a mí tampoco. No puedo verte llorar de este modo y no hacer nada.

—No es tan fácil, porque la quiero. Y sé que soy estúpido por permitir que me use, pero la quiero, y no puedo cambiar eso.

—Ay chiquito —murmuró frotándole la espalda.

—Haz algo, mamá. Cambia mis emociones, hazme una de esas modificaciones que cambie lo que siento, que lo borre, lo anule, no lo sé. Haz algo por favor.

Heather lo tomó del rostro y observó sus hermosos ojos azules tristes, acariciándole las mejillas.

—Pude crear el ser más perfecto de todos, con todas las modificaciones necesarias para que nadie jamás pudiera dañarte, pero no tu corazón, hijo. Jamás tocaría tus emociones, porque te perdería por completo, perderías tu esencia, quién eres.

Neal la miró, llorando en silencio y negó con la cabeza.

—Siempre te amaré a ti, pero quita esto de mí.

—No ¿Pero sabes qué harás? Volverás a vivir conmigo —le dijo en un tono bajo, acariciándole el cabello—. Un tiempo, hasta que te sientas mejor.

—Tú también me ves como un niño.

—Siempre serás mi niño, Neal, soy tu madre.

Volvió a abrazar a su madre, y apoyó su cabeza sobre el hombre de ella. Era el único lugar donde se sentía seguro, protegido, con su mamá.

***

"—Creí que te ibas a quedar unos días con nosotros.

—Sí, pero quiero volver a casa... No me siento cómoda aquí. Pueden venir ustedes también.

—No, Martu. Hasta que tu padre no sea libre, no volveremos a ese lugar."

—Muchas gracias —le dijo al taxista antes de bajar con su maleta, y dirigirse a su casa.

En verdad esperaba que Neal estuviera en la casa, porque necesitaba hablar con él. Sí, su idea era dañarlo, pero no cagarla tan pronto.

Ni siquiera había podido ver a Adam aún.

Entró a su hogar y encendió las luces, dejando la maleta detrás de la puerta.

Mío por derechoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora