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TaeYong volvía a casa, pensaba en que DongHyuck estaría feliz de saber que Mark estaba mejor y había sido ayudado.

Seguramente DongHyuck tuvo que ver con esto.

Mientras volvía a casa observo el cielo, los arboles, todos los pequeños detalles que habían a su alrededor, está mañana no pudo observar debido a que iba tarde.

Al llegar a su departamento, TaeYong no supo exactamente que hacer. ¿Debía ir y tocar la puerta de su departamento?

Su mayor distracción en el cielo era cocinar, así que eso hizo.

¡Oh! Podía invitar a Ten a cenar, sí, eso sonaba perfecto.

TaeYong comenzó a cocinar su lasagna que a todos les gustaba, por suerte todos los ingredientes estaban en casa.

Cuando acabo, corrió a tocar la puerta de su vecino, dentro se escuchó un ya voy seguido de risitas, Ten abrió la puerta y TaeYong se quedo congelado.

Había otro chico dentro del departamento.

—Oh, TaeYong, ¿algo se te ofrece?— preguntó Ten sacándolo de su transe.

—A- ah... Sí, yo... Uhm... Quiero invitarte a cenar a mi casa.— solto al fin sintiéndose algo avergonzado.

TaeYong nunca había visto al chico que estaba ahí, tal vez era un nuevo amigo, sí... Un nuevo amigo.

—Ve anda, yo ya me voy. Nos vemos en la academia.— el alto chico se levanto del sofá y salio no sin antes mirar a TaeYong, una mirada nada amistosa. Pero no pudo evitar estar feliz, Ten había quedado en la academia.
Era su sueño desde hace mucho.

—¡Adiós Johnny!— el más bajo le sonrió y volvió su mirada a TaeYong.
—Vamos a cenar entonces.— salio de su departamento cerrando la puerta y dirigiéndose con TaeYong al suyo.

—Me alegra que hayas entrado a la academia.— susurro.

—¡Gracias! Seguramente Hendery te hablo de eso, ay... Ese muchacho, por cierto, gracias por invitarme a cenar, es una buena manera de conocernos, ya sabes, somos vecinos, aprecio el gesto.—

TaeYong sonrió mientras cerraba la puerta, pues ya habían entrado.

—Es un gusto tener compañía al comer.—

Ten observó el interior, era demasiado cálido, con cuadros bonitos, cortinas lindas, la mesa y la comida servida.

—Huele realmente delicioso. — sonrió.
—Es una lastima que yo no sepa cocinar... Por lo general como ramen instantáneo. — su voz se escucho triste, Ten extrañaba la comida de su madre.

Ten extrañaba a su familia, pero ellos nunca aceptarían a un hijo bailarín.

Imaginen que pasaría si se enteran que también es gay.

—Por favor toma asiento.— sonrió TaeYong.
—Podemos comer juntos si deseas, puedo cocinar para ti todos los días y no habría problema, me siento solo aquí. — se sentó frente a él, observando su humeante plato lleno de lasagna.

—¿Podrías enseñarme a cocinar? Por favor.— los ojitos de Ten se iluminaron y TaeYong asintió inmediatamente.

—Con gusto.— murmuro bebiendo un poco de la coca cola en su vaso.

Ten probo la lasagna y sonrió amplio.

—¡Delicioso! Muchas gracias TaeTae— y TaeYong no pudo estar más feliz.

Red→ †TaeTenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora