◇ Capítulo 2 ◇

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Desperté con la luz del sol pegando en mi rostro, gruñí con molestia por eso y también por un peso encima de mi cuerpo. Al quitar las sábanas pude reconocer a Hobi, mi hermanastro.

Y se preguntarán ¿por qué no duerme en su cama? porque es un tipo estúpido al que ya no quiero que venga a la estúpida madrugada por su estúpido insomnio al despertarme en la estúpida mañana con un estúpido malhumor.

Por que si se trataba de un buen sueño yo podría dar hasta el disco original de The Beatles de Namjoon firmado por Paul McCartney.
Eso valía mas que una buena casa en Dubai, según Namjoon. Yo no creo eso.

Guíe mi mirada hacía la mesita de luz, y me di cuenta que no era la luz del sol la que pegaba en mi rostro, sino la de la lámpara, desventajas de no ser rayita. Quizá olvidé apagarla antes de dormir. Limpiar baños es exaustivo. Ahora prestando atención al reloj que tenía marcaba las siete. Las siete... siete... ¡Las siete!

¡Yo entro a la prepa a las siete y media!

Salté de la cama y traté de despertar a Hoseok y a Namjoon. Nam fue el único en despertar como yo, Hoseok seguía en su décimo sueño.
Bueno, así como a él no le importó saludarme ayer, tampoco me va a importar que llegue tarde a clases y se lleve una suspensión.

Fui corriendo hasta el baño y lavé mi cara y dientes, se joden los que se sienten cerca mio con mi olor a otaku porque no me da tiempo a bañarme.

Llamé a mi mamá que estaba en la cocina y le dije que si me llevaba rápido a la prepa en auto.
Habitualmente voy con los otros dos orangutanes en bus, pero ahora me vale el futuro de éxito como ingeniero famoso de Hobi.

—¡Mamá! ¿puedes llevarme solo por hoy a la prepa?

Dije colgándome del marco de la puerta.

—¿Y Hoseok?

Ella se giró y me vio confundida.

—Dijo que hoy no tenía clases.

Nam me miró sorprendido y abrí mas los ojos para que entienda.

Seguro que me mata.

—Hmm, está bien. Aquí tienen su desayuno.

—Gracias mamá.

Los tres nos encaminamos hacia el estacionamiento, pero me irrita un montón que esta mujer y Nam no caminen rápido, que si están en mejor forma que yo.

—¡Vamos, corran!

Salí corriendo hasta el auto que se encontraba a pocos metros pero, otra vez, me caigo por alguien.

Escucho a mi mamá reprochándome por haber tirado al chico.

Aquí es donde me pregunto si el problema en verdad soy yo o la gente estúpida que no ve que una desquiciada corre como Bambi cuando apenas nació.

—¡Oh! de verdad lo siento.

Ayudé a aquel chico misterioso con cubre-bocas y gorro negro a levantarse e hice una reverencia.

—¿Estás bien?

Preguntó él.

Me quedé en shook ¿acaso escuché bien?

—Uhm, si ¿por qué?

—Tus rodillas.

Él chico raro señaló con su gran mano mis rodillas.

No sabia que había gigantes en estas épocas, tiene una mano demasiado grande diría yo.

Entonces la curiosidad mató a la jirafa y agarré aquella mano donde apuntaba mis rodillas con mis manos de feto apenas formándose.

-winter bear; k.t.hWhere stories live. Discover now