Embarazamos Unas Nerds. Little DirectionFt Zayn Malik&Eleanor Calder.

Capítulo 46

—Buenas noches —me sonríe detrás de la oscuridad y se cubre con las sábanas dándome la espalda, yo hago lo mismo y me dejo invadir por el sueño.

Más tarde tomó las sábanas y con los dientes temblorosos trató de cubrirme mejor, sabía que hacia un frío bastante fuerte allá afuera pero no entendía porque sentía lo mismo adentro, pensé que la calefacción ya había sido arreglada.

—Deja de tocarme Jade —digo de repente molesta al sentir como unas manos comienzan a pasarse por todo mi cuerpo.

—¿De qué hablas? Yo no te estoy tocando —dice adormilada pero sabía que fingía, le encantaba molestarme.

—Aleja tus manos de mi y déjame en paz.

—Que madura eres —contesta sarcásticamente pero decidí ignorarla tratando de conciliar de nuevo mi sueño.

A la mañana siguiente me encargó de tomar mi ducha y alistarme con mi uniforme, fui la primera en estar despierta y me encargó de levantar a los niños, veo a Anna subir las escaleras para alistarlos para la escuela, puedo oler el desayuno desde la cocina y le regalo una sonrisa a Evelyn, mientras ella terminaba lo suyo yo baje al sótano por algunas cosas, tenía meses que no bajaba a este lugar, realmente no tenía tiempo para seguir haciendo mis pinturas después de todo.

Puedo ver en la esquina algunos juegos de mesa sobre una mesa con mucho polvo y telarañas, me arrodillé para tomarlos y sacudirlos pero me detuve cuando escuché unos pasos detrás de mi, por inercia volteo y no me encuentro con nadie detrás, así que fruncí el ceño mientras caminaba al auto para guardar los juegos, vuelvo de nuevo al sótano para tomar las pinturas y la base pero vuelvo a escuchar algo moverse y una risa de un niño retumbando por toda la habitación, seguramente era uno de los niños jugando de nuevo a las escondidas, quería creer eso y no qué demonio rondaba por la casa, ridículo.

—El desayuno está listo —me avisa Evelyn luego de que guardara todo en el auto, asentí con la cabeza y subo las escaleras para avisarles a las demás.

—"¿Estas lista para el desayuno?" —me comunico con Alice a través de mis dedos luego de encontrarla vestida con su uniforme en la habitación jugando con Amber.

—"Morimos de hambre" —contesta emocionada, y luego Amber se pone de pie al igual que Alice, los demás niños se encuentran en el pasillo y caminan hacia las escaleras.

—Por cierto que he dicho sobre bajar al sótano, sabemos que no es seguro —llamó su atención y los cinco me miran con confusión.

—Nosotros no hemos bajado —dice Emma mientras bajaba y ahora me encuentro aquí sola, incluso puedo sentir un escalofrío en mi espalda por el frío aire que atraviesa la ventana.

Cuando bajo puedo ver a la mayoría sentados en el comedor, entro a la cocina por algo de jugo y veo a Perrie sirviendo algo de fruta en un plato mientras Emma la esperaba por un lado, tenía la mirada perdida y cuando me acerco ella comienza a ponerse nerviosa.

—Perrie... —trate de hablar pero ella me interrumpe, quería hablar con ella sobre el beso ya que nunca llegamos a un acuerdo, más bien yo quería aclarar las cosas y explicar porque fui tan impulsiva en ese momento, en realidad creo que Perrie no me gusta, es simplemente una amiga que despertó sentimientos en mi qué tal vez confundí con otros sentimientos, y con nuestra conversación sincera, las cosas prácticamente llegaron a otras.

—Eleanor —desvía su mirada apenada y yo le regaló una media sonrisa —. ¿Qué pasa? —traga duro, se que nuestras cosas no han ido bien, pero tampoco para exagerar.

—Quiero hablar contigo acerca lo qué pasó entre nosotras.

—No hay un nosotras si? —contesta molesta dándose la vuelta —. Olvídalo quieres? No necesitamos hablarlo frente a Emma —se va de la cocina susurrando lo último. Dios, no entiendo porque se comportó tan extraña y malhumorada.

Leigh-Anne

—No entiendo cual es su problema —camino junto a Liam hacia mi oficina, molesta por la discusión que acababa de tener con André, puede parecer un buen chico pero cuando se pone celoso puede llegar a ser muy posesivo, no entendía su problema con Liam, él realmente no admite que es el padre biológico de Amber y me enferma que no sienta un poco de empatía por mi.

—Parece no ser muy bueno contigo —dice el castaño sentándose frente a mi escritorio jugando con un lápiz.

—Bueno, no sería el primero en serlo —lo miró malhumorada y él suspira agotado.

—Ya te he dicho que lo siento, no se como puedas perdonarme —contesta mientras me observa prender mi ordenador.

—Olvídalo, ya no importa lo hecho hecho esta, ademas no me puede quejar —sonrió —. Pero dime, ambos sabemos que mejoraste y destruiste mi vida pero qué pasó con la tuya.

—Bueno —inhaló mientras se recargaba contra la silla —. Se que no hay confianza entre nosotros, pero para simplificártelo no fue ni un poco buena, me decaí al hacer lo que hice, perdí a mi hermano y entre malamente en el mundo de las drogas, un completo asco.

—¿Y qué pasó después? —me atreví a preguntar.

—Fui a la universidad por petición de mis padres, mis amigos y yo nos alejamos porque tomamos rumbos diferentes de igual manera aún nos veíamos alguna que otra vez, en parte maduramos y nunca supimos nada de ustedes, tu hermana fue a buscarme a mi casa dándome un fuerte golpe en la nariz, pregúntame por ti porque sabía lo que habíamos hecho —después de todo extrañaba a mi hermana con ansias.

—¿en serio? —él asintió con la cabeza y siguió —. Me arrepentí por lo que hice aunque no me creas todavía, era un fanfarrón imbécil y solo pensaba en mi mismo, un día iba en mi auto con un amigo en carretera mientras fumábamos un poco de hierva, fui más que estúpido, por los efectos de la droga choqué el auto contra un árbol y de inmediato llego la ambulancia, al ver que teníamos mucha droga en el auto llamaron a la policía y me arrestaron junto a él, me condenaron 2 años de cárcel, mis padres no quisieron hacerse cargo por la condena así que hice lo que pude para pagarlo y salir, cuando lo hice entre en recuperación y me prometí a mi mismo no volver a caer en lo mismo, ni siquiera volvería a ser el mismo de antes, ni por un segundo.

Cuando me habla sobre su pasado, puedo sentir sus sentimientos.

—Siempre pensé que tu vida fue de color rosa, lo siento mucho por tu hermano —dije con mucha empatía en mi voz mirando como se levantaba de la silla para acercarse a la mía.

—No te preocupes Lee, ya lo supere —me dice con ternura poniendo el lápiz cerca de mi cara dejándolo en su sitio, luego se acerca a mi rostro para besarme en la comisura de mis labios —. Pasaré por Amber en la tarde, espero que no te moleste —me regala una sonrisa mientras salía por la puerta.