Mauro: Pues también me gustaría pensar eso Oliver pero lo dudo bastante, Saúl me lo hizo entender bastante bien, y sus padres estuvieron ahí de testigos

Oliver: ¿Don Fulgencio y Doña Socorro estaban ahí con él?

Mauro: Sí, ellos me dijeron que no me querían cerca ni de la familia, de la casa ni de Saúl

Oliver: Pues con razón

Mauro: ¿Con razón que?

Oliver: Porque esos señores son muy malos, y Saúl les tiene miedo, y obviamente con ellos cerca debía de hacer como si no te conociera ¿No crees?

Mauro: B-Bueno ahora que lo dices.... C-Creo que tienes razón

Oliver: Lo sé, siempre la tengo

Mauro: ¿Pero y ahora que haré?

Oliver: Pues sí quieres puedes buscar a Saúl, y cuando esté solo hablar con él, sin la presencia de esos señores malos yo creo que por fin podrán hablar como deben

Mauro: O-Oliver, eres un genio -Besa su cabeza- Te quiero mucho hermano gracias -Se va-

Oliver: Ay que raro es el amor, por eso yo no me quiero enamorar nunca


Mientras tanto

En la casa de los Montenegro en una de las habitaciones del servicio domestico, Roberta se estaba cepillando su cabello largo y castaño, cuando a la recamara entró Martín

Martín: Hola Roberta, sólo venía rápidamente a decirte que la comida hoy se servirá un poco tarde, ya que los señores regresaran tarde de la iglesia

Roberta: Como digas

Martín: Y.... Quería aprovechar para hablar contigo

Roberta: ¿Y de que quieres hablar?

Martín: ¿Por que has estado tan fría y distante de mí?

Roberta: Martín, ¿Por como los patrones han tratado al joven Saúl se te hace poco? Y más si tú te pusiste de su lado

Martín: Pues son los patrones ¿Que quieres que haga? Yo debo de estar de su parte siempre, además de que también concuerdo con ellos, no puedo creer que ese muchacho estuvo en está casa, pobre joven Saúl, no me quiero imaginar lo que ese callejero le obligo a hacer

Roberto: ¿Y quien te dijo que Mauro obligo al joven?

Martín: ¿Que quieres decir?

Roberta: Martín, yo hable con el joven Saúl en persona, y créeme.... Ellos dos están enamorados uno del otro 

Martín: ¿Que estás diciendo Roberta? No digas tonterías, un hombre no se puede enamorar de otro hombre

Roberta: Una persona se puede enamorar de otra persona Martín, porque independientemente del sexo, todos tenemos un corazón y en el mismo lugar, y todos nos podemos enamorar

Martín: Pero no entre gente del mismo sexo ¡Entiéndelo!

Roberta: Pues.... Yo me enamoré de ti

Martín: Y yo de ti Roberta pero lo nuestro es normal, somos hombre y mujer

Roberta: Pero las relaciones entre la servidumbre en esta casa están prohibidas ¿Recuerdas?, y aun así no nos importó, tenemos una relación hermosa y no me preocupa quedar sin empleo y en la calle si algún día los patrones nos descubren, si te tengo a mi lado estoy segura que estaré bien

Martín: Roberta yo te amo, pero no sabes lo que dices

Roberta: Cuando te conocí, supe lo que era el amor verdadero Martín, y cuando hable con el joven Saúl y lo vi a los ojos supe que hablaba enserio, él y Mauro están perdidamente enamorados

Mal Visto (Aristemo/Sauro)Where stories live. Discover now