Capitulo 5

4.9K 253 4
                                    

El nudo en mi estómago apenas me dejo comer mitad de mi tostada.

Estaba aterrorizada. Me costaba respirar, tenía las manos sudando, me encontraba mareada y con ganas de llorar. Definitivamente no estaba lista para ver a mis hermanos.

Esta situación estaba fuera de mi control y lo odiaba. Necesitaba tener el control de las situaciones a mi alrededor.

-¿Qué vas ha hacer?- Me pregunta Lexi.

-No lo sé- Contesto.

Cualquier cosa menos ir a mi casa.

-¿Qué pasa chicas?- Nos pregunta Jeff (El padre de Lexi) al entrar en la cocina.

-Nada, bueno, teniamos pensado salir a dar una vuelta- Respondo, interrumpiendo lo que Lexi iba a decir.

-Ah vale, bien ¿Queréis que os acerque a algun sitio?- Nos pregunta llevandose la taza de café a los labios.

-No, no hace falta, gracias- Digo y él se encoge de hombros para luego salir.

Nos quedamos unos minutos sin decir nada, dejamos el desayumo y yo me encamino hacia la puerta con Lexi detrás de mi, me pongo la sudadera gris y salimos.

-¿A dónde vamos exactamente? ¿A ver a tus hermanos?-

-Ni de coña- Digo, empiezo a jugar con los cordones de mi sudadera de manera nerviosa- Vamos lo más lejos posible-

-¿Y qué vas ha hacer? No vas a poder ignorarlos muchos días más. Y supongo que Axel irá al instituto-

Mierda. Pues claro que irá, tiene diecisiete.

-No lo sé, no tengo ni puta idea de lo que voy ha hacer-

. . .

Han pasado unas cuantas horas. Esta empezando a anochecer, no me queda ropa limpia en casa de Lexi lo que significa que tendré que ir a mi casa. Lo cual no estoy preparada.

-Vamos Ellie, tendras que afrontarlos tarde o temprano-

No puedo. No puedo. No puedo.

-O por lo menos tendremos que ir volviendo a casa, esta anocheciendo- Dice Lexi.

Al llamar a la puerta nos abre Henry, al que le doy un abrazo, el niño es casi más de mi altura.

-¿Qué tal Henry?- Le pregunto pasandole un brazo por los hombros mientras nos dirigimos a la cocina.

-Bien- Responde- Por cierto mamá esta hablando con alguien en el salón, tal vez no deberíamos entrar-

-¿Hablando con alguien?- Pregunta Lexi.

Antes de que alguien diga algo más Ellen sale del salón, seguida de Chase. Mi hermano.

¿Pero qué cojones?

Me quedo paralizada. No puede estar aqui.

-Lizzy- Dice al verme, tiene un aspecto sorprendido, probablemente parecido al mío.

Mierda. Mierda. Mierda.

-Eh.. Hola- Mi tono de voz es más bajo del que esperaba.

-¿Que tal Ellie, cariño? Os habeis pasado todo el día fuera- Decía Ellen mientras se ponía de pie viniendo a darme un abrazo, lo acepté levemente incómoda.

-Eh, si, no nos hemos dado cuenta de la hora y se nos ha hecho tarde- Dijo Lexi de fondo.

-Bueno, tal vez va siendo hora de que nos vayamos a casa- Dijo Chase.

No, no, no, no.

-Ah, bueno, es que tenía pensado quedarme a dormir en casa de Lexi-

-Podrás quedarte otro día- Respondió.

-Como sea no te queda ropa limpia-

El comentario de Lexi no fue de gran ayuda.

Vale, no pasa nada, solo necesitaba unos minutos para tranquilizarme y no acabar llorando en el suelo.

-Bueno, eh, voy a por mis cosas- Dije señalando el piso de arriba- ¿Vienes?- Le pregunte a Lexi.

-Claro-

Subí lo más rápido que pude y cerré la puerta con fuerza detrás de Lexi.

-No puedo, no puedo, no puedo hacer esto- Dije pasandome las manos por el pelo.

-Ellie, tarde o temprano esto iba a suceder, no podrás evitarlos para siempre escondiéndote en mi casa-

¿No?

-Lo sé, pero pensaba que tendría algunos días más-

Me paseaba por la habitación metiendo mis cosas en la pequeña mochila que había traído.

-¿No puedes venir tú a mi casa?- Le pregunté.

-Debes afrontarlo por ti misma- Respondió negando con la cabeza.

Terminé antes de lo esperado y me quede un rato sentada en la cama de Lexi, a su lado.

-Vamos Ellie, siguen siendo tus hermanos, puedes hacerlo- Me dijo mientras me apretaba la mano con la suya en una señal de apoyo.

Respiré hondo unas cuantas veces para intentar tranquilizar mi respiración. Unos minutos después me puse de pie y baje las escaleras seguida de Lexi.

Al bajar me encontré a Chase hablando con Ellen.

-¿Estas lista?- Me preguntó mi hermano al verme.

No

-Si- dije en cambio.

Nos despedimos y salimos. Al cerrar la puerta un silencio incómodo se instalo entre nosotros. Sin pensarlo dos veces aceleré el paso, para intentar mantener la mayor distancia entre nosotros, aunque tampoco me apetecía llegar a casa.

-¿Qué tal has estado?- Me preguntó Chase al llegar a mi lado.

¿Que tal he estado?

¿Desde que nuestros padres murieron?
¿Desde que me dejaron cuando tenía diez años?
¿Desde que lo único que me mandaron luego de cinco años sin hablarme fue una miserable carta?

-Bien- Mentí.

Claramente no se lo creyó, pero no dijo nada al respecto.

-¿Has cenado?- Volvió a preguntar para romper el silencio.

No, pero tenía un nudo en la garganta que no me dejaría comer nada.

-Si- Volví a mentir.

Hacía menos de una hora que me volvía a reunir con mi hermano mayor y la mitad de las cosas que le había dicho eran mentira.

. . .

Secretos DescubiertosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora