Tontas Reglas [Serie Tontamente #3]

48 - Confiar

Liam

Por algún motivo me dejó mas de una hora encerrado en su auto, por eso pude hablar con Olivia pero justo entonces llegó y tuve que colgar. Mi única misión es hacer tiempo, pero sé que él querrá algo más. Por algo me tiene aquí, por algo está solo, estoy consciente del peligro que corro, pero confío en las palabras de Fred.

— Demos un paseo, hijo — dice en cuanto regresa a su auto luego de la larga espera —. Tal vez seas el único hijo que me queda, tu hermanito debe estar... frio.

Hablé con Matteo hace diez minutos, sé que mi hermano está en el hospital, aún no despierta pero está fuera de peligro así que no lo dejaré manipularme.

— ¿Eres un asesino ahora?

Ignora mi pregunta solo sonríe y conduce por varios minutos en silencio, no puedo dejar de pensar en los chicos. Sé que cada uno cumplió con su parte del plan y que en este momento mi padre no tiene mas dinero que el que trae en sus bolsillos, pero ahora tengo que encontrar la forma de salir de aquí.

Le lleva unos quince minutos conducir hasta el río, mi padre me quitó mi teléfono pero obviamente ya habíamos tenido eso en cuenta y tengo otro por el que los chicos están accediendo a mi geolocalización en tiempo real. Espero que lleguen a tiempo, aunque no tengo miedo, sea como sea valió la pena.

— Hablemos — dice bajando de su auto y tomo una respiración profunda antes de hacer lo mismo.

El sol brilla con fuerza sobre el agua, no hay nadie cerca solo somos él y yo.

— No tengo idea de cómo demonios hicieron para que tu hermanito maricón sea el titular de todo lo que he construido, pero lo quiero de vuelta Liam, no es negociable.

— Entenderás que no puedo hacer eso — hablo con calma, solo necesito tiempo.

— No estoy preguntando, es eso o mueres. Y luego de ti iré por ella, y te prometo que me divertiré un rato antes de eliminarla.

Trago saliva y tomo una respiración profunda, no puedo perder la calma, aunque estoy seguro de que si lo vuelvo a golpear esta vez no me detendré. Solo me quiere provocar, no le daré el gusto.

— No tengo nada que ver, no tengo idea de lo que hablas.

— ¿Todo esto es por Ámbar? — mierda, justo el rumbo que no quería que tome la conversación.

Cierro mi puño pero me retengo, solo alcanzo a murmurar.

— No la nombres.

— No, tú no puedes nombrarla Liam. Todos estos años culpándome por su muerte solo para no ver que el único responsable eres tú, tú y el idiota de tu hermano.

No dejaré que me haga sentir culpable, ya me he torturado por demasiados años, fue un accidente y el único responsable de cuidarnos a los tres era él.

Antes de la muerte de Ámbar todo era diferente, éramos una familia, viajábamos juntos por el mundo, nos teníamos unos a otros. Pero un solo minuto lo cambió todo, un solo minuto oscureció nuestras vidas por el resto de los días. Frank y yo logramos encontrar la salida, no sin dolor, pero lo logramos. Ellos no, ni mi padre ni mi madre, y muy en el fondo detrás de todo el odio solo puedo sentir lástima por él.

— Ya no soy manipulable, papá.

— Nunca lo has sido Liam, ese es tu problema, por eso estas aquí.

No puedo evitar sentirme elogiado ante ese comentario.
— ¿Y tú crees que me asustas? — veo a lo lejos el auto de Dante y el de Fred levantar la tierra del camino y sonrío.