- Una que mata - contestó Hershel por mi - y estas en la última fase

- ¿Quien es usted? Repórtese - ordenó intentando ponerme detrás de él pero volvió a toser

- La persona que mantuvo a su hija con vida todo este tiempo, y ahora pido que se aleje de usted

- No - dije - no podemos dejarlo aquí

- Parece que tendrás que hacerlo soldado - contestó mi padre, volví a verlo espantada

- No permitiré que te conviertas en el asesino, tu no lo permitirías

- Yo lo haré - dijo Carl

- No - pidió mi padre - te entrené toda la vida para esto Elora, a tomar decisiones difíciles...

- No - pedí viendo que sacaba provecho de las situaciones, como siempre

- Solo mi propia sangre me verá sangrar, debes hacerlo tu

- Estas loco si crees que te mataré

- Tu lo dijiste, no permitirás que me convierta en el asesino - tosió sin taparse la boca y escupió sangre - mierda... Elora, es una orden - mi cuerpo se congeló

- Elora no tienes que hacerlo - dijo Carl a mis espaldas

- Tengo que - dije mirando a los ojos de mi padre mientras lloraba - es una orden

Recuerdo que cuando era pequeña todo lo que mi padre decía y terminaba en "es una orden" no podía discutirse y mucho menos desobedecer. Estos años con los caminantes no lo hicieron cambiar, en su lecho de muerte seguía atemorizándome, dándome órdenes y aún así lo quería como si fuera lo único que me quedara, y en parte lo era

- Que orgullo - dijo con mucho esfuerzo - hazlo

Me separé de él y caminé dos pasos hacia atrás quedando a la altura del abuelo y mi mejor amigo, sentía sus miradas sobre mi pero nada cambió, seguía obedeciendo las órdenes de mi padre como siempre. Llevé la chapa con su nombre y la medalla verde sobre mi cuello y lo colgué, luego lo oculté debajo de mi ropa . Tomé mi segunda arma de mi muslo y la levanté, las lágrimas en los ojos casi me impedían ver lo que apuntaba pero tenía que ser fuerte

- Elora por favor - pidió Hershel - vámonos no tienes que hacer nada por él

- Claro que si - contesté

- No tienes que - dijo Carl - yo lo hice con mi madre y te cambia, Elora por favor...

Pero las palabras de ambos eran vacías para mi en estos momentos, disparé dos veces el arma y mi puntería nunca había sido tan certera, ambas junto a la otra en medio de la cabeza de mi padre ahora muerto. Si Carl tenía razón sobre si matar a mi propio padre me iba a cambiar pues no me importaba, este hombre era el único que lograba darme ordenes atemorizándome y hacía que las cumpliera sin importar lo que pensara. Quise darle sentido a las balas para sentir que no fueron gastadas en un bastardo

La primera bala fue porque él me lo ordeno pero la segunda fue por todo el odio acumulado en mi, los años sola y de sufrimiento que tuve que enfrentar gracias a él, ahora sabía que si estaba muerto y ahora ya no había nadie que pudiera hacerme hacer lo que yo menos quería

Hershel tomó mi hombro y lo acarició, sabía que si dependiera de él nos hubiéramos ido a la cárcel y lo hubiéramos abandonado pero él no vive en mi cabeza para entender mis razones. Mi padre se había vuelto la primera persona viva que mataba, la primera en hacerme sufrir de maneras diferentes y la última que lo lograría

- Vámonos - pedí, retrocedí sobre mis pies, tomé mi arma de cintura y lanza del suelo

- Había mucha paz - dijo Hershel a mis espaldas, caminaba seria

Unidos En El ApocalipsisWhere stories live. Discover now