24 | Amores

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Alex

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Alex

Athan apagó el motor de su auto y casi de inmediato pegue un pequeño salto en mi lugar, aquella acción de su parte me había tomado por sorpresa, aquello probablemente se debía a que mi mente se encontraba ocupada dándole vueltas a sus últimas palabras.

El chico de los ojos azules notó mi acción y posó una de sus manos sobre mi muñeca, le brindo una pequeña caricia a la misma y rápidamente se deshizo del contacto entre nosotros. Su toque fue fugaz pero delicado, repentino y a la vez sutil, quizá aquel momento no había durado mas de dos segundos pero habían sido suficientes para que pudiese darme cuenta de algo que había estado pasando por desapercibido hasta entonces.

Aquella había sido la primera vez que me había dado el tiempo para caer en cuenta en lo extraña que me sentía al escucharlo pronunciar aquella frase "Nuestro lugar" me repetí aquello a mi misma mentalmente por última vez, y no, no lo hacía porque me molestase compartirlo, ni mucho menos porque creyese que él no tenía el derecho de llamarlo como tal.

De hecho, era todo lo contrario, pues sabía perfectamente que este lugar ya no era solo de él o mío, era de ambos, y me gusta como sonaba aquella frase, realmente lo hacía.

El chico decidió aparcar el auto justo a unas cuadras del callejón ya que a pesar de que era un sitio vagamente concurrido por una que otra persona era algo arriesgado intentar adentrarse mas en un lugar tan estrecho, además de ello, la poca iluminación no ayudaba en lo absoluto.

Ambos salimos del auto, por un momento estuve dispuesta a rodear el auto hasta quedar a lado de Athan, sin embargo, el chico se encontraba ocupado, sus ojos se encontraban fijos en un solo punto, un punto el el cual se encontraba una especie de grafiti, este ya se veía un poco opaco y apenas era visible..

No podía creer que casi lo había olvidado.

— "Bienvenido a mi callejón de los corazones rotos" — leyó mientras dejaba que la comisura de sus labios se elevase hasta forma una perfecta sonrisa.

Aquel definitivamente no era cualquier grafiti.

Llevaba ya un buen tiempo sin regresar haber regresado a este lugar.

En aquel momento fue inevitable no pensar en todos los recuerdos que prevalecían escondidos en cada rincón del callejón, como si viviese en una especia de escena retrospectiva cada uno de ellos comenzó a pasearse por mi mente, una y otra vez hasta que aquello se torno hiriente, mis manos viajaron directamente a mi pecho y se posicionaron sobre mi corazón, este latía con rapidez y a su vez dificultad.

Los recuerdos y aquel sentimiento de dolor, volvieron.

Busque desesperadamente a Athan con la mirada hasta finalmente pude encontralo, aquel chico se encontraba sentado en la banca sosteniendo lo que parecía ser una carta entre sus manos, con duda comencé a dirigirme hacia él, Athan levanto la vista causando que aquello ojos azules volcaran con los míos y que se formara una pequeña pero agradable sonrisa en mi rostro, el chico me devolvió el gesto, sin embargo, sus ojos no reflejaban tanta felicidad como el resto de su cuerpo lo hacía parecer.

Nuestro callejón de los corazones rotos © #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora