Capítulo 19: mi rincón.

473 17 4
                                    

Mimi
La mañana de clase pasó rápido. Estuvimos repasando algunas cosas, y las que vimos nuevas no tenían mucha dificultad. Aparte el ambiente era agradable y había muy buen rollo entre los compañeros, y eso hacía mucho más ameno aquello.
Pero sin duda también había algo que me hacía sentir que se me hacía la mañana eterna, y que no viese la hora de salir de allí: Ana.
Como nos sentamos juntas, Ana decidió que la mejor idea era hacerme piececitos toda la mañana o tocarme la pierna de vez en cuando para que perdiese básicamente la puta concentración en clase. Cuando más atenta estaba, ya llegaba la mano de Ana dispuesta a darme guerra. No la soportaba. Como se podía ser tan jodidamente cabrona pero a la vez irresistible.
Cuando salimos de clase decidimos ir a comer con el grupo. Raoul se me acercó con un gesto bastante interesado diría yo. Había cogido estos días mucha confianza con él, y habíamos conectado en seguida.
-Mimiii, ¿que tal el viaje? ¿Lo estás pasando bien? Porque yo sí y muchísimo.
-Me da la sensación de que no te puedes aguantar contarme algo.-Dije rascándome la barbilla.
-Mmm... bueno, por ahí va. Mario me tiene pendiente de cosas que no son el inglés precisamente.-Dijo entre carcajadas.
-Sinceramente, te entiendo chico. Es muy guapo y tiene mucho estilo. Y, aunque no he hablao' mucho con él, se le ve buena gente. Aprovecha esta oportunidad que vete a saber tú cuantos como estos pasan en la vida niño.
-No, si eso ya lo sé. Es la primera vez que tengo tan claro con un tío que no quiero que sea un simple rollo. Y la verdad, a él lo veo más o menos igual.
-Yo creo que es mutuo ese pensamiento entre vosotros. Aunque ya sabes, siempre es mejor hablar las cosas, todo queda más claro.
-Es verdad. Ya veo que a ti te va muy bien "hablando" las cosas. Seguiré tu ejemplo.-Dijo claramente con un aire de indirecta.
-Ahora estoy empezando a pensar que no has venido solo pa' contarme tu rollete de viaje.
-Mentiría si te dijese que no, pero es que me hace tener curiosidad tu asunto chica. Es todo muy poco discreto. Sobre todo por tu parte, estás claramente con la cara de enchochada a todas horas, y eso que vas de dura.-Dijo dándome una palmada en el hombro.
-Frena, que nos conocemos desde hace poco tiempo, asi que no te vengas arriba.
-Pues más a mi favor, mira que fácil es leerte la mente sin apenas conocerte.
-Vale, sí, lo admito. Ana me puede. Y nunca había sentido nada igual, si te soy sincera.-Dije poniendo mi gesto más serio.-Ella tiene pareja actualmente, pero me han dicho que no están bien, y que ella siente lo mismo por mí, o eso me ha dado a entender.
-No me digas que Ana tiene parejaaa. Querida, vas a por los retos, menuda kamikaze. Pero ya fuera de bromas, no te culpes para nada de si se rompe su relación actual, porque nadie ha previsto esto y simplemente ha surgido. Y en el corazón no se manda amiga.
-A mí me lo vas a decir. En mi vida me hubiese imaginado que acabaría "enchochada" como tú dices, de alguien. Y eso que he tenido alguna que otra relación. Pero nada que ver. Me hace darme cuenta esto de que, si una persona es para tí, lo vas a notar en seguida.-Justo al decir la última palabra, noto una mano en mi espalda, que no era precisamente la de Raoul.
-¿De qué hablan ustedes? Los veo muy animados.-Dijo mirándonos a ambos como si fuese esto un partido de tenis.
-De nada en concreto. Me estaba contando Mimi que sois muuuuy buenas amigas.
-Sí, bueno, vamos arreglando las diferencias que teníamos los primeros días entre nosotras.
-Ya ves que si las arreglais, os prestais hasta las babas y todo.
-Raoul te juro que te mato.-Dije en un intento de susurrarle.
-Jajajajaja, serás cabrón. No te preocupes por haberlo contado Mimi, no me importa. Ahora eso sí me gustaría que solo lo supiesen los justos hasta que yo arregle en España mis "asuntillos". Ya sabéis.
-Descuida, soy una tumba. Aparte, creo que toda esta gente al igual que yo, sin saber nada de vuestra boca, lo intuiría. Vaya dos.-Dijo señalándonos a ambas.
-Claro, igual que yo intuiría lo tuyo con Mario. El otro día en la discoteca también os vi prestaros babas. Que grandes amigos.-Dije suspirando.
-Creo que ya sé por qué te gusta tanto entre otras cosas. Es igual de zorra que tú.
-Raoul me llevo conteniendo bastante rato para no matarte, así que callate ya eh.
-Vaaaale vaaaale, me voy, que yo también tengo cosas que hacer.-Dijo guiñándole un ojo a Ana.

Ana
Después de comer decidimos tomarnos un helado e ir a una cala cercana. Cuando estábamos yendo hacia la cala. Un tío empezó a caminar muy cerca de Ana, y me resultó sospechoso. No es que sea desconfiada, pero es que se le veía en la mirada que no tenía buenas intenciones. Se le iban a salir los ojos de la órbita.

-Madre mía morena, ojalá me chuparas a mí como al helado ese.-Dijo entre silbidos de otros amigos suyos más lejos.

En cuánto oí esas palabras la sangre me empezó a hervir. Menos mal que estaba justo a su lado. Ana tenía la cara desencajada y se sentía muy intimidada.

-A lo mejor te vas a tu casa calentito a hostias, gilipollas. A ver cuando os enteráis tú y tus amigos de que hacerle estas cosas a las tías por la calle no es guay, y que así no vais a llamar más la atención. Al revés, llamáis más al asco.-Dije cogiendo a Ana por la muñeca y llevándola al otro lado mío.

-Joder como vienes tú nena. Ni que fuera tu puta novia. Igual quiere responderme y no la has dejado.

-Sí, si quiero responderte. Ojalá te cortasen la puta lengua y no pudieses hablar más en tu vida, idiota.

Y acto seguido me cogió de la mano y lo dejó con la palabra en la boca. El resto del camino fue en silencio, y solo me dedicaba amables sonrisas. Igual había ido demasiado lejos sacando la cara por ella así o ella no quería que lo hiciese porque sabe defenderse sola. Pero me ha salido del alma, lo juro. Había sentido tanta rabia.

Cuando ya estábamos todos sentados en la cala, Ana y yo estábamos como un poco más alejadas del grupo, y aprovechó el momento para hablar conmigo.

-Oye-Dijo mientras dibujaba sobre la palma de mi mano.-Que... muchas gracias por defenderme antes como lo has hecho.

-No es nada. Creeme, podría haberlo matado si me hubiese quedado un segundo más. No soporto que le hagan esas cosas a las chicas en la calle, y mucho menos a tí. Eres muy importante para mí. Jamás dejaría que te pasase na'. -Dije mirando al suelo muerta de vergüenza.-Perdona coño, es que me pongo a veces mu' cursi.

-Ni tendrías que preocuparte. No sabes lo mona que estás cuando te pones así de protectora. No puedes evitar decir esas cosas, lo sé. Me miras y te pones romántica.-Dijo entre risas.

-Anda, calla ya o me voy y no me oyes más en tu vida decir estás cosas ni decir nada eh.-Dije provocándole una carcajada.

Le cogí del brazo y la atraje hacía mi, haciendo que ella apoyase su cabeza en mi hombro, para quedarnos así mirando la puesta de sol.

Ana
En ese momento me dí cuenta de que Mimi me aportaba lo que nadie me había aportado nunca. Sentía que con ella podía contar en cualquier situación. Sentía que podía ser siempre mi hogar, mi rincón, incluso mi salvación a veces. Me sentía protegida de una manera especial a su lado. Como si una cúpula invisible nos protegiese de todo, y que ella fuera la que la atrayese.

--------------------------------------------------------

Probablemente os hayáis enfadado ya conmigo a estas alturas jajajajaja. Lo siento muchísimo. He empezado segundo de bach y la verdad no tengo tiempo ni para lo más mínimo. Y justo hoy que estaba algo más relajada he aprovechado mi ratito para seguir con esta historia que tanto me ilusiona.

Quiero saber que opináis del avance de la historia y si os gusta o no. Os quiero leer. :)

Gracias siempre por prestarme vuestros minutos de atención leyéndome.

NUESTRO DESTINONơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ