Capítulo 11: Las cosas mejoran (Parte 1)

Start from the beginning
                                    

***

—Creo que estoy mejor, ¿sabes?

—No tienes que mentirme, Dex. Tómate tu tiempo.

—No, en serio. Llevo diez minutos sin pensar en Mitch. Oh, mierda, lo hice de nuevo... —suspiró y se detuvo en la puerta del baño. —Voy a lavarme la cara, ya vengo.

Tarik tomó posición en la puerta, dispuesto a detener a quien fuera que quisiera entrar, porque su amigo necesitaba un momento para relajarse y empezar de nuevo a no pensar en ese idiota. Lo odiaba tanto que casi podía escuchar su voz... No, en serio escuchaba su voz, ¿acaso preguntaba por Dexter?

Lo vio en el pasillo, efectivamente pronunciando el nombre del baterista. ¿Cómo se atrevía?

—¡Eh, imbécil! —llamó, a lo que el castaño miró. Realmente un tonto. —¿Qué mierda quieres?

Mitch se acercó, ignorando que el rubio se encontraba de brazos cruzados y asesinándolo con la mirada. —E... ¿está Dexter ahí?

—Sí, pero no para ti.

—Necesito hablar con él...

—Y yo necesito que lo dejes en paz —respondió tajante y perdiendo la paciencia rápido. —Mira, Williams, no sé qué mierda le hiciste, pero no tengo problemas en hacerte mierda a golpes. Dame un sólo motivo.

Mitch frunció el entrecejo. —Hazlo, pero déjame hablar con él.

—Bro, creo que me iré a casa... —se escuchó desde dentro del baño antes de que Dex abriera la puerta, sólo para encontrarse con Mitch y Tarik mirándose muy mal.

Puso una mano en el pecho del guitarrista para alejarlo, sabiendo que estaba con esa cara de que iba a lanzarse a romperle algo a alguien en cualquier momento, como cuando algún pobre diablo se le acercaba demasiado a Darren. —Tar, sólo... está bien, déjalo... —no, no estaba bien de hecho, porque no quería ver a Mitch a los ojos y sin embargo tuvo que girarse para enfocarlo, o más bien a sus zapatillas. —Sí, bueno... hola... uhm... ya salía del baño igualmente —murmuró, pensando que eso era todo lo que el castaño quería hacer. —Nos vemos.

Mitch sintió que se le humedecían los ojos y cuando pasó a su lado para irse, se giró y lo abrazó por la espalda. —Dexter, lo siento tanto... mucho... —comenzó a balbucear, entre lágrimas que cualquiera que pasara por ese pasillo podría ver. —Ya le dije a mis padres, así que... por favor, por favor sé mi novio... Seré el mejor, lo prometo, te haré feliz, lucharé con lo que sea... por favor.

Tarik parpadeó, apartándose un paso, sorprendido de lo que decía Mitch y de lo poco que quería golpearlo ahora. —Bro, di que sí —murmuró. Dex le dio un codazo.

No sabía si creerle. Ya estaba llorando de nuevo pensando en que se arrepentiría otra vez, en que estaba harto de que Mitch fuera y viniera como quisiera, pero... la parte sobre sus padres lo hizo dudar. Le tomó la mano y lo arrastró dentro del baño. —No dejes que entren —le pidió a Tarik antes de cerrar con un portazo

Dentro miró a Mitch con la cara roja y los ojos hinchados. —¿Qué les dijiste? —susurró. —Yo... Mitch, no juegues conmigo, esto duele más que la mierda.

—Es verdad, lo juro —respondió, pasándose el dorso de la mano por los ojos de forma inútil, pues no dejaban de caerle lágrimas y probablemente no se detendería hasta que Dexter lo aceptara. —Les dije, me echaron —respiró profundo para no comenzar a hipar del llanto.

Extrañamente no había llorado cuando le dijeron que no lo querían en esa casa. Había sido ingenuo al pensar que negarse a estar con Dexter iba a doler menos que perder a sus padres. No tenía idea lo que era tener el corazón roto.

La banda: El inicioWhere stories live. Discover now