Capítulo 5

210 38 20
                                    

Ya había pasado una semana desde que Gerard y Mikey se inscribieron en el club de fotografía. Se reunían todos los miércoles y viernes.

–El próximo viernes iremos a un lugar especial en donde podrán tomar fotografías de cualquier tipo. Espero dejen volar toda su creatividad y conseguir tomas impresionantes– mencionó Frank antes de que acabase el horario del taller de fotografía.

Todos cogieron sus cosas y fueron dejando el lugar.

Gerard le avisó a Mikey que le esperara en el auto.

–Te veías lindo explicando sobre la luz– dijo Gerard acercándose a Frank con una sonrisa burlona, cuando todos dejaron el lugar.

–Se llama exposición, Way– rodó los ojos y siguió guardando sus cosas en la mochila.

Gerard se acercó más y lo abrazó por detrás.
Frank se tensó.

–¿Podrías soltarme, Way?

El pelirrojo no veía el rostro de Frank, pero por su voz podía suponer que se encontraba nervioso.

–No quiero–Gerard cerró los ojos y apegó su nariz al cabello del castaño, sintiendo el aroma de este– hueles bien, Iero.

El corazón de Frank palpitaba a mil por hora.

–¿Me dejas ver tu rostro, Frankie?– preguntó Gerard muy cerca del oído del oji-avellana, causando que este se estremezca levemente.

Frank se encontraba nervioso, muy nervioso. Pero no lo pensó dos veces antes de voltear.

–¿Te he dicho que tienes unos hermosos ojos?– le preguntó el pelirrojo a su acompañante, viéndolo directamente. Como si pudiera expresar todo lo que siente con su mirada.

El castaño tragó algo de saliva antes de responder. Abrió un poco la boca, pero no salían palabras, se encontraba muy nervioso.

En ese instante, se escuchó un "click", voltearon a ver de dónde provenía y era Mikey, quien había sacado una fotografía de la escena entre su hermano y Frank.

–Oh, cielos. Esta imagen vale oro– mencionó Mikey riendo.

Frank reaccionó y se liberó del agarre de Gerard, quien se mordía el labio inferior por la incomodidad del momento.

–Eh... Supongo que te veo en la escuela, Frankie– se despidió Gerard.

–Sí. Adiós, Way– respondió Frank sin verlo a los ojos.

Mikey y Gerard salieron del lugar y se dirigieron a casa.

–Así que...– inició a hablar Mikey en medio del camino– tengo cuñado ahora– terminó la oración moviendo sus cejas de arriba a abajo.

–Eso no te incumbe, Mikey– respondió Gerard sin dejar de ver el camino.

Club de fotografíaWhere stories live. Discover now