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MyungSoo había dejado un poco de lado su trabajo de biología, él decidió no preocuparse tanto ya que tenía bastante tiempo para hacerlo pero a la semana se dio cuenta que ya había pasado demasiado. Él necesitaba avanzar con ese trabajo, aunque tenía aproximadamente un mes todavía no iba a poder hacerlo a último momento, el pelirrojo no iba a ir a su casa para que él hiciera experimentos en su trasero. Él tenía que buscarlo, así que por esa razón él estaba en el patio del colegio buscándolo en la hora del receso. 

Con su mirada buscó al chico de lindo trasero y lo encontró cerca de un gran árbol junto a su amigo pálido pero no porque su cabello pelirrojo se distinguía de entre los otros, ni porque sus labios carnosos llamaran la atención en un lugar donde la mayoría de los estudiantes del instituto los tienen muy delgados, sino por su precioso culo.  El pelirrojo estaba a punto de sentarse en el césped pero se vio interrumpido por gritos provenientes del de hoyuelos. 

—¡Hey, tú! ¡El de lindo trasero! 

El de ojos café giró sobre sus talones, realmente molesto, él odiaba que lo trataran de ese modo. Él podía tener el mejor culo pero no tenían porque estarle diciendo ese tipo de cosas todo el maldito tiempo. 

Pero cuando vio quien le había llamado así, su enojo se esfumó, convirtiendo su ceño fruncido en una tonta sonrisa. Quien le había hablado era el lindo chico de ojos negros que le había estado mirando el trasero hace semanas. A él comúnmente le molestaba que lo trataran de esa forma pero con el moreno no le había pasado así y eso era bastante raro. 

—¡No te sientes! 

El pelirrojo volvió a fruncir su ceño pero no por molestia sino por confusión ¿Por qué el moreno no quería que se siente? No es como si él se sentará y el otro chico no pudiera hablarle. 

A los segundos, cuando el de ojos negros estuvo más cerca, le aclaró lo que le estaba generando dudas—. ¿Puedo tocarte el culo? 

—¡Claro que no, idiota! —El pelirrojo le pegó una fuerte cachetada y se marchó bufando, con el ceño y los labios fruncidos por la molestia. 

Pero, todavía sentado sobre el césped, quedó su amigo pálido riendo a carcajadas por ver lo ocurrido.

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Proyecto: MyungYeolМесто, где живут истории. Откройте их для себя