Transdimensión

6. El Secreto

Las reglas se han hecho por algo, supongo que mi estricto entrenamiento militar ha aportado a apartarme de sentimentalidades y por lo mismo reprimí con facilidad mi instinto primario de ir a casa. Para mí es un sacrificio necesario si queremos vivir en libertad, y debo velar por cada uno de los refugiados. No fue fácil todo lo que vivimos, pero lo enfrentamos juntos y hemos logrado salir adelante hasta ahora. Juntos decidimos que no volveríamos a nuestras antiguas vidas por el bien de la comunidad, pero ha quedado de manifiesto que estas decisiones y promesas no sirvieron de nada...

La persona loca que asesinó a otra y le robó el rostro se ha vuelto una noticia escandalosa, muchos se preguntan cómo alguien pudo llegar tan lejos, otros especulan que se trataría de una especie alienígena capaz de robar la cara de sus víctimas, los hay quienes hablan de que es un proyecto secreto del gobierno o un viajero del futuro. Es increíble como nadie sospecha de personas que vienen de otra dimensión, supongo que es la dificultad detrás de aceptar algo así lo que vuelve aún más peligrosa nuestra existencia.

La situación del robo de rostros nos ha puesto en alerta máxima y el hecho de no saber qué es lo que ellos saben, ni lo que les ha dicho nos obliga a movernos con rapidez. No es fácil, siempre supimos que no lo sería, tener la atención de los medios y de la opinión pública vuelve todo esto mucho más complicado. No puedo evitar sentir culpa, debí haber sabido su nivel de estupidez y haber detenido todo esto mucho antes, pero también me enfada que se hubiera metido de lleno en esta situación y que en lugar de recurrir a nosotros para hacer desaparecer el cuerpo hubiera pensado que era lo suficientemente inteligente para hacerlo por su cuenta.

Estoy al mando de un pequeño grupo paramilitar conformado por personas que en nuestra dimensión de origen pertenecían al ámbito de las fuerzas armadas, ya fuera de manera regular o como parte de alguna guerrilla, lo importante son los conocimientos adquiridos y la necesidad de luchar por nuestro lugar en este mundo.

Habíamos ideado un plan infalible para interceptar el traslado de prisioneros desde la cárcel hacia los tribunales, así evitaríamos la interrogación a nuestro pequeño desliz dimensional y podríamos descubrir qué es lo que los otros podrían saber de nosotros. A las cero ochecientas el furgón policial salió con los prisioneros, a los pocos minutos nuestro ingeniero interceptó las comunicaciones para impedir que dieran alguna señal de alerta al tiempo que dos vehículos blindados le cerraron el paso impidiendo de inmediato el avance, antes de que los encargados pudieran dar aviso las armas apuntaron a las cabezas de ambos oficiales por parte de dos de nuestros miembros, para luego reventar sus neumáticos. Luego abrimos el furgón, nuestro pequeño desliz comprendió al instante lo que sucedía.

- ¿Moriré? – negué con la cabeza
- Primero tendrás que responder algunas cosas – dije con frialdad

Descendió y pasó a uno de nuestros vehículos. Luego de partir los que estaban esperando con las armas se apartaron, pero uno de los oficiales quiso hacerse el héroe apuntando su arma de servicio en contra de uno de mis hombres, no tardé en actuar pintando el tapiz del furgón policial con sus sesos. No fue una baja que quisiéramos, pero claramente fue una baja necesaria. Finalmente nuestro ingeniero de comunicaciones esperó que nos encontráramos a una distancia prudente para liberar el bloqueo a nuestros enemigos y dar por cumplida nuestra misión.

La bodega en la cual aprisionamos nuestro desliz se encontraba a las afueras de la ciudad. Guardias armados se encontraban en cada dirección, nuestro ingeniero mantenía las señales bloqueadas a varios kilómetros a la redonda y mantuvimos un constante plan de contingencia en caso de ser descubiertos.

- ¿Qué les has dicho? – pregunté
- Nada – musitó
- ¿Qué saben de nuestra dimensión? -
- Nada – repitió
- ¿Cómo puedo confiar en ti? – mi voz severa invadió la habitación
- Ni yo puedo hacerlo – confesó bajando la mirada - ¿Cómo pude hacerme ese tatuaje aquí y no en nuestro mundo? –
- ¡Quiero respuestas! – Grité – Lo que has hecho ha puesto en peligro todo lo que somos, no hay forma de que podamos seguir ocultando el secreto de nuestra dimensión de origen mientras existan personas como tú entre nosotros –
- Mátame - su voz se notaba suplicante, pero no me interesaba hacerle favores
- No morirás, aún ¿Qué les has dicho? –
- Que tuve un buen cirujano y me colocó el rostro de mi víctima para poder infiltrarme en su vida porque soy una clase de psicópata que se aprovecha de las jóvenes que viven solas para robarles todo lo que tienen –
- ¿Te creyeron? – Negó con la cabeza - ¿Qué es lo que ellos creen? –
- El juicio de hoy sería una fachada, me darían cadena perpetua y por los medios dirían que mi parecido con la víctima fue lo que aproveché para meterme en su hogar, un parecido apoyado por algunas cirugías hechas en alguna consulta médica tránsfuga – sonrió – Pero ellos ya comprobaron que mi ADN y el de la víctima tienen una coincidencia del 100%, así que una vez en prisión pasaría a manos del gobierno e investigarían hasta descubrir mi origen –