20

870 143 36
                                    

El corazón de Ten palpita con fuerza, por primera vez en su vida se siente bien con que es y con quién será. El último mes TaeYong lo hace sentir así.

TaeYong le ha enseñado tantas cosas hermosas de la vida, como que si te paras a observar a tú alrededor te sentirás agradecido por poder vivir. Por lo que tienes y por lo que puedes llegar a tener.

—Está noche, ¿qué cenaremos?— cuestiona el tailandés mientras acomoda los trastes que TaeYong acaba de lavar, se había acostumbrado a estar más tiempo en el departamento de TaeYong que en el propio.

Tanto que pensaba pedirle que viviera con él.

—Uhm. Realmente no tengo ganas de cocinar, ¿ordenamos pizza?— Ten asiente emocionado mientras va a sentarse a un lado.

—Perfecto, cariño.— las mejillas de ambos se tiñen de rojo, a Ten se le había salido llamarle así.

En el último mes pasaron tantas cosas, tantos sentimientos encontrados que sentían la calidez inundarlos.

—Chittaphon.— TaeYong sujeta sus manos con suavidad, se había preguntado miles de veces si hacerlo, pero ya era hora. —Yo... Chittaphon, yo te amo— la confesión lo toma por sorpresa al tailandés.

—TaeYong... — Ten sonríe antes de besar con brevedad sus labios y hacer que el corazón del ángel explote. —También te amo, y estoy tan agradecido con la vida por ponerte en mi camino.—

TaeYong sin querer comienza a llorar, porque sabe que su amor es tan imposible, porque sabe que solamente tenia una misión, porque no quiere dejar la vida humana. Porque TaeYong quería hacer feliz a Ten, pero estar cerca de él también.

Su corazón está latiendo con fuerza y después de aquello todo se vuelve blanco para él.

Pero Dios es misericordioso y da segundas oportunidades.

Red→ †TaeTenWhere stories live. Discover now