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A la mañana siguiente, recibió otro mensaje de DongHyuck.

¡Hyuuung! Hay comida en el refrigerador, coma y vaya a trabajar, suerte.

Inmediato contestó.

Muchas gracias, me esforzaré.

Tal como su amigo había dicho había comida en la nevera, desayuno cereal, se dio una ducha y se puso el  uniforme del trabajo.

Era una camisa blanca con un pantalón negro.

Salio del departamento y camino rumbo a la cafetería, estaba anonadado, todo era tan hermoso, el aire, el sol sobre su piel, las flores, los árboles, las personas parecían ir tan deprisa.

No se paran a contemplar el precioso lugar.

Miro su reloj y... ¡Oh no! Se le hacia tarde, de hecho, iba 10 minutos tarde ya.

TaeYong corrió a toda prisa a la cafetería tratando por todos los medios no sudar y no arrugar su ropa perfectamente planchada, para su suerte, al entrar no notaron su atraso.

—¡Oh! Tú debes ser el nuevo, ¿TaeYong no?— el ángel asintió.

—Mi nombre es YangYang, bienvenido.— extendió su mano a él.

—¡Muchas gracias! Voy a esforzarme. — estrecho su mano.

TaeYong era mesero en aquella cafetería, bueno, a penas lo seria.

El chico de nombre YangYang era amigable y sobre todo paciente con él, también divertido, le recordaba a DongHyuck, ya que el chico era como un sol.

La presencia del Tailandés, acaparó su atención.

Acercándose a su mesa le sonrió.

—Buenas tardes, ¿qué vas a pedir?—

—¡Oh! No sabía que trabajarás aquí, dile a YangYang que soy yo, el sabe lo que siempre ordeno.—

—Un café con leche grande, muy caliente, un cupcake de vainilla relleno de chocolate, no te gusta que le pongan decoración aunque nunca lo haz dicho, así que yo me encargó de eso, no te preocupes. — con una amplia sonrisa dejó al tailandés sorprendido.

¿Cómo era que sabía todo eso?

Al cabo de varios minutos TaeYong volvió con su orden, en el plato junto al cupcake había escrito con chocolate un: Hoy será un buen día Ten.  ♡

TaeYong sabía perfectamente que Ten el día de hoy iría a una audición a una academia de baile. Confiaba ciegamente que seria admitido.

—Muchas gracias.— murmuró el tailandés al leer lo que estaba escrito en su plato

—¡No es nada! Provecho.— el alto sonrió y se dio la vuelta para terminar su jornada de trabajo.

Después de que Ten probara aquel café y aquel cupcake se sintió mejor, como si estuviera muy confiado de sí, también algo en su corazón se agito.

Después de pagar y de despedirse de YangYang, RenJun y Hendery, buscó con su mirada a su vecino, pero tristemente estaba ocupado.

—Es muy curioso, ¿no?— la voz de Hendery le hizo dar un salto.

—¿TaeYong?— murmuró Ten.
—Un poco.— sonrió.
—Díganle por mí que me voy y que también tenga un lindo día.— soltando una risa, el chico salio de la cafetería.

Nadie en mucho tiempo me había deseado un buen día

Y con una sonrisa en el rostro y el corazón lleno de calidez, fue hacer su audición.

Red→ †TaeTenWhere stories live. Discover now