TENTATION 2

Capítulo 5

TENTATION 2

Cap: 5

Mucho frío. Pero nada que él no pudiera resolver. La enredó entre sus brazos y la sacó del Mustang cargándola entre ellos.

E: No mires (le pidió. Maria escondió su rostro en el pecho de Esteban. Sin mentir, no había visto absolutamente nada en el camino. Quería mantener la intriga hasta el último minuto.)

M: ¿Dónde estamos? (le preguntó ansiosa)

E: ¡Shhh! (bufó Esteban) no quiero que nadie escuche que estamos acá... y que en los próximos minutos vamos a...

Las mejillas de Maria enrojecieron. Su cuerpo entero se vio envuelto en un espasmo que le calentó hasta el alma. Mordió ligeramente sus labios. Lo único que podía sentir de todo eso, era el aire frío que corría por sus piernas descubiertas. Por suerte, se había sacado los tacones y los había dejado en el auto de Esteban.

E: Te va a gustar mucho gatita... (susurró él. Maria apretó su cuello. Una pequeña y tonta sonrisa salió de sus labios totalmente imprevista. Poco a poco, fue sintiendo como Esteban se desprendía de su cuerpo dejándolo sobre una base húmeda. Abrió los ojos y notó en donde se encontraba. Campo Marte. Soltó aire y miró a su alrededor. Tenía la Torre Eiffel en frente suyo. La inmensidad de esta hizo que entreabriera los labios, totalmente sorprendida. A su alrededor, un inmenso jardín. Y a su lado, unos labios le besaban el cuello suavemente. Mordiéndoselo.) bonito... ¿no? (le dijo. Ella asintió, aún sin encontrar palabras. La vista era maravillosa. El clima y él... lo eran) dicen que las chicas sueñan con venir acá.

M: Eso dicen... (logró vocalizar ella)

E: No fue difícil... ¿Te gustó? (Esteban enarcó una ceja tímidamente, esperando su respuesta. Mojó sus labios en la espera)

M: Si (asintió ella) ¿Y es seguro? (se miraron. Esteban no pudo evitar sonreír ante su pregunta)

E: Nadie nos escuchará

Maria se rió fuertemente y se tumbó sobre el césped. Esteban en cambio, solo decidió quedarse observándola. Lo bonita que era. Lo bonita que se veía cuando sonreía. Cuando sonreía para él. Cuando pestañeaba y suspiraba lentamente mientras seguramente pensaba... ¿En qué momento había pasado todo esto? De un momento a otro, estaban en París, frente a la Torre Eiffel... y eran otros... diferentes...

E: ¿Y qué aprendiste? (preguntó él, acostándose a su lado. Pudo compartir la vista que ella tenía. Un cielo lleno de estrellas. Un aíre frío en todo su cuerpo. Y el corazón latiendo duro, como siempre cuando estaba ella ahí.)

M: ¿Sobre qué? (inquirió Maria)

E: En Tentation

M: Bueno en dos semanas aprendí más de lo que muchos...

E: Vaya, que aplicada.

M: Lo sé

Ella sonrió y acercó su cabeza hacia el hombro de Esteban. Se posicionó sobre ella. Esteban giró la mirada. Maria estaba muy preciosa esa noche...

E: Yo solo aprendí a manejar armas ahí... y golpear, ya sabes... era triste, a Martín siempre lo elegían como mi compañero. (una sonrisa seca. La imagen de su mejor amigo se le vino a la memoria. Pero unas pequeñas manos le acariciaron el hombro...) era un desastre (sonrió) ¿Aprendiste Francés?

M: Algunas palabras...

E: ¿Cómo cuáles?

M: No sé... como... (giró el cuerpo y logró hacer que sus labios chocaran con la oreja de Esteban. Susurró algo en su oído, excitándolo de una manera descomunal) me faire l'amour... (dijo con un acento francés tan estremecedor y sensual)

E: ¿A quién más le dijiste esa frase? (le preguntó al tenerla cerca. le acomodó el cabello)

M: Solo a vos... (Maria se inclinó para besarle la boca. Y Esteban no pudo ni quiso contenerse. Le besó la boca también. Pequeño. Pero poco a poco, colosal. Apretó fuertemente la nuca de ella, introduciendo su lengua y moviendo la de ella. Su erección empezó a palpitar entre sus pantalones. Jodido tiempo el que había pasado sin ella. Hacía que la necesitara más y más cada vez)

E: decimela de nuevo (le dijo él. Se le separó un poco y logró quitarse la cazadora de cuero y después, sin esperar nada, la camiseta negra. Su torso quedó desnudo, pero ya no sentía frío, al contrario)

M: Me faire l'amour... (le dijo ella una vez más tirada sobre el cesped. ¨Hazme el amor¨. Una frase que había aprendido viendo una telenovela francesa.)

Observó atentamente como la lengua de Esteban mojaba su propio labio inferior. Pero entonces... dejó de verla... y a él también. Se inclinó un poco, la oscuridad de la noche no le permitía verlo... pero entonces pudo entender que no era necesario mirar donde se encontraba, ella lo sentía por si sola. Y así lo hizo. La lengua de Esteban tocó sus piernas suavemente. Recorriendolas sin detenerse. Llegando así a la altura de sus muslos, y quiso hacerlo mejor, lamiendo hasta llegar a su fina bombacha.

Maria soltó un suspiro, todo su cuerpo se había puesto totalmente alerta.

E: Olés tan bien... (susurró él, ahora concentrado en su faena. Tragó saliva y posicionó sus manos en ambos muslos de Maria. Abriendo sus piernas y dándole paso a él para que se colocara entre ellas. Le subió la falda y sus dedos se encargaron de bajar su bombacha) Mnh... (gruñó. La espalda de Maria se encorvó al sentir el contacto frío del ambiente con su feminidad. Esto iba a gustarle)

Continuara....

~Anto