The black Flower, the white diamond

Días Para El Cumpleaños: 13

- ¿Sabes? Esta situación se está complicando - Admitió la diablesa al día siguiente luego de que Etihw aparentemente, seguía dopada de las drogas del día anterior.

- Odio admitirlo pero... Que las niñas se desaparecieran... Que falten cosas del cuarto de mi hermano y que Etihw no ande bien mentalmente... Esto se está descontrolando... - Admitió el Ángel sujetando la charola donde había servido un simple desayuno como las de siempre.

-Suma que ya detectamos el huracán... Roguemos porque las defensas soporten... - Soltó con fastidio la loli quien se andaba mordiendo su pulgar estresada. - ¡Esto no puede ser! ¡Se nos está saliendo de las manos!

- Grief y Lowre ya me están preguntando en donde están Yosafire y las demás. A este paso no sabre que otra excusa poder darles - Bajo la mirada ya sin saber que más poder inventar para que los Angeles y demonios no se percataran que esta situación se salió de control por completo.

- Tiene que haber algo que no estamos viendo... ¿Seguros que este castillo es así de pequeño? - Cuestionó severamente la albina, mirando al dúo angelical quienes dieron un respingo.

- ¿No estarás insinuando que están escondidos en el mismo castillo...? - Indagó la menor con cierto nerviosismo.

Es verdad que salvo ellos dos, Etihw y Kcalb, nadie sabía que el castillo BlancBlack fácilmente podría catalogarse como una fortaleza en donde todos sus habitantes bien podrían vivir con todas las comodidades y que incluso, existiese mucha más vegetación que, de puro milagro, se pudo salvar después de la guerra. Aunado a eso, era impensable que siquiera el grupo de Yosafire pudiera dar con una entrada a alguno de los dos extremos...

Claro, fácil de creer pero...

- Sabiendo que tenemos un Huracán amenazando con tocar tierra en pocos días, que seis niñas se hayan desaparecido, creo que ya viene siendo hora que suelten la verdad. Así yo no puedo ayudar mucho y me arriesgo a poner en peligro mi mundo también.. - Soltó sin siquiera molestarse en fruncir el ceño. Ver a Grora molestarse por algo que si bien, era verdad, también era cierto el hecho de no estar informada siquiera del tamaño del castillo.

- Ugh, ¿¡ Como te..!? - A punto de soltar alguna sandada, la mano del Jefe Angel la tomó desprevenida, alzando la mirada y verlo con un semblante más serio de lo usual - ¡Wodahs! ¿¡Vas a romper el juramento que hicimos!?

- Reficul tiene razón... Ya no podemos darnos el lujo de seguir fingiendo que el castillo es pequeño y que mi hermano junto a las chicas se esfumaron por un portal o se fueron a un jardín... - Sabía que se arriesgaba. Aún así, ya no le quedaban ideas y realmente prefería decir la verdad a tener que seguir mintiendo. De ahí, fue que tomó asiento.

- Debes saber que, hacia más de diez mil años, este mundo también tan lleno de vegetación, conviviamos en armonía con los humanos. Es cierto que Ángeles y Demonios no se llevaban bien, pero por un equilibrio en el que los humanos podían coexistir, era lo mejor. Esto es algo que seguramente ni tú sabías.. Pero Etihw y Kcalb ya eran esposos desde mucho antes, sin embargo, nunca fueron de asistir a reuniones a menos que estos fueran íntegramente importantes y que pudiesen poner en peligro a su reino. Su Alteza, el Caballero Negro y su Majestad, la Dama Blanca, siempre fueron de tener un respeto más allá de lo que podría pensar, pues en sí, se sabe que son la Diosa y el Diablo más viejos de todos... Incluso su cuestionable Diosa, es más joven de lo que podría imaginar. Hace eras, si usted recuerda, la Dama Blanca y el Caballero Negro acogieron a una humana desvalida en una mañana de verano. Demacrada y herida de miles de formas, pidió asilo por unos días en lo que se recuperaba, pues padecía de hambruna y deshidratación; a si mismo, se le daba suministros para que siguiera con su viaje. De forma ya sea inevitable o no, dado a su modo torpe de ser, su gran inteligencia, humildad y su gran indiferencia en tratar Ángeles, Demonios y Humanos por igual, terminó siendo muy querida por todos, sobretodo por Dama Blanca quien siempre añoraba una hija. Fueron muchas veces que le propuso el ser la Bruja BlancBlack, pero ella se negaba.