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La besó varias veces, sin querer separarse de ella, abrazándola fuerte.

—Neal, me tengo que ir.

—Es que te voy a extrañar mucho —le dijo en un tono bajo, lastimero.

—Sólo serán unos días.

—¿Y si decides no volver?

—No pasará eso.

—No quiero dormir solo, me harás mucha falta, te voy a extrañar tanto, que no podré hacer nada más, sólo pensar ti.

Martina rodó los ojos, y miró hacia arriba, abrazándolo también. ¿Qué tan dramático podía ser? Sólo se iba unos cinco malditos días, ni que se fuera semanas, o meses.

—Nos mantendremos comunicados, te llamaré por teléfono.

Se separó un poco de ella, y la miró a los ojos, afligido.

—Te estaré esperando, disfruta tus días con tu familia, y regresa pronto conmigo.

—Sí, Neal.

Volvió a tomarla para besarla, diciéndole que la quería.

¡Era la despedida más larga que había tenido! Lo tomó de los hombros y lo separó de ella.

—Diviértete, nos vemos en unos días —le dijo escabulléndose rápidamente de él, maldiciendo su suerte.

Pesado y cargoso como él, no había otro.

***

Qué bien se sentía poder dormir sola en la cama, estirada, sin que nadie la estuviera apretujando. Qué lindo era volver a ver a su mamá, a su hermano, poder abrazarlos, hablar con ellos, comer juntos, estar con ellos.

Los había extrañado tanto, y extrañaba tanto a su papá también. Adam debía estar devastado, él sí que estaba solo.

Tomó una larga y caliente ducha, que duró como una hora y media, y al salir en pijama y tomar su celular, vio que tenía decenas de llamadas de Neal.

Se pasó una mano por el rostro, y lo llamó, acostándose en la cama.

"—Tina, hace como tres horas que estoy intentando comunicarme contigo, estaba preocupado ¿Estás bien?"

—Sí, Neal, si no te atiendo, es porque estoy ocupada.

"—Sabes que me preocupo, no te costaba nada enviarme un mensaje. No estás trabajando tampoco."

—Pero estoy con mi familia, que hace tiempo no veo ¿Puedes entender eso?

"—Lo siento, tienes razón, es que me preocupé. ¿Cómo la estás pasando? ¿Cómo están tu mamá y hermano?"

—Bien, están bien, dentro de lo que se puede.

"—¿Y ya sabes cuándo regresas?"

La castaña rodó los ojos con fastidio, y alejó el celular de ella, dejándolo sobre la mesa de noche.

—No, no sé todavía. A fin de mes es el cumpleaños de mi primo, quizás me quedé aquí.

"—¿Qué? ¿C-Cómo qué un mes? No, es mucho tiempo, Tina."

Sonrió divertida, aguantándose la risa.

"—Puedes volver luego para fin de mes si quieres, pero regresa a casa, conmigo."

—No lo sé aún, Neal. No me presiones.

"—Yo también te extraño y te necesito conmigo."

—Bueno, no eres un bebé y yo tu madre, no exageres tampoco. A veces siento que lidio con un niño inseguro, que no puede estar solo un par de horas sin mí.

Neal se quedó en silencio, y Martina cerró los ojos, sabiendo que había hablando de más.

—Neal, no quise decir eso, es sólo que tú-

"—Eres la única persona que tengo, además de mi madre, y parece que tú no puedes entender lo que significas para mí aún. O tal vez, es por el simple hecho de que no sientes lo mismo."

—Sí, sí te entiendo, cariño, pero-

"—Descansa, Martina."

El castaño le cortó la llamada, y Martina se sentó en la cama, preocupada. La había cagado, era la primera vez que él se enojaba con ella.

***

"La miró a los ojos, estando sobre ella, dentro aún de ella, y sonrió. Le encantaba verla de ese modo, saber que la podía hacer feliz, aunque sea sólo un poco.

Martina abrió los ojos, y se encontró con la mirada azul de él. Aún se sentía en las nubes, luego del último orgasmo. Sonrió con cansancio, intentando recuperar el aliento, y le acarició suavemente el pecho.

—Te amo, mucho —sonrió con calidez.

Ella lo miró a los ojos, sorprendida, sin esperarse aquello, y él aprovechó su sorpresa para bajar a sus labios, y besarla."

Se movió en la cama, y se giró, tanteando con su mano el lado junto a ella, encontrándolo vacío. Volvió a girarse y abrazó la almohada, con su mente adormilada que le decía que Neal ya se había ido al trabajo, por eso ahora la cama estaba para ella sola.

Y entonces lo recordó, ella no estaba en su casa.

Abrió los ojos y miró la mesa de noche, dónde estaba su celular. Lo tomó, y extrañada se encontró con que no había ningún mensaje, ni llamada, ni nada de él.

Miró la hora, y luego marcó su número, logrando comunicarse en el segundo tono.

"—Hola."

—Neal, buen día.

"—Buen día."

—¿Estás bien? Lamento mucho lo de anoche, en serio no quería que sonara así de mal. Me exasperé, y dije estupideces.

"—Está bien."

—Soñé contigo, creo que yo también te extraño mucho. E inconcientemente, creí que estaba en casa —sonrió.

"—No necesitas fingir que te importo."

—P-Pero no estoy fingiendo, es verdad, soñé contigo.

"—Estoy ocupado ahora, estoy en la oficina."

—Lo sé, pero siempre dices que te llame cuando quiera hablar contigo.

"—Y jamás lo haces."

—N-No porque-

"—Porque te cansa estar conmigo, te cansas de que yo sea tan dependiente de ti. Te cansa que viva buscando la forma de que sientas lo mismo por mí. Ya estás cansada de tener que fingir que me quieres, que te gusto, que te importo —le dijo en un tono quebrado—. Quédate todo el tiempo que quieras con tu mamá, no importa."

—N-Neal, no...

Cortó la llamada, antes de que lo escuchara llorar, porque se sentía abrumado con sus sentimientos, con todo lo que estaba pasando. Al final ella tenía razón, tenía que lidiar con un "niño" inseguro.

Un hombre maduro no actuaría de ese modo, ni haría tanto espamento porque su pareja se fuera unos días a visitar a su madre.

No, no quería seguir sintiendo lo mismo, ni depender de ella para no sentirse solo. No quería extrañarla de ese modo tan necesitado, ni que ella por eso siguiera aprovechándose de él.

...

Me pidieron uno más y aquí está, el último por hoy ❤️😢😭

Mío por derechoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora