1.16 Te necesito, por favor.

43.6K 1.7K 628
                                    

Larah

Me levanté, iba a acercarse. Pero me alejé.

—No me toques Joseph, no vuelvas a tocarme en tu puta vida. —Levanté la voz.

—Larah lo siento..... —Me miró.

—Vete de mi habitación ya. O te juro que voy a hablarle a Lindsay. —Dije.

—Larah, escúchame. No puedo estar sin ti mi amor, te necesito. —Intentó nuevamente acercarse a mi pero me alejé.

—Aléjate de mi Joseph. No te quiero volver a ver, aléjate. —Levanté la voz. —Si note vas tu, entonces lo haré yo. —Iba a salir de la habitación pero Joseph me detuvo. Pegándome a la puerta.

—No. —Me besó, quise alejarme pero.... no pude, no resistí. Respondí a aquel beso. Sus labios atacaban desesperadamente los míos, me subió a su cintura y terminó de deslizar el cierre del vestido para después quitármelo. Yo comencé a quitarle la camisa, acariciando su pecho. Lo extrañaba tanto.

El me recostó en la cama posicionándose encima de mi, quito ágilmente mi sostén para succionar uno de mis pechos con su boca, solté un gemido.

—Dime que eres mía. —Introdujo dos de sus dedos en mi zona, moviéndolos. Gemí. Él estaba llenándome de placer.

—Soy tuya Joseph. —Él Sonrío y se deshizo de sus pantalones para comenzar a embestirme con fuerza. Sus embestidas eran constantes, y con cada una de ellas un gemido salía de mis labios.

Sus labios comenzaron a atacar mi cuello, sabiendo que eso dejaría marcas.

—Joseph.... —Susurré apuntó de llegar.

—Extrañaba estar dentro de ti. —Exhaló lleno de placer, corriéndose dentro de mi. Intentábamos normalizar nuestras respiraciones, no dejábamos de mirarnos.

—Te quiero. —Lo besé. Él salió de mi y me recostó en su pecho.

—Y yo te amo. —Besó mi cabello.

—Pero no podemos estar juntos Joseph. —Dije

—No puedes decirme eso Larah y menos con lo que acaba de pasar. —Me miró confundido.

—Tu vas a casarte y yo ahora estoy en una relación con Cameron. Y..... Joseph nos mataríamos en un día. Podemos amarnos pero.... no podemos estar juntos. —Exhalé levantándome de la cama, comencé a vestirme.

—Eso no es verdad..... no empezamos bien pero...... —Interrumpí.

—Pero nada. Bien dicen que lo que mal empieza, mal termina. Joseph ya.... tomemos esto como..... como una despedida. —Dije.

—Bien, cuando puedas definir lo que realmente quieres en la vida, búscame. Larah, madura ya. —Se vistió y salió enojado de la habitación.

Mira nada más quien habla. Me recosté e intenté dormirme.

A la mañana siguiente todos fuimos a desayunar, Joseph como siempre estaba serio. Incómodo. Y yo..... también. Apenas y pude cubrir aquellas marcas que me había dejado con un poco de maquillaje.

—Está tarde nosotros nos iremos de aquí, tengo algunos asuntos de trabajo. Espero que se diviertan. —Dijo Joseph.

—Hermano, no seas un amargado. Reagenda tus compromisos, venimos aquí a pasarla bien y apenas estamos llegando. —Dijo Jillian un poco molesta.

—No puedo, el trabajo es primero y si me disculpan debo irme a hacer una llamada importante. —Dijo levantándose de la mesa.

—Tranquila cuñada, cuando nos casemos intentaré que Joseph sea más accesible. Mas divertido, menos amargado. —Dijo Lindsay.

El móvil de Jillian comenzó a sonar, sus ojos se llenaron de lágrimas.

—¿Que pasa Jillian? —Susurré.

—Mis padres..... tuvieron un accidente de auto y los dos...... los dos están muertos. —Dijo lagrimando, todos nos quedamos asombrados.

Joseph estaba regresando corriendo a la mesa, también tenía los ojos cristalizados, se dirigió a Jillian y la abrazó fuertemente. También le habían avisado.

—Iré a preparar todo para que regresemos a la ciudad. —Dijo Cameron.

Me partía el alma ver a Joseph así..... exhalé.

—Lo siento mucho. —Susurré.

El novio de Jillian se dirigió a abrazarla y Joseph me miró.

—No me importa nada, te necesito en estos momentos amor. —Me abrazó. Acurrucándose en mi. Respondí a aquel abrazo, acariciando su cabello.

—Voy a estar siempre que me necesites. —El Acarició mis mejillas.

Todos volvimos a las habitaciones a empacar, teníamos que llegar al aeropuerto en media hora. Lo hicimos, en cuestión de horas llegamos a la ciudad para empezar con todo el movimiento.

Joseph tenía que ir a reconocer los cuerpos y a hacer todo el Papeleo. Era un hombre bastante fuerte a pesar de lo difícil que debe ser esta situación.

—Está noche será el funeral. —Nos dijo, tenía los ojos rojos de tanto llorar.

—Estaré contigo todo lo que resta del día cariño. —Dijo Lindsay abrazándolo por detrás, él se soltó.

—Estoy bien, dile a tu hermano que te lleve a casa, quiero descansar, estar solo. —Dijo serio. Lindsay aceptó. No tan convencida y después de insistir por un rato.

—Yo me llevaré a Jillian, estaré con ella. —Dijo su cuñado. El asintió. Jillian aún seguía muy dolida, sorprendida.

—Te veremos más tarde hermano, cualquier cosa aquí estaremos. —Dijo Cameron tomándome por la cintura.

—Yo me quedaré. Es decir.... mi padre vendrá por mi, es amigo de Joseph y quiere verlo, así que no te preocupes. —Mentí.

Cameron se despidió y se fue. Me dirigí a Joseph y lo abracé.

—No voy a dejarte. —Acaricie sus mejillas.

—No puedes hacerlo, por que eres mi fuerza ahora Larah. —Me recosté con el. Comenzó a acariciarme.

—Tus padres estarían orgullosos de ti Joseph. Admiro tu fortaleza amor. —Lo miré.

—Tengo que serlo, por ellos, por Jillian y por ti.... —Me besó.

El móvil de Joseph sonó, el puso la llamada en altavoz.

—Señor.... se que no es momento de decirle estas cosas pero..... el accidente de sus padres no fue realmente un accidente si no fue un atentado. Alguien los mando a asesinar e hizo pasarlo por un accidente. —Dijo aquel hombre de seguridad de Joseph. Él se puso completamente serio.

TóxicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora