Manera 8. Chad no es de fiar.

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Los combates entre los alumnos que conforman el equipo de R.O.A.R eran, sin duda, el espectáculo más increíble que los estudiantes de Auradon podían presenciar.

Las locaciones de los entrenamientos siempre cambiaban, a la capitán le sofocaba el reducido espacio que tenía el gimnasio. Por más razón, ahora se encontraban practicando afuera de la escuela, en el pasto verde del campus.

Todos ahí observaban la clase, chicas hablaban entre risitas señalando a su atleta favorito, era inevitable pues el uniforme del equipo tenía descubiertos sus brazos logrando admirar los brazos fornidos y marcados de los chicos, el sudor y el cabello despeinado acompletaban la imagen cautivadora de ellos.

Era un día nuevo en Auradon, y sí parecía como tal, ya que la capitán, Lonnie, estaba a un movimiento de perder su batalla.

Ella estaba sometida en el suelo apunto de rendirse, su espada había sido arrojada a pocos centímetros de ella. El chico que estaba parado justo frente de ella, bajó su espada y la obligó a rendirse.

Los jóvenes de la clase aplaudieron asombrados y felicitando a gritos a Jay. Aunque  no había sido una pelea como tal, solo era una demostración de un movimiento, los chicos seguían asombrados del coraje del villano.

—¡Genial Jay, eso fue asombro!— exclamó ella tomando la mano de él para lograr levantarse.

—Me dejaste ganar, es imposible ganarle a una excelente guerrera...— sonrió nervioso sabíando que eso era verdad.

—No es cierto, de verdad estas mejorando...— ella también sonrió.

Sus corazónes volvieron a latir rápido justo cuando sus manos seguían aferrada, un peculiar choque de energía presintieron al roce de sus manos. Como si cada línea de sus manos se alineara.

La electrizante magia que salía en ellos era única, remarcando aún el destino que había escrito la rosa.

—Tengo a la mejor.— llevo una mano a su nuca fingiendo rascar.

Ella sonrió recordando que no estaban solos, aún seguía la bola de chicos esperando indicaciones.

—¿Entendieron que deben de hacer? Carlos eres el siguiente.

—Aún no entiendo porque sigo en el maldito equipo si soy el mas torpe de la clase...— entredientes se lamento.

Lonnie lo señaló, el peliblanco relamio sus labios temeroso y se posicionó en modo de combate.

—Se sutil.— suplico antes de colocarse su máscara y fue ahí donde Lonnie dio el primer golpe.

"Es tan perfecta."— pensó Jay.

La sonrisa de ella lo tenía completamente cautivado. La coleta alta dejaban al descubierto su cara, sus finas y delgados rasgos. Su ceño fruncido, su lijero sudor y el rubor en sus mejillas atraían la mirada de cualquier chico. Estando de ese modo cualquier princesita lo vería de los más repugnante, pero ella probaba que el sudor no sólo hace ver atractivos a los chicos.

Y Jay lo notó. Notó aquellas miradas de los chicos hacia Lonnie.

Tensó sus puños. No podía permitir que la siguieran acosando con la vista. Iba a gritar algo a esos chicos que no dejaban de verla hasta que una mano se posó en su hombro.

—¿Enserio te vas a tragar sus mentiras?... Obviamente ella soltó la espada apropósito.— la testaruda voz de Chad hizo entremecer al joven.

—Ella no haría eso.— habló sin despegar su mirada hacia ella.

10 Maneras de Conquistarla [Descendientes] Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon