Mal Visto (Aristemo/Sauro)

Amigos Reales

4 días después

Cuatro días han pasado, y las telas aun no llegaban y Saúl continuaba luchando por mostrarles y enseñarles los buenos modales a Mauro y a Oliver. Que por más que luchaba y se esforzaba, no lograba mucho avance

Saúl: No, no y mil veces no Mauro

Mauro: ¿Y por que no?

Saúl: Pues porque no Mauro, no puedes ponerte el mantel como servilleta en el cuello

Mauro: ¿Y que pasa si me ensucio la ropa nueva que me van a mandar  a hacer?

Saúl: Para eso están las servilletas, y no es necesario que te la pongas como babero Mauro, te la puedes colocar en las piernas y así evitas ensuciarte y no te ves mal frente a los demás

Oliver: Ah bueno, ¿Así está bien Saúl? -Coloca la servilleta en sus piernas-

Saúl: Exactamente Oliver, ¿Ya entendiste Mauro?

Mauro: Sí Saúl pero la verdad sigo sin entender nada de esto

Saúl: No te entiendo

Mauro: ¿Que no se supone que tú eres la primer persona en todo el mundo que no soporta que lo conviertan en algo que no es?

Saúl: B-Bueno sí pero....

Mauro: -Interrumpe- ¿Entonces por que nos quieres convertir a Oliver y a mí en algo que no somos?

Saúl: Es que entiende por favor, yo no estoy en contra de como son ustedes, así fue como los conocí y así ustedes me agradaron, pero no lo vean como que quiero cambiarlos, si no que les necesito enseñar ciertas cosas para que finjan en la cena

Mauro: Ah no mucho menos -Se levanta-

Saúl: Pero Mauro....

Mauro: -Interrumpe- Pero nada Saúl, yo jamás cambiaría mi personalidad pro anda, y mucho menos voy a fingir ser algo que no soy, así que haber como le haces porque conmigo ya no vas a contar -Se va-

Saúl: No espera.... Ya se fue

Oliver: Creo que mi hermano se enojo mucho

Saúl: Yo creo que sí

Socorro: -Llega- ¿Como van hijo?

Saúl: -Nervioso- Em.... B-Bien madre, V-Vamos muy bien

Socorro: ¿Y en donde está el joven de cabello rizado?

Saúl: S-Se llama Mauro madre

Socorro: Bueno, ¿En donde está el joven Mauro?

Saúl: Pues....

Oliver: Se enojo y se fue

Socorro: ¿Y por que se enojo?

Saúl: Por nada madre, tranquila

Oliver: Se enojo porque ya no quiere tener estás clases de buenos modales con Saúl

Socorro: Ah ya entendí, ¿Entonces no le estás dando buenas lecciones a Mauro Saúl?

Saúl: No madre, te juro que yo estoy dando lo mejor de mí pero es él el que no se dispone a aprender

Socorro: Pues más te vale que encuentres la manera de enseñarle a Mauro y que él aprenda a la perfección, porque si no, el día de la cena frente a la señora Margaret Carrasco y de su hija Carmen, el pobre quedará en ridículo por su forma de vestir y de comportarse, y el que quedará mal frente a ellas serás tú y nadie más que tú, porque tú mismo te ofreciste a enseñarles clases de ética a él y a su pequeño hermano sin pedir nada a cambio