Jugó con la cuchará, deformando la espuma de su café. No estaba seguro de cuan inocente seria esta reunión, pero tenía a Sam, Dean y Samandriel a pocos metros, vigilando que todo fuera correcto.
Levantó la mirada y les vio entrar. Dos de sus hermanos escoltaban a Naomi. Uno de los ángeles se sentó a su lado y Naomi y el otro enfrente.
- Al menor aún eres puntual. – Dijo ella con sorna.
- ¿Qué es lo que quieres? – Exigió saber Castiel.
- Samandriel de vuelta al cielo. Tú puede que seas un caso perdido, pero aún puedo restaurar al chico. – Habló como si se tratará de una cosa. – A cambio, eres libre de hacer lo que se te dé la gana sin que yo intervenga.
Cas negó, apartando el café con suavidad, y dejandose tiempo para comprender la situación y no estallar.
- No vas a llevártelo, no lo permitiré. – Sentenció el morocho. – Puedes hacer cuanto quieras, pero no él.
- Samandriel adora el cielo, es donde quiere estar, Castiel. – Objetó ella. – No eres nadie para obligarlo a vivir odiando como tú.
- Yo también apreció al cielo, pero no quiero que lo manipules. – Su voz se volvió un poco más agresiva. – Lo enviaste aquí, a una misión muy peligrosa, a sabiendas de que era una presa fácil. ¿Desde cuándo te importa su bienestar?
Una sonrisa socarrona respondió esa pregunta.
- Escucha, Castiel. Estoy tratando de solucionar la masacre que tú hiciste, no creas que tengo mucho personal a cargo. – Sopesó. – Aunque, dentro de los pocos ángeles que tenemos, Samandriel era el más indicado.
- ¿Para qué?
- Para probarte.
Las fichas encajaron como si nunca se hubiera divido. Cas dejó caer su altanería y solo calló. Samandriel estaba allí en medio de leones, sin protección alguna, por su culpa. Era la prueba de qué tan lejos podía llegar bajo el control de Naomi, era solo eso. A ella no le interesaba realmente si algo le pasaba a Sammy, ella quería ver a Castiel deshacerse de él y romper esa eterna promesa de resguardo que tenían.
- No hay trato, ni lo habrá jamás. – Decretó.
Salió de allí rápidamente, como si le faltará el aire con el que el exterior le recibió. Mantuvo su caminar por la acera hasta que Samandriel le detuvo.
- ¿Qué paso? – Interrogó el rubio, preocupado por la actitud del otro.
- Lo siento, jamás hubieses pasado por todo eso sino fuese por mi culpa. -Lamentó. - Te enviaron a la tierra por mí.
No resistió la necesidad de abrazarle, como si la vida se le fuese en ello, de la misma forma en que lo requirió cuando le vio víctima de las torturas. Samandriel rodeó la cintura del mayor y sonrió.
- Jamás te hubieras fijado en mí entonces. – Resaltó lo positivo de la situación. – Estaría feliz de cualquier cosa solo por pasar un día contigo.
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My Only Exception.
FanfictionCastiel encuentra a su hermano, protegerlo es todo lo que puede hacer. Luchara contra Naomi y el cielo para proteger la única cosa que le queda. Samandriel x Castiel NA: No pude encontrar el autor de la maravillosa obra de arte que uso como portada...
