Capítulo 34

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Pasé la noche pensando en Beth, estaba incómoda en mi cama por tantos pensamientos, mi cabeza no me dejaba en paz. No pude conversar mucho con Noah, era una lástima que haya muerto y que ni siquiera podamos enterrarlo, pero me duele porque era como si el perfume de Beth estuviera impregnado en él, como si ella aún muerta lo siguiera a todas partes y ese pequeño pedazo se perdió

Hoy iba a entrenar con Enid en el bosque pero no podía, aún no, hablar con nadie. El hueco que sentía cuando mi hermana murió había vuelto a hundirse, lo tapé pensando que gracias a ella Noah estaba vivo y con nosotros, y que su muerte no fue en vano. Pero ahora que él también había muerto de la peor manera posible, eso hacía que pensar de otra manera fuera imposible

Me aseguré de salir antes que Enid, a las diez acordamos encontrarnos detrás de la casa de Rick pero hoy salí demasiado temprano como para esperarla. Yo sola me conseguí una ramas de metal que me ayudarían a subir el muro y traspasarlo. Me aseguré de que Carl no me seguía y caí al suelo del otro lado de Alexandría

Caminé por varios minutos hasta llegar al árbol donde mi única amiga y yo practicábamos tiro. Ella había mejorado totalmente en el lanzamiento con cuchillo, ahora tiraba más cerca del centro, pero ahora solo tenía que soltar todo, traje mis cuchillos para eso

Saqué el primer cuchillo, el más pequeño y lo tiré contra el árbol, ni siquiera se clavó, tomé el de mi cintura y lo lancé, se clavó muy lejos del centro. Los recogí y volví a intentar una y otra vez, no lograba clavarlos. La última vez que los recogí no los lancé, me quedé junto al tronco y empecé  pegarlo con mi lanza

En poco tiempo empecé a gritar mientras daba suspiros y golpeaba la madera con mi madera, daba vueltas y patadas a algo totalmente inmóvil, buscando soltar todo el estrés y dolor en mi, no derramé ni una lágrima

Clavé repetidas veces mi lanza en el centro mientras golpeaba de un lado a otro y de diferentes formas, estaba con la cabeza llena, como si Beth estuviera aquí a mi lado cantando con su guitarra. Cuando me enojaba ella salía conmigo al árbol de Shawn y cantaba una que otra canción hasta que me relajaba

Me di cuenta de que tenía todo retenido, la muerte de la granja, de mi tío Otis, de Patricia, Hershel, Beth y la de mi padre, todo porque un adolescente no volvió a casa, alguien que no era de mi familia, di mi último golpe contra la madera, un poco más relajada. ¿Que estaba haciendo? solo buscando rellenar mi cabeza con todo menos mi familia muerta, casi tenía todo suelto, solo un poco mas y estaría mejor

Di una vuelta más con intenciones de pegarle al tronco pero pegué otra cosa a mis espaldas, me sorprendí al ver que era un caminante que pudo atacarme por la espalda y jamás me di cuenta, claro estaba gritando y de seguro me escuchó

Antes de que se levantara le clavé mi lanza en la nuca, fue tonto hacer esto, y pensar que me ayudaría era más tanto. Tres caminante más aparecieron a unos metros de mí, podía controlarlos pero ¿cual era el punto? empecé a correr adentrándome en los bosques otra vez, escapando de ellos

A medio camino me topé con otros dos que tenían intenciones de matarme, en vez de encargarme de ellos solo seguí corriendo, no sabía por qué ni como pero correr me gustaba, no tenía paredes ni techos que me detuvieran o encerraran. En poco tiempo los cinco caminantes que dejé atrás se acercaron a mi

Me sentía más suelta, ya no estaba tan estresada, todo por simplemente correr. Me detuve y empecé a practicar los giros con mi lanza, cada caminante estaba más alejado del otro, haciendo que tuviera tiempo

Al primer caminante le di en la cara destruyendo su cráneo y tirándolo al suelo. Seguí dando giros con mi lanza, para el segundo lancé mi cuchillo de bota a su cara y logré tumbarlo. El tercero se acercaba con velocidad entonces lo patee y luego golpee con mi lanza, para el cuarto no me aguanté, tomé impulso y lancé mi palito a su cráneo derribándolo. Para el quinto, que estaba un poco más lejos, saqué mi cuchillo más grande y corrí hacia él, salté y caí sobre su pecho clavando mi cuchillo en su cráneo en una de esas poses heroicas

Unidos En El ApocalipsisWhere stories live. Discover now