CAP 12-Amigos

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PUNTO DE VISTA DE

Al día siguiente, cuando llegó la hora indicada, tomé la pequeña bolsa y me dirigí a la biblioteca

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Al día siguiente, cuando llegó la hora indicada, tomé la pequeña bolsa y me dirigí a la biblioteca. Había estado muy ocupado los últimos meses y a penas había tenido la oportunidad de ir, por lo que cuando el olor a madera y a papel invadío mi olfato, sentí cierta nostalgia.

Había llegado 10 minutos antes de la hora indicada y decidí dar una vuelta por aquel templo de papel. Me alegré al ver que habían llegado libros nuevos, pero me dirigí directamente a mi pasillo favorito donde tranquilo y sereno, descansaba El retrato de Dorian Gray.

Me costó un poco sacarlo de su escondite, por lo que supuse que nadie lo había tomado en meses, y me sorprendió ver que al abrirlo, un pequeño papel cayó de él.

'Olvídame Ángel'

Eran tan solo dos palabras, sin ningún rastro de quién lo había escrito. Un mensaje olvidado, sin contexto y sin sentido, tal vez escrito por un corazón roto.

 Observé la letra delicada por varios minutos tratando de encontrar en ella algún secreto que me dijese que manos habían escrito aquel verso, pero nada me vino a la mente.

Lo guardé en mi bolsillo diciéndome que algún día descubriría quien había dejado aquel mensaje y me senté en una de las mesas. Por la hora no había mucha gente, y pude verla inmediatamente cuando entró por la puerta de cristal.

Caminó hacia mí con paso decidido, de seguro a la defensiva, pensando que había sido una mala idea venir.

-Hola- me saludó sentándose frente a mí.

No respondí inmediatamente.

-¿Y bien? ¿Qué quieres hablar?- preguntó yendo directamente al grano. Sus manos temblaban sobre la mesa, lo que delataba que aún provocaba un cierto nerviosismo en ella, y eso me motivó a hablar.

-Quiero que seamos amigos- solté de golpe sabiendo que estaba jugando con fuego.

Ella me miró dudosa, como si fuese una propuesta peligrosa e inusual.

-¿Amigos?- cuestionó.

-Así es- contesté.

-¿Y porqué?-

-¿Y porqué no?-

-Yo pregunté primero- 

-Espero tu respuesta- 

-Eres insoportable- 

-Me agrada ese nuevo nombre- respondí sonriendo de lado.

Viendo que la conversación no llegaba a nada, susurró y asintió.

-Genial, tengo algo para celebrar- dije tomando la pequeña bolsa y entregándosela.

-No tenías que...-

-Feliz Navidad-

-Navidad es en un mes- replicó ella abriendo la bolsa con extremo cuidado, como si pudiese haber una bomba dentro de ella.

-Me gusta celebrar antes- le contesté.

Abrió la caja con delicadeza dejando ver el deslumbrante brazalete.

-No puedo aceptarlo...- dijo con aquella modestia que tanto le caracterizaba.

-Es una señal de nuestra amistad, no puedes rechazarlo- insistí.

-Pero no es un brazalete de amistad si tu no tienes uno también- me corrigió. Después de pensarlo unos segundo se quitó uno de los brazaletes que ya tenía puesto. Era dorado y delicado, tan solo una fina linea cruzada con otra.

-Dame tu mano- me ordenó. Obedecí y ella puso el brazalete al rededor de mi muñeca. El roce de sus dedos sobre mi piel me llevó a aquel verano en el que lo habíamos sido todo, y no habíamos sido nada.

-Te pondré el tuyo entonces- Tomé el brazalete de la caja y lo puse en su muñeca. Le quedaba exquisito, como si lo hubiesen diseñado pensando en ella.

-Ahora sí- dijo feliz viendo nuestras muñecas.

Sonreí yo también sin poder evitarlo, sintiendo como una vez más, su mirada de ángel se robaba mi corazón.

PUNTO DE VISTA DE

PUNTO DE VISTA DE

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Lo odiaba.

Odiaba a aquel tonto arrogante. 

Odiaba su sonrisa, su manera de caminar, su manera de sacarme de mis casillas. Siempre me esforzaba por sonreír y ser siempre amable, ¡pero es que Christian me sacaba desquicio! Es como si le encontrase un terrible placer a atormentarme.

Me encerré en mi habitación dando un portazo y me tiré en mi cama. No quería verlo nunca más.

En mi memoria seguía la mirada peligrosa del equipo contrario y el miedo que había sentido al subirme en el Ferrari. Sentía que había vivido toda una vida en una noche. 

Me preguntaba que había pasado después con Liam y los demás que se habían quedado, pero no me atrevía a hablar de ello con Ziel. Seguía demasiado sorprendida de que personas tan admirables como ellos dos, amigos de todas las personas respetables de este país, estuviesen en enredos tan importantes. Recordé entonces que mis padres tenían sus cuentas en el banco Williams. ¿Sabrían ellos lo que ocurría? Imposible. Sabía lo mucho que mi madre odiaba la delincuencia.

Eran las 6 de la mañana y tenía clases a las 8.

Genial. Eso me pasaba por irresponsable.

Sabiendo que no podría dormir decidí tomar mis pinceles y empezar un nuevo cuadro. Algo sombrío, aunque dinámico y fuerte. Un retrato.

Como si mis pinceles se dominaran solos, empezaron a trazar delicados trazos : sus labios, su cabello, cada detalle iba apareciendo lentamente en el cuadro como por arte de magia. Y esta magia se detuvo cuando tuve que pintar su mirada. Tenía tantas diferentes que no sabía cual era la verdadera, como si lo dijese todo por los ojos. Miré el reloj y me sobresalté al darme cuenta de que si no me daba prisa, llegaría tarde a clases. Solo me faltaba terminar los ojos, y podía ya decir que ese era el mejor cuadro que jamás había pintado.

Tomé mi mochila y mis llaves para dirigirme a la universidad, pero tenía una sonrisa en mis labios que sabía que no me dejaría en todo el día.


Nuevo Cap! 

No sé quien me gusta más, si Aris o Christian. Ustedes a quien prefieren?

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Los quiero un mundo Diamantes

DD

No me olvides #OLVIDADOS#3 (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora