1.29 Tu verdadera cara

32.5K 1.3K 147
                                    

—Pero ya no hablemos de eso. Mejor ven, te prepararé el desayuno. —Me dijo. Como si nada hubiese pasado.

—Tengo que ir a la empresa, no te preocupes por mi, ya comí. —Dije.

—Ya veo. Te veré entonces más tarde, te amo mi Larah. —Me besó. Intenté separarme de sus labios.

Santiago Estaba incomodándome.

Subí a tomar una ducha, mi pómulo derecho tenía un hematoma por aquel golpe que Santiago me había dado. Él salió de la ducha y me abrazó por detrás mirándome.

—Cubres ese golpe, no quiero que piensen que soy un golpeador de mujeres. —Besó mi cuello. —Y no quiero volver a ver marcas de ese pendejo en ti, por que si no voy a asesinarlo a él y después te asesinaré a ti, mi amor. —Sonrío.

—Este no eres tú Santiago. —Lagrimé.

—Me obligaste a ser así mi amor. Esto es por tu culpa. —Me besó. Me solté.

—Creo que es mejor que tú y yo nos separemos Santiago. —Dije quitándome el anillo. Entregándoselo. El rió.

—¿Si sabes que esa bobada no significa nada? Que me entregues el anillo no significa nada Larah. Eres mía. Tú y Ximena son mi familia. —Dijo.

—Yo no soy nada de ti ya. —Me alejé, el me tomó por el cabello. Pegándome a él.

—¿Fue por él verdad? ¿Te gustó como te folló ayer? ¿Es eso? ¿Es mejor que yo? —Dijo quitándose la toalla que lo cubría, arranco mi vestido y me aventó a la cama. Quería soltarme pero él era más fuerte que yo.

—!Déjame! —Grité lo más alto que pude, él me golpeó una vez más.

—Te voy a recordar lo mía que eres. —Él comenzó a embestirme con fuerza, sin importarle lo mucho que me lastimaba. Quería que parara pero fue imposible.

Después de un rato, por fin me soltó, limpiando aquellas lágrimas que recorrían mis mejillas.

Me cubrí.

—Yo solo quiero cuidarte, amarte. Deja ya de complicarme las cosas. ¿No recuerdas lo feliz que éramos juntos? —Me Acarició el cabello. Lo miré con odio. Este no era el Santiago Que conocía.

—Tengo que ir a trabajar. —Susurré.

—No quiero que vayas hoy. Quiero que nos quedemos juntitos. —Me abrazó.

—Tengo una junta Santiago. Con mi padre y unos socios. —Dije, sin mirarlo. A este punto ya no podía mirarlo a los ojos.

—Bien..... entonces haré algunos negocios. Ve a tu junta, solo no voy a dejar que te pongas uno de esos vestidos ajustados, no quiero que nadie mas te mire. —Dijo. Me levanté y fui de nuevo a la ducha. Quería borrarme a Santiago del cuerpo, quería borrar cada marca, cada beso.

Mis lágrimas se mezclaban con el agua que escurría de la ducha. Intentaba ser silenciosa pero.... me regresaba a la cabeza la escena de Santiago.... abusando de mi.

—Amor, ya me voy al trabajo. Cuando vuelvas a casa me llamas, les tengo una gran sorpresa a ti a Ximena. —Dijo tocando la puerta, me sorprendía cómo actuaba tan normal.

Lo escuché irse.

Santiago

Fui a recibir a mi hermano Bruno al aeropuerto.

—Ya tengo todo listo para Larah. —Dijo Bruno.

—Me alegro. No voy a dejar que él pendejo de Joseph me la quité. Mientras tanto la tengo completamente dominada. —Dije.

—Para eso son las mujeres hermano, para utilizarlas. Ahora iremos a ver la casa que te dije, donde podrás encerrarlas. —Dijo.

—Pero primero tengo que ir por la niña al colegio. Tampoco me quitarán a mi hija. Y ella, es la mejor arma para retener a mi Larah. —

¿Qué estará planeando Santiago?

TóxicoWhere stories live. Discover now