Los recuerdos volvían a mi cabeza una y otra vez, mientras miraba el techo de la habitación esperando quedarme dormido en algún punto.
El primer "te amo" que escuché salir de sus labios se repetía en bucle, atormentándome de nuevo.
Aquí iba la siguiente pregunta:
4. ¿Me amabas tanto como decías?
Lo llegué a sentir por momentos, pero te conocía bien, tanto como para saber que me mentiste muchísimas veces más de las que pude darme cuenta alguna vez. También sabía que hoy podías jurar amor eterno y mañana posiblemente ibas a fingir que ni siquiera me conocías.
Tal vez, solo tal vez, si mi comportamiento hubiese sido diferente, las cosas en este momento serían distintas. Pero a veces lo veo de otra forma, y me doy cuenta de que tal vez estábamos destinados a conocernos pero no íbamos a funcionar bien nunca.
Quisiera verte a la cara de nuevo, decirte todas las cosas que quedaron guardadas en mi después de que te fuiste.
Quisiera escucharte responder cada una de mis preguntas, verte a los ojos cuando lo hagas y poder comprobar que en tu corazón no queda nada para mí.
Quisiera que las cosas hubiesen terminado diferente.
Siempre te voy a querer, pero también debo entender que nunca nos hicimos bien, que solo tomamos las debilidades del otro para destruirnos. Que estamos mejor así y que estoy mejor lejos de ti.
Mis ojos empezaron a pesar de a poco y en pocos minutos logré dormirme. Aquella noche soñé con su mirada.
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