Una bocha.

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Antes que nada, quiero declarar que soy nueva en la pagina y para no tener ningun problema con copyright quiero dejar dicho mediante este comunicado que la mayoria de los personajes y lugares que aqui aparecen son pertenencia de Bisco Hatori a excepción de aquellos que son de mi propia invención. Muchas Gracias

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Era un día tranquilo, soleado y despejado. Poco ajetreado. El ciclo lectivo llegaba a su fin y con ello las tardes en el Host Club. Kyouya caminaba por una galería del ala oeste del colegio Ouran con su cotidiana expresión neutral rozando el aburrimiento, porte elegante y prolijo peinado, además de su inseparable cuadernillo negro que uno nunca terminaba de averiguar que era lo que alli se escribía. Se dirigía a la Tercera Sala de Música, la cual desde ese año no cumplía su función como tal, sino que hacía de sede del club que el caprichoso de Suou Tamaki había fundado al comenzar su primer año de secundaria. Kyouya nunca lo admitiría, pero el club había llegado a ser una herramiente de gran importancia en el logro de sus objetivos. No solo adquiría conocimiento y buen manejo del area administrativa de una empresa, sino que además de la experiencia que ganaba con esto, obtenía muy buenos contactos, ya sea con sus compañeros anfitriones como con sus clientes. Definitivamente había sido un buen año, a pesar de las constantes locuras del hijo del director Suou, los actos de incesto de los gemelos Hitachiin, las cantidades de dulces que comía Honey y los silencios de Mori.  

Iba recordando todo esto, cuando algo lo hizo perder el hilo de sus pensamientos. Una bocha de hockey. No sabía de dónde había salido, es decir, era obvio que venía de la cancha adyacente al lugar por donde caminaba en ese momento, pero no recordaba haberla visto una segundos atrás, debía de haber caído a allí recientemente. Se agachó a juntarla, y cuando se enderezó miró a su alrededor buscando ver si alguien se encaminaba hacía allí. En efecto, una joven venía corriendo desde la cancha de hockey en dirección hacia donde estaba él. Cuando se hubo acercado mas,  pudo apreciar en detalle el aspecto de la muchacha. Era alta, a penas quince centimetros mas baja que él; su cabello era marrón y se encontraba recogido por una alta cola de caballo; sus ojos eran de color chocolate y muy brillosos a decir verdad y sus facciones delicadas, sus pómulos resaltaban, no era cachetona, su nariz era pequeña y sus labios finos, pero lo mas importante, era que sus rasgos no eran asiáticos. A juzgar por su atuendo no era estudiante de Ouran y no reconocía a que equipo pertenecía la camiseta que llevaba puesta, ni su pollera o medias, por lo que debía de pertenecer a algun colegio público y seguro se encontraba en las instalaciones jugando un amistoso con el equipo de hockey del colegio.

- Supongo que esto te pertenece.- dijo seriamente cuando la muchacha se encontraba a pocos pasos de él.

- Es cierto.- exclamó algo agitada tras la carrera.- Espero no te halla inportunado- continuó en un perfecto japonés.

- Para nada.- contestó cortante, devolviéndole la bocha, a lo que la muchacha hizo una reverencia a modo de agradecimiento.

- ¿Cómo te llamas?- preguntó antes de que éste siguiera su camino.

- Ootori Kyouya.

- Ohh. ¿Tenés algo que ver con la industria Ootori?- preguntó con curiosidad.

- Evidentemente.- contestó seriamente, queriendo alejarse de alli sin ser demasiado descortés.

-Wow, siempre he admirado ese conglomerado. Me gustaría algun día llegar a manejar una empresa de esa importancia.- exclamó entusiasmada.

- Aspiras demasiado alto, ¿no crees?- cuestionó Kyouya con sorna, levemente divertido.

- Todos lo hacemos.- explicó sonriéndo.- Y no dudo que tu tampoco lo hagas, lo importante es no rendirse en lo que uno desea, no bajar nunca los brazos. ¿No crees? Debo irme, fue un gusto conocerte... Ahh, por cierto, mi nombre es Giuliana, por si querés anotarlo- agregó señalando su cuadernillo y guiñandole un ojo al mismo tiempo.

Eso que había dicho la muchacha lo había dejado cavilando. Se había burlado de ella por desear lo mismo que él. Se encontraba mas cerca que ella de alcanzar su sueño, y sin embargo ella le decía que debia seguir luchando que no bajara los brazos. Era como si ella supiera la situación en la que él se veía embargado y le dijera que no se diera por vencido. 

Se dió la media vuelta y siguió su camino rumbo a la tarcera sala de música. En el trayecto, abrió su cuadernillo en una hoja en blanco y anoto...

Nombre: Giuliana

Apellido: - 

Edad: -

Estatus: clase media

Deporte: Hockey.

*Datos personales a investigar.

¿Por qué había anotado esto? Era la primera vez que carecía de respuesta ante alguna pregunta. Sin embargo tenía el enorme presentimiento de que no sería la última vez que vería a la muchacha, lo que le causaba una gran curiosidad.

La curiosidad que mató a Kyouya.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora