— Es la última oportunidad que tienes de hacer esto por las buenas Liam, o me devuelven lo que me pertenece o serás el primero en caer.

Ya están cerca, mi padre no lo ha notado.

— No.

En un movimiento rápido saca un arma de dentro de su saco y la apunta directo a mi pecho. Hasta ahora no tenía miedo, pero no puedo negar que tener la muerte frente a los ojos es muy diferente que imaginarlo. Un solo movimiento de su dedo, nada mas hace falta.

Siento mi corazón acelerarse, las manos me sudan, pero no daré un paso atrás.

Solo puedo pensar en ella, en el dolor que sentirá si algo me pasa, en mi hermano, en mis amigos, en mis sobrinos. No puede terminar todo aquí, Fred me dijo que confíe en él, no me fallará.

El ruido de los autos los delata cuando ya están cerca, mi padre me rodea para ver que sucede y cuando ve de qué se trata me envuelve con su brazo y pone el arma sobre mi cabeza.

Noah, Matteo, Dante, Olivia y Fred bajan de los autos. No quería que ella esté aquí, está llorando pero quiere hacerse la fuerte, no le veo el punto, yo también estaría llorando si la situación fuera al revés.

Fred los hace hacia atrás y avanza él solo un par de pasos.

Olivia quiere seguirlo, pero Noah la retiene envolviéndola en sus brazos con firmeza.

Sin embargo es ella quien habla.

— Sólo déjalo ir, te daremos lo que pidas.

Mi padre se ríe de forma muy malvada.
— Miren, la zorra sí sabe negociar.

El sonido de un disparo hace que todos nos paralicemos, solo se escucha el silencio por lo que parece una eternidad, y entonces el cuerpo de mi padre se desploma a mis espaldas. Olivia corre a abrazarme y yo aun no comprendo lo que sucedió.

Fred, me dijo que confíe en él, y no me falló. Se acerca a mi padre sin guardar su arma, volteo para ver que la bala entro en su hombro, esta despierto pero hay mucha sangre saliendo muy rápido. 

Fred se agacha a su lado y le apunta justo en medio de la frente.
— Vuelve a insultar a mi hija, y la próxima irá directo a tu cráneo.

Olivia toma mi rostro en sus manos, las lagrimas mojan sus mejillas pero ya se ve mas tranquila.
— ¿Estás bien? ¿Te hizo algo malo? — solo niego con la cabeza y la atraigo a mi pecho dejando un beso en su desordenado cabello.

Por un momento pensé que no volvería a abrazarla.

La policía llega, Olivia se pone nerviosa, los chicos están tensos. Obvio porque Fred le acaba de disparar a mi padre, pero ellos no saben lo que yo sé.

Una oficial se acerca a Fred, y él de inmediato saca su placa para identificarse, la misma que me mostró ayer en su auto.

— ¿Qué significa esto? — pregunto sorprendido al ver su placa de la Agencia Central de Inteligencia.

— Soy un agente secreto.

Me aguanto una pequeña risa.
— ¿Cómo en las películas?

Él también se ríe, y vuelve a guardar su placa en el bolsillo.
— Ojalá fuera tan divertido.

— ¿Por qué las chicas no lo saben?

— Secreto es secreto Liam, me muevo en un mundo muy peligroso, es para mantenerlas a salvo.

Le doy un asentimiento, no sé que decir, hace casi cuatro años que lo conozco y nunca me lo hubiera imaginado, solo pensaba que trabajaba demasiado en sus empresas.

— El padre de tus amigos fue el primero en descubrirlo, Pietro Romano, estaba tras sus pasos por algunos negocios turbios, me puso en jaque cuando descubrió lo de Olivia y Emma. Por eso ellas no lo saben, porque si alguien más lo sabe las pongo en peligro.

— Mi papá... él...

— Tu papá está involucrado en asuntos con el narcotráfico, pero es muy inteligente, no tengo ni una sola prueba para arrestarlo. Supongo que el secreto está en la finca a la que Olivia y Dante irán, pero no puedo entrar sin una orden. Usaré mis contactos para mantener el lugar despejado, cuando ella te llame y te diga lo que encontró allí tu le dirás que llame a la policía y también a mí.

No estoy sorprendido para nada, mi padre es capaz de lo que sea.

— ¿No es peligroso para ella?

— ¿Crees que la dejaría desprotegida? Ninguno de ustedes lo estará, en ningún momento.

Y entonces lo entiendo, este plan es un operativo más grande de lo que podemos imaginar, lo único que no entiendo es que pintamos nosotros allí.

— ¿Por qué nos dejas hacer esto?

Fred sonríe y da la vuelta para regresar a casa.
— Porque es tu lucha Liam, y si es tu lucha es la de mi hija, y la de tus amigos. Yo solo los acompaño y me aseguro de que nada les pase, además me parece maravilloso el hecho de que lo dejen en quiebra.

Claro, esa parte no puede hacerla él.

— Gracias — digo muy sinceramente.

— Confía en mí Liam, aunque parezca que estás solo, estaré allí para protegerte.

Y lo hizo, aunque parecía que estaba solo, sí llegó a tiempo.

— ¿Agente de qué? — pregunta Olivia confundida.

— Te lo explicará, Hadita. Vayamos a casa...

Camino con ella de la mano, pero entonces siento la imperiosa necesidad de saborear la victoria y me volteo a hablar con mi padre, que está recibiendo primeros auxilios por la policía.

Me acerco lo suficiente para susurrar en su oído.
— Estás en la quiebra, tus cuentas del banco: vacías. El dinero de la casa de campo: es mío, lo usaré para darle una mejor vida a gente que lo necesite. Tus hoteles: son de Frank que está muy bien siendo cuidado por mis amigos. Ahora disfruta tus cuarenta años en prisión como un vulgar y mundano ratero.

— ¿Qué dices? — el miedo en sus ojos es inconfundible.

— Pusiste tus manos sobre ella, grave error, papá.

De ahora en más, solo resta ser felices.

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Tontas Reglas [Serie Tontamente #3]Where stories live. Discover now