Capítulo 25

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Después de varios minutos todos nos pusimos al trabajo nuevamente. Encontré mi cuchillo tirado en el suelo y me puse a vigilar por si el resto del grupo venía por nosotros

- ¿Cual es la cura, Eugene? - preguntó Sasha

Hasta ahora había aprendido que el gordito de patillas era Eugene, el pelirrojo era Abraham, la de ropa cómoda se llamaba Tara y la militar Rosita. Déjenme decir que la mitad de esos nombres sonaban muy geniales

- Es secreto - contestó sin desviar la vista de su trabajo

- No sabemos que sucederá - dijo Michonne

- Déjenlo en paz - dijo Abraham

- Debemos seguir trabajando - agregó Maggie

- Si, pero es hora de que nos diga - contestó Sasha - por que no sabemos lo que nos espera

- Lo que nos espera es salir de aquí - dijo Tara

- Aunque les dijera todo - contestó Eugene - aunque les diera instrucciones ilustradas paso por paso y respuestas a las preguntas frecuentes, si yo me infectara, la cura igual moriría conmigo

- No dejaré que eso ocurra - dijo Abraham, parecía ser su guardaespaldas

- En el mejor de los casos, saldremos a un infierno de balas, fuego y caminantes. No soy veloz para correr, no puedo defenderme de un muerto con botones puntiagudos y confianza

- Pero nosotros si - contesté - y lo haremos

- No nos debes nada - volvió a hablar Sasha - aún no, pero queremos que nos digas

- No tienes ninguna obligación - le dijo Rosita a Eugene, este se puso de pie

- Éramos un equipo de diez personas en el proyecto Geno Humano, creábamos armas biológicas para luchar contra armas biológicas, microorganismos patógenos contra microorganismos patógenos, fuego con fuego. Bebí con gente de otros departamentos, hice relaciones, recibí información. Conozco a la perfección sistemas de liberación infalibles para matar a toda personas viva en este planeta, con un ajuste en las terminales de Washington DC, podemos cambiar la historia, eliminar hasta el último muerto. Fuego con fuego, en igualdad de condiciones, es un plan excelente

- Así que sigamos trabajando - ordeno Maggie

Justo en ese momento la puerta delante de nosotros se abrió y Rick apareció por ella, mantuvo la salida abierta y vi todo el humo y como nuestros amigos peleaban con los caminantes

- ¡Vamos! - gritó Rick - ¡abrámonos paso hasta la valla!

Todos saltamos del vagón, mantuve mi único cuchillo en mi mano y me preparé para hacer lo que tenía que hacer. Daryl se mantuvo detrás mío empujándome mientras escapábamos. Tuve que patear a un caminante delante mío y seguir avanzando, no podía quedarme para matarlo

Después de correr un rato por pequeños pasadizos llegamos a un valla lo suficientemente despejada como para pasarla, me pegué a los agujeros y pasé mi cuchillo por ellos matando a un caminante

- ¡Por encima! - gritó Rosita

Daryl me tomó en brazos y me ayudó a saltar la valla, Eugene fue el segundo en pasar, un caminante fue a él pero lo tomé de la ropa y lo alejé del gordito. Caí sobre su cuerpo y clavé mi pequeño cuchillo en cráneo, me puse de pie deprisa

- ¡Vámonos! ¡deprisa!

Todos logramos pasar justo a tiempo, cuando los caminantes alcanzaron la valla y casi sujetaban el pie de Abraham. Nos adentramos en el bosque y caminamos hacia donde estaba la bolsa de Rick. Me quedé al medio del grupo mientras Daryl y Rick excavaban la tierra

Unidos En El ApocalipsisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora