-Esta bien, quedémonos aquí.—me dice con cariño al notar que no sé qué decirle. Mierda, me siento estúpida.

-Vamos.—le digo. Ok, vale, lo he dicho, desde ahora debo asumir mis propias palabras. Niall se me queda mirando. Rápidamente me levanto del sofá y tiro de su mano hacia las escaleras.

Él no dice nada, solo se deja llevar por mi.
Nos metemos en mi habitación, me siento más segura que en el cuarto de invitados donde él duerme.

Una vez adentro, él se acerca y nuevamente me besa. No me deja pensar demasiado y se lo agradezco. Parados y apoyada contra la puerta siento como sus manos vuelven a meterse bajo mi blusa, acariciando mi cintura,y  mi espalda baja.
Inconscientemente comienzo a caminar y empujarlo hacia la cama, pero en vez de caer él sobre ella, me voltea y soy yo quien se recuesta y su cuerpo está sobre el mío.

Niall separa mis piernas con las de él y se mete entre ellas y al hacerlo. Santo Jesucristo bendito. Mi respiración se vuelve irregular al sentir que allá abajo esta duro.
Él continúa besándome, su boca saquea la mía y yo puedo sentir como una sensación comienza a crecer dentro de mí.
Intento mantener la compostura, pero mi cuerpo quiere hacer algo diferente. Mis caderas se mueven, lo buscan, y él hace lo mismo, se frota contra mí.

Mierda estamos teniendo sexo con ropa.

-¿aún crees que estás soñando?—me pregunta con su voz ronca llena de excitación.

-No.—le digo.—estás aquí.—niall sonríe y vuelve a besarme mientras sus caderas continúan moviéndose, apretandose contra mi jeans.

Su mano que hasta ahora se mantenía quieta, comienza acariciar bajo mi blusa mi estómago, las yemas de sus dedos se pasean rozando mi ombligo y mis caderas. Quiero decirle que pare, que no estoy preparada para que haga lo que creo que quiere hacer, pero una parte de mi, si quiere, quiere que lo haga.

Su mano cambia de rumbo, Comienza a subir, rozando mis costillas y no se porqué, pero me siento decepcionada.
Aparto el pensamiento rápidamente y me concentro en él. Lo beso, lo beso y lo beso mientras que dejo escapar de mis labios un leve gemido a cada movimiento suyo, ya que cada vez que lo hace, una ola de placer me embarga. Él también gime sobre mi boca, lo hace mientras muerde mi labio inferior.
No puedo creer que soy yo, quien lo pone así, me siento poderosa.

No se cuando tiempo nos mantenemos así, pero deseo que no termine, deseo que me toque, pero no lo hace y eso me inquieta un poco. Aaaagh! Solo olvidate de eso!. Le grito a mi subconsciente.

-Elena.—me dice segundos después de tener estos pensamientos.—necesito detenerme, no quiero hacer algo de lo que después nos vamos arrepentir.

-No quiero que te detengas.—le digo, o mas bien le ruego. Él sonríe y lo hace con ternura.

-Lo dices porque estas demasiado excitada. Y creeme, que estoy igual que tú, pero debemos detenernos.—me dice y Comienza alejarse de mi.

¿Qué? ¿Pero qué demonios...?

Lo veo recostarse a mi lado mirando el techo. Mi respiración aún es irregular, la suya también lo es, puedo escuchar como respira fuertemente mientras intenta calmarse.
Los pensamientos que tuve minutos atrás vuelven a mi cabeza. ¿Porqué no quizo tocarme? Vuelvo a sentirme decepcionada.

-No soy lo suficientemente atractiva ¿verdad?.—¿Porque siempre digo lo que pienso? ¿Y porque mi pregunta se escuchó llena de tristeza? Mierda.

Niall al escuchar mis palabras se gira y se acerca a mi, yo no me muevo, continúo mirando el techo mientras él se pone de lado apoyado en su codo.

-Elena.—me dice.—mírame. Lo hago inmediatamente.—eres perfecta, cada parte de ti, me vuelve loco. Quisiera arrancarte la ropa y hacerte el amor ahora mismo, pero no puedo.—me dice.—no puedo porque te respeto, respeto tu casa, respeto a tu familia.

Oh mi... Jamás nadie me había dicho algo tan caliente como él. Pero aún así le digo...

-No quiero que me respetes.—Él se ríe. Pero luego vuelve a ponerse serio.

-Lo sé, una parte de mi tampoco quiere hacerlo, pero debo hacerlo.—me dice y me abraza.—no sabes lo mucho que me cuesta decir que paremos.

-Esta bien.—le digo cediendo.—tienes razón, muchos errores se cometen por no pensar en momentos como este. Gracias por tu fuerza de voluntad.

Niall se ríe.

-Gracias a ti.—me dice y besa mi cuello.

-Detente, no hagas eso, osino, no responderé por mis actos.—le advierto y él vuelve a reír. Estoy apunto de decirle algo más cuando escucho como la puerta de la calle se cierra de un golpe.

-¡¿Niall, Elena?! —la voz de mi madre se hace presente. Adiós intimidad.

-¿vez? Los hombres también tenemos un sexto sentido. Imaginate si nos hubiera descubierto desnudos, tú gimiendo tan exquisitamente como lo hacías minutos atrás.—susurra en mi oído. Mierda ¿Porqué me hace esto?.—vamos antes que ella venga, creerá que hacemos algo indebido.—agrega y se levanta rápidamente sonriendome con picardia.

Mierda, este hombre quiere volverme loca.

𝐓𝐖𝐈𝐓𝐓𝐄𝐑 𝟏 - 𝐍𝐇 𝐁𝐘 𝐍𝐀𝐓𝐇🥀 Место, где живут истории. Откройте их для себя