Siempre que le rompían el corazón ella llegaba ahí, a ese callejón oscuro, frío, desolado... Un lugar en donde ella encontraba la calma...
Su calma acabó cuando él llegó a irrumpir en su espacio, ese era su callejón, no el de él...
"Un corazón roto...
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Alex
Inmediatamente las imágenes de aquel dial comenzaron a pasearse por mi mente. Divague unos momentos hasta que mis ojos viajaron nuevamente hacia la figura del chico, al verlo cerré mis puños con fuerza por inercia.
Quería estar molestar con él, quería estarlo porque él había sido el responsable de que todo esto comenzara, no, más bien, él fue el responsable de que todo volviera.
Los recuerdos, el sufrimiento... Todo.
Separé mis labios para soltar algún tipo de protesta, sin embargo, mi mente había quedado en blanco.
— Así fue como llegue a aquí — prosiguió al notar mi silencio —. Lo siento, los perdí de vista por un momento y....
— Fueron detrás de mi — complete la frase — ¿no?
— Lo siento — se disculpó nuevamente.
Al escuchar aquellas palabras un pequeño debate se armó dentro de mi, si no hubiera sido por él, no estaría aquí, no hubiera recordado muchas cosas, no estaría aquí hablando con un "extraño", pero sobre todo, no tendría mi callejón de los corazones rotos.
Porque si aquel día sus cachorros no me hubiesen perseguido puedo asegurar que nunca habría vuelto a este lugar por cuenta propia.
Tome un pequeño suspiro, no era justo que estuviera montando toda la culpa sobre él ya que mi historia con Zack no hubiera cambiado en nada si Athan nunca se hubiese presentado, claramente él tenía la culpa de que yo hubiese vuelto al callejón, sin embargo, esto no tenía nada que ver con mis sentimientos hacia el chico de los ojos cafés, hubiese vuelto o no, la llamada de Bella habría llegado para recordarme lo que me había esforzado tanto en olvidar.
— No lo sientas — solté finalmente mientras le regalaba una pequeña sonrisa — gracias a ti volví a este lugar, y después de todo gracias a eso tú corazón está... Sanando — la comisura de sus labios comenzó a elevarse hasta darme una perfecta vista de aquella hermosa sonrisa, no podía negarlo, el chico era atractivo.
Sacudí mi cabeza, no tenía porque estar pensando en ello. Era un Genaro ridículo de mi parte.
Athan pareció haber leído mi mente ya su expresión había cambiado levemente, sin embargo, no se molestó en reaccionar más allá de ello.
Mi vista cayó al suelo, inmediatamente un color carmesí comenzó a adueñarse de mis mejillas — ¿Ya me dirás por qué es que sabes mi nombre? — mi voz salió con algo de dificultad ya que el ambiente se había tornado algo tenso, sin embrago, eso no saciaba la intriga sobre este tema. Athan soltó una pequeña risa, aquello causó que mi vista volviera hacia él.
— Luca — Soltó sin dificultad alguna.
— ¿Luca...? — hacía mucho que no escuchaba aquel nombre. Y solo conocía a una persona que lo tuviera.
