Días bueno, días malos

11.4K 1.1K 574
                                    

Pasar la seguridad de la casa blanca fue un poco más difícil de lo que pensé.  Nunca había sentido tantas manos toqueteandome en busca de armas o cualquier cosa que pudiera calificarme como terrorista. ¿Es porque soy mexicano?

Había entrado un par de veces aquí, pero nunca con la tranquilidad de ver cada detalle y vaya que es impresionante.

Un mayordomo me dirige hacia donde supuestamente están los tres invitados. Cruzamos un montón de pasillos hasta dar con dos habitaciones con sus respectivas puertas abiertas.

-Aquí están los señores, los dejo a solas.- El mayordomo se retira lo más rápido posible ¡Huye cobarde, como yo quisiera hacerlo ahora!

Bueno, al mal paso darle prisa.

-¿Hola?.- Hablo entrando a la primera habitación. Hay un desorden en el suelo y la cama, un par de lentes de sol están rotos por la mitad en la entrada del baño. Sonidos de arcadas viene de dentro.

Al entrar lo primero que me recibe es la imagen de USA en cuclillas frente al gran baño que incluye su recamara. Está sin camisa y pantalones, solo tiene los boxers puestos y efectivamente no lleva lentes.

-¡Largo!.- Grita sin sacar la cabeza del inodoro.- Dije que me dejaran solo.- Ahora un sollozo resuena en el marmol de la habitación. Vale, al parece USA es de los ebrios que lloran.

Aún sigo algo molesto con ellos, pero no voy a dejar que USA muera entre su vomitó y lágrimas, no quiero ser un triste novio que de una entrevista para TV nacional y tenga que declarar que su novio murió pateticamente.

-USA... Soy Mexico. Ven, levantate, tienes que tomar un baño.- Me acerco a ponerme de cuclillas junto a él, por fin saca la cabeza de la taza de baño y puta madre, el tufo que sale de ahí huele horrible, sumando que USA huele tanto a alcohol.

-¿Honey? O por dios, si eres tú, creí que aún estarías molesto y no querrías vernos nunca, no sabes lo que tuvimos que pasar...y, y luego a Rusia lo noquearon con varios teaser y-y luego Canadá lloro de camino a la comisaría todo el tiempo, y después Rusia despertó por unos minutos y comenzó a cantar la de "I believe i can fly", después se volvió a desmayar y yo desperté a ratos y luego volví a desmayarme y luego desperté en una celda rodeado de personas que querían que me uniera a su pandillaaaaaaa. México fue horrible.- Verga, fue una noche larga para los tres.

-Shhhhh, solo métete a la bañera si?.- Como diablos le voy a responder que estaba a punto de unirse a una pandilla en la cárcel.- Espera, no te tatuaron ¿O si?.- Los ojos de USA vuelven a llenarse de lágrimas y luego niega.

-No, pero ya me decían el güerito, cuando llego Obama ya habían preparado la máquina.- Él me abraza y sigue llorando. Casi le pasa lo que a Perú, pobre e inocente, afortunadamente papá no se ha dado cuenta de ese asunto.

-Vamos cariño, la bañera ya está lista, tengo que ver a Rusia y a Canadá ¿Vale?.- El asiente mientras se recarga en la bañera y se limpia la lágrimas. El alcohol aún no sale se su sistema al parecer.

Salgo de su habitación para ir a la continua. Un desastre de muebles y lámparas rotas por toda la habitación me reciben. Rusia aún sigue con su traje y está arriba del enorme armario con un gato entre sus brazos. ¿¡De dónde saco un pinche gato!? NO MAMES.

-Tú. Baja. AHORA.-Ni siquiera voy a intentar subir por el porque; 1- Pinche estatura promedio y maldito armario más alto que Rusia, 2- No voy a poder bajar a Rusia y un gato de ahí.
Aparte el debe seguir aturdido por los choques eléctricos.

Rusia se comienza a quejar en su idioma natal y después baja de un salto. Pinche Ruso y su manía por hacerme sentir que me da un infarto. El gato aún sigue en sus brazos cuando comienza a hablarme.

4 son mejor que 3. Where stories live. Discover now