Capítulo 45

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Fue su sonrisa lo que hizo que tu corazoncito se detuviera por un segundo, no lo puedes creer, sin embargo estás a unos metros de ella, y la ves sonriendo hacía ti, no te ha olvidado para nada, ahora te arrepientes porque no fuiste capaz de creer que el amor que te tenía era mucho más fuerte como para que te olvide, eres apoyada por tus cuñadas, amigas y suegra, cada una de ellas llorando a más no poder, una más de las almirante había regresado con ellas, la noticia se correra pronto, lo sabes, aún así lo único que quieres es estar a su lado, abrazarla, besarla, acariciar su cabello rojizo, sentir sus manos en tus mejillas, brazos y cintura, te mueres por ello... no es así?

Y aunque mueras por ello, no puedes hacerlo ahora, pues tu amada esta siendo revisada y atendida por los médicos aún así sus violetas no dejan de mirarte solo a ti, esta cansada lo notas, ves como se queja, no puede ni siquiera moverse, ves que esta apuntó de dormirse y ese miedo aparece otra vez, pero te calmas al escuchar la voz de la doctora Sakurauchi, dando autorización de que lo haga. Sabes que este sueño será como la vida de una persona atada a lo cotidiano, seguro despierta mañana a primera ahora, y ahí estarás tu, para tomar su mano y darle de comer, como toda buena pareja lo haría estando en las buenas y en las malas.

"Pueden retirarse, el doctor estará de turno esta noche".- ves como doctores y enfermeras recogen y ordenan todo lo que usaron para salvarla salir de la habitación, cansados, sudorosos pero con una enorme sonrisa en sus rostros, la última en salir fue la doctora Sakurauchi-san, con una enorme sonrisa, puedes notar claramente las gotas de sudor resbalar por sus cienes y correr por su cuello.

"¿Cómo está mi hija doctora?".- la primera pregunta la hace tu suegra, sentías rabia y aunque la tengas ella tiene más derecho, hiciste todos esos cambios para otro día... para otra ocasión de lado y decidiste escuchar lo que tenía que decir Sakurauchi.

"La almirante se encuentra estable, fuera de peligro, sin embargo no puedo decir lo mismo de su estado alimenticio, pero se puede recuperar con las vitaminas que le daremos más adelante, les menciono que por ahora nadie puede visitarla, Nishikino-san necesita descansar, mañana le haremos más estudios, así que no se preocupen, mañana podrán visitarla de 10:00 a 16:00 pm.".- la viste sonreír, ella también estaba agotada igual que tu, tu suegra, tus cuñadas y amigas, pues no pudieron terminar de almorzar debido a la llamada inesperada del hospital.- vayan a descansar, lamentó informales pero no podrán quedarse aquí, son órdenes del coronel, los guardias tomarán la vigilancia... estricta de esta habitación, así que pueden estar seguras de que nada le pasará".- sonrió una vez más, intentando retirarse del lugar, pero antes de poder hacerlo tomas su hombro con algo de brusquedad y antes de poder reclamarle algo ella susurra para ti.

"Es valiente...Yazawa-san".- te sonrojas y quedas indefensa.

"No podemos cuestionar las leyes del coronel, mañana podremos verla hay que retirarnos antes de ocasionar algún problema".- quieres reclamar pero la mano de tu fiel amiga pelimorada te niega hacerlo, es mejor así, debes estar tranquila, a tu novia no le gustaría saber que te has vuelto insolente durante su ausencia.

"Es mejor hacerle caso a Eli-chan, además todas estamos cansadas y sería mejor que descansemos y comamos algo, mañana podremos visitarla".- asientes ante la opinión de ambas almirantes, Honoka y Eli tenían razón, si querías verla mañana pues que mejor estar descansada y bien presentada para ella.

Empezaron a caminar hacía la salida del enorme hospital, a lo lejos puedes ver como una cabellera corta y de color ceniza venía corriendo a lo más que podía junto con Matsura-san, Kurosawa-san, Ohara-san y Takami-san, con la última no te llevabas muy bien aún así tampoco te desagrada, pero tanto a ella como Ohara-san les guardas algo de rencor, ¿Porqué? Pues simple ellas son las principales causas de que tu amada quede en coma por 7 largos años, pero otra parte te dice que las entiendas sufrieron pasaron por mucho, más que tu, y aún así con el tiempo han podido colocar una sonrisa en su rostro, las admiras y te impresionas de ellas cada día, tanto que quisieras tener algo de lo que ellas tienen.

La almirante NishikinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora