Capítulo 7

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TENTATION 2

Cap: 7

París. Madrugada. El cuarto que han rentado Facundo, Segundo y Esteban queda totalmente alejado de la ciudad misma.

Facundo soltó otra carcajada más. A su lado, Segundo fumaba un Derby sonriendo a la misma vez que dejaba salir humo de entre su boca. Esteban quiso abrazar a María por la cintura, soltando una risita tonta de la misma forma al escuchar a sus amigos reírse de ella. La situación se le hacía muy graciosa y con mucha inocencia trató de abrazarla, pero ella, se acomodó en el sofá de tal manera que él no podía alcanzarla con los brazos. Estaba totalmente enojada.

F: ¿Y qué hacías? (Facundo levantó los hombros) ¿Tejías?

M: Cállate (volvió a decir María) todo esto es por tu culpa... (golpeó el abdomen de Esteban con las manos. Este no pudo evitar reír con más fuerza al sentir el fuerte contacto de las manos de ella)

E: Pero ellos me pidieron, nena... (susurró tratando de aliviar su enojo. María se dedicó a ignorarlo)

Seg: ¿Desde cuándo en Tentation aceptan chicas? (logró preguntas Segundo, después de haberse reído lo sufuciente)

M: Desde que se dieron cuenta que somos mejores que los chicos.

Los tres rieron.

M: ¿Qué? (María levantó los hombros y miró directamente a Esteban, que dejó de reír al sentir los ojos verdes de ella sobre él)

F: A lo mejor y te dieron otro uso... (Facundo guiñó un ojo. Esteban se puso alerta ante su comentario.) ¿Para qué querrían una chica en Tentation si no es para...

E: No seas imbécil Facu (Esteban se aclaró la garganta después de pronunciar aquellas últimas palabras. Se acomodó en el sofá e intentó alcanzar a su novia con las manos)

Seg: ¿Y qué sabes hacer Fernandez? (inquirió Segundo, aún curioso)

M: mejores cosas... (presumió y cruzó las piernas, inclinándose para quitarle un cigarro a Facundo de entre su bolsillo interior de su chaqueta de cuero. Hasta el mismo Segundo se sorprendió, pero no quiso darlo a notar, sería como darle la victoria. Y ni siquiera mencionar a los demás, que observaban atentos como María encendía el cigarrillo y lo colocaba en sus labios sin ninguna dificultad) que los tres juntos (dejó salir humo con rapidez y aspiró un poco más)

Seg: No te creas Fernandez, solo estuviste dos semanas ahí. ¿Sabes cuánto tiempo estuve yo? (le retó Segundo) cinco años ( le sonrió, María abrió los ojos y sonrió aún sintiéndose victoriosa. Algo que además había aprendido en Tentation, era a sentirse victoriosa todo el tiempo, sin ningún tipo de temor sino mas bien soberbia. Tentation... o más bien, los que alguna vez habían pasado por ahí, siempre terminaban ganando.)

M: No me hace falta tanto tiempo para superarte.

Seg: Esteban contó lo que haces, es coquetearle a oficiales obesos... bonito trabajo Fernandez. Así entonces yo podría tirarme a todas las cajeras del banco y ninguna diría nada al momento de robar.

María le dedicó otra mirada fatal a Esteban. Pero este ya no sentía sus miradas de la misma manera. Estaba concentrado en otra cosa.En la discusión que ella estaba teniendo con Segundo, y lo apartados que de pronto se encontraban Facundo y él de toda la conversación.

M: Es mas que eso (María dejó salir humo) aprendí rápido. No tengo tanta experiencia, pero soy buena.

Seg: Estas buena... que es diferente (susurró Segundo y mojó sus labios con delicadeza. María negó con la cabeza, esperando con ansias un comentario de Esteban ante lo que Segundo había dicho. Pero este en cambio, solo lo dejó pasar... aunque su rostro, demostraba exactamente lo contrario. Hervía en celos. Probablemente muchos pensamientos nada amigables pasaban por su cabeza en ese momento.)

Un silencio se abrió entre los cuatro desde aquel comentario. María dejó el cigarro encima del cenicero, aún sin terminar de consumirlo. Pero Segundo lo ahorró la faena, tomo el mismo y lo colocó en sus labios, fumándolo y disfrutándolo como si se tratara de un beso de la misma María. Como si en vez de aquél cigarro, fueran los labios de ella los que estuviera presionando. Y Esteban también pudo darse cuenta de lo mismo. ¿Pero qué carajo estaba pasando entre los dos que él no estaba enterado? ¿ Desde cuándo? Pero en cambio, también lo dejó pasar... de nuevo.

F: Son las doce (se quejó Facundo, mirando la hora en su reloj de mano)

Seg: No te quedes ahí sentado y movete (le ordenó Segundo. Ambos se pusieron de pie. Esa noche tenían algunos planes antes de irse de París para siempre y dejar Tentation. Tal vez una salida y un romance fugaz con alguna Francesa.) ¿Nos prestas el Mustang?

E: Morite (contestó Esteban, de mala gana. María sonrió por lo bajo)

F: Esteban, solo por una noche. Vos ya te lo pasaste bien. Nos toca. (Facundo guiñó un ojo. María se acomodó en el sofá disimuladamente al escuchar esas palabras. Recordar lo que había pasado hace unas horas... le erizaba la piel muchísimo. Le hacía sonrojarse Como la antigua María. Como la que era, pero que de alguna manera había logrado camuflar de una manera sorprendente.)

E: Tomen un taxi. Mi auto es sagrado, se que quieren tener sexo ahí por no pagar un puto hotel de cuarta...

M: ¡Esteban! (le codeó María)

E: Solo yo puedo tener sexo ahí...

María cerró los ojos con fuerza y enrojeció ante su comentario. Sin darse cuenta, solo empeoraba las cosas y hacia que los demás dedujeran lo que Esteban estaba tratando de decir.

F: ¿Cómo coges en un auto? (Facundo alzó los hombros. Tratando de convencer a Esteban de que nunca se atrevería a hacerlo en su preciado auto)

Seg: Loco... solo será por una noche. (pidió Segundo una vez más) jamás volveremos a París de nuevo...

Esteban soltó aire y negó con la cabeza mientras se lo pensaba seriamente. Dentro de él, y no muy dentro, estaba aún enojado por todas esas miradas y comentarios que habían compartido María y Segundo. Pero eso era asunto de ambos... ya lo solucionarían los dos a solas... y eso era justamente lo que quería, tener a María a solas... así que sacó las llaves de su auto y las puso en bandeja.

E: Lo quiero impecable, y sólo serán un par de horas

Continuara...

~Anto

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