iii. Falling for U

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Una fría mañana de octubre trajo consigo recuerdos desgarradores y penas inolvidables para su corazón. Ese día aparentaba ser uno cualquiera de aquel otoño, puesto que no tenía ninguna clase de singularidad para cualquier persona, excepto para Abbacchio. Ese día era especial para él, pues era el tercer aniversario de la muerte de su compañero, no podía creer que ya se habían cumplido tres largos años de la miseria que había cometido, de aquel dolor mental que le producía pensar en ese día, y especialmente del momento en el que el caos invadió su vida.

Aquel año se sentía como una ola de mar que arrasaba con todo a su paso sin importarle el daño que podía provocar, ni la cantidad de seres vivos que podían morir a causa de su devastadora fuerza.

A lo largo de los años pensó innumerables veces el día del accidente, reviviendo cada segundo de esa noche casi a diario. Los escenarios aparecían en su mente provocándole una agria sensación, a esas alturas ya estaba enfermo de sentir esa culpa. Intentaba con todas sus fuerzas dejar de concentrarse tanto en los pequeños detalles que pudo haber hecho ese día para que su amigo, a día de hoy, continuase con vida. Sin embargo, le resultaba difícil hacer eso.

Pensaba en lo que pudo haber sucedido ese día si su compañero, Samuel Morelli, se hubiese quedado en el vehículo esperándolo mientras que él revisaba el departamento, pues era un simple allanamiento que Leone pudo haber controlado sin problema alguno. Se hizo miles de preguntas con respecto a ese día que no pudo evitar responderse a sí mismo con cierto pesimismo. Estuvo tres años reflexionando todo lo acontecido para finalmente haber llegado a la conclusión de que ese día él debió haber muerto.

A diferencia de Morelli, Leone no tenía familia ni amigos que lloraran por su muerte o que le dejara una mísera flor en su lápida, su existencia era insignificante junto a la de él. Se comparaba a sí mismo como esa clase de maleza que crece en un hermoso jardín lleno de bellas flores que danzan ante el sol, era aquel mal que arruina la belleza de los demás.

Se sentía inútil como un ser humano.

Esa tarde compró tres botellas de vino tinto como solía hacer en los viejos tiempos cuando estaba desempleado, en ese entonces se negaba a continuar viviendo como una persona normal, prefería ahogarse en su miseria antes de tener una vida estable y continuar como si nada hubiese sucedido.

Creía que el castigo en esta vida era lo único que podía salvar a su sucia alma corrompida por el pecado que había cometido, no muchas cosas se podían comparar a eso. Su corazón estaba envenenado con el mayor veneno que podía existir en el mundo; la ira.

No se sentía preocupado por no ir a su trabajo, pues le había pedido faltar ese día viernes a Tonio explicándole la complicada situación sin entrar en detalles sobre la razón, su jefe accedió sin hacer preguntas sobre el tema. Al igual que en aquel entonces, ese fin de semana sus únicos amigos iban a ser el alcohol y la soledad.

Para él esa era una clase de retiro espiritual.

En cada ocasión que estaba sobrio se sentía solo inmerso en la profunda e infinita oscuridad, el único sentimiento que podía sentir en esos momentos era la culpa que era generada por los errores que había cometido en un pasado. El dolor del recuerdo iba incrementando cada vez más en sus pesadillas, hasta ese punto no sabía cómo detenerlas. ¿Qué era lo que debía hacer para dejar de pensar en ello de una manera tan obsesiva?

Esa era una de las peores torturas que pudo haber sentido.

No obstante, esos agrios momentos los podía llegar a olvidar cuando estaba ebrio. De cierto modo, se sentía un inútil por tener que depender de ese vicio que tanto le afectaba, pero esa era la única vía de escape que conocía en la que podía huir de ese oscuro mundo que él mismo creó, un lugar donde el mismísimo caos aguardaba. Tenía conocimiento de que existía otra forma para liberar esa carga, sin embargo, se negaba a hacer eso por mero orgullo. Él no era esa clase de persona que compartía abiertamente sus sentimientos, de hecho, le desagradaba hacer eso. Sentía que los demás podían llegar a ver sus debilidades y defectos si es que hablaba sobre él mismo, en ese caso prefería guardarse esos sentimientos sin pensar en que eso le podía afectar.

Because I want you 〖BruAbba〗Where stories live. Discover now