Mansion Depp 💖

15.- La huida

Dos meses han pasado desde que Johnny contrajo matrimonio, y casi cuatro meses desde que Mare dejó la vida de la ciudad por algo más tranquilo para ella y su hijo, cada día le hablaba de muchas cosas: desde lo que le iba a enseñar hasta su vida, a ella no le importaba tener un niño o una niña pues lo importante era que ella suyo y que nadie se lo iba a quitar, le compraba ropa y tenía pensado comprar muebles para por fin poder instalarse y vivir un tiempo ahí aprovechando que tardaría otros meses para volver a Los Ángeles. Estaba tan feliz por los pequeños cambios que estaban pasando pues estaba conociendo gente, el mar era lo que más anhelaba ver cada madrugada y tan solo faltaba un mes para que naciera y aunque no lo aceptara se dio cuenta que se deprimía más, que estaba más cansada y más triste por todo hasta por el clima que siempre le recordaba a algo. Una tarde decidió escribir una carta a Jerry pues hacía poco había recibido una carta de él donde le contaba que Johnny estaba muy preocupado por Amber puesto que ella quería salir con amigos y no quería convivir con él, que se escapaba con amigos mientras Johnny permanecía en casa, además de que era un tanto grosera y contestaba muy cruel a todo aquel que le hablaba sin que ella quisiera, esto a Mare le preocupó mucho pues Johnny aún le importaba a pesar de todo, ella le escribió a Jerry diciéndole que, dentro de otros cuatro meses lo iría a ver pues aún tenía cosas que hacer, cosas que ver, pensamientos que dejar en las orillas de la costa y sentimientos que acomodar para prepararse, pero no fue necesario que fuese al sitio de correos pues de repente llegó un cartero con correspondencia para ella, aprovechando eso le dio la carta y tras firmar la hoja correspondiente decidió leer lo que tenía ahí.

Mare no podía creer lo que estaba leyendo, no sabía si llorar o gritar o buscar a Marco para matarlo.

Tenía en sus manos un sobre que contenía tres papeles: el primero era un documento en donde se leía que Marco había pedido una petición para denegar cartas del extranjero tanto recibidas como enviadas y que por esa razón ahora su correspondencia estaba en un pueblo que quedaba a 11km de la Costa, Mare no le sorprendió mucho eso: sabía que Marco lo había hecho por Johnny y además porque su mamá le había advertido que si quería comenzar de nuevo ella y su bebé que se alejará de Marco y éste tío muy desafortunadamente muy chismoso y muy celoso leyó esa carta, el segundo era un trámite de adopción de una casa cuna irlandesa firmado por él y al parecer faltaba la firma de ella le cual lo leyó cuidadosamente para poder creer en lo que leía y lo cual eso significaba que, en cuanto diera a luz a ese bebé, él iría a parar en un orfanato, iba a ser alejado por ella sin su consentimiento, comenzó a llorar y a gritar casi perdiendo la razón hasta que una fuerte punzada en su vientre la hizo calmarse y sentarse porque sentía que se iba a desmayar con todo lo que le estaba pasando y por último una carta de John. Esta última la abrió tan desesperada que no notó que se cortó con el papel y dejaba manchas de sangre a su paso.

La carta de Johnny decía lo siguiente:

Para: Mare Murail

Mi querida niña ¿Qué tal estás? ¿Te trata bien Marco? Hace mucho que no tengo noticias suyas y eso me preocupa mucho aunque no me creas, te quiero contar algo raro que me paso en uno de mis viajes después de mi boda con Amber y quizás te rías pero de verdad me encantaría oír tu risa en vez de estar escribiendo: hace poco estaba en las hermosas playas de Hurgada, una hermosa ciudad de Egipto en donde quise descansar de todo lo que me agobia desde que me case y desde que te fuiste ( de verdad te hubieras enamorado de ese paisaje, pude tener una visión en donde tú estabas con una cámara, un sombrero y un vestido corto él cual juega con el viento al igual que con tu cabello) y de repente ví a una hermosa mujer gitana joven con su velo y un vestido largo, adelante de ella iba con dos niños y una niña que rodaban entre los dos y ocho años. Tres criaturas de piel virginal y ojos brillantes los cuales me hipnotizaron, ellos comenzaron a correr a las hermosas aguas y comenzaron a jugar con las olas mientras la madre cantaba y reía con ellos, en eso juró que pude verte: tú con ese vestido azul celeste con adornos rosas y violetas, pies descalzos y un velo blanco casi transparente, te vi como si fueses la mujer gitana con esos tres niños, jugando y cantando lo que podría ser una canción de felicidad o una plegaria y fue cuando me pregunte que fue de ti. Hace tanto tiempo que no tengo noticias de ti y es extraño ya que no es que falte a mi palabra de que te tomaras un año sabático o que no pienses volver después de todo lo que hemos pasado pero de todo corazón quiero que vuelvas para poder verte.