Dormía complacidamente pero escuché a Leigh-Anne gritar desde la planta baja, nos llamaba para desayunar, Eleanor se cubrió la cara con la sábana blanca y suelta un gruñido. A noche quede dormida en cama de Eleanor ya que pasamos el resto de la noche hablando de chicos.
—Vamos chicas! —grita Leigh-Anne, fruncí el ceño y me incorporó en la cama, al no poder seguir dormida me apoye en mis codos y mire a Eleanor que estaba completamente dormida.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Levántate —muevo a Eleanor bruscamente para que despertara pero me ignoraba —. Tienes que despertar —con el corazón roto salto fuera de la cama, después saco una secadora de los cajones y la enciendo sobre su cara.
—Ya lo se —rueda los ojos, se levanta de la cama y pude verla en bragas frente a mi —. Lo siento, acostumbraba a dormir en ropa interior —se sonroja poniéndose sus pantalones cortos frente a mi.
—Vamos, Leigh-Anne preparó el almuerzo y muero de hambre —ambas salimos y lo primero que vimos fue a Jesy comiendo pero después aparece Perrie con un animal en brazos.
—Dulces? —sonríe la rubia, Eleanor toma uno y se va, Perrie acerca más los dulces hacia mi rostro y tomo uno.
—¿Y ese perro? —la miro extrañada y ella mira el perro —. Bueno ayer antes de que Eleanor y yo llegáramos al supermercado una señora mayor necesitaba ayuda para que cuidaran a su mascota y ambas nos ofrecimos a cuidarlo el resto de la semana, incluso nos pagará.
—Esta pensando adoptar un perro —me informa Jesy mirando a Perrie.
—No te encariñes mucho porque pronto se lo llevarán y no me gustaría verte llorar, cosa que siempre haces —dije sentándome en la barra de la cocina.
—¿Donde está Leigh-Anne? —pregunta Eleanor cerrando el refrigerador.
—Fue a arreglarse —dice Jesy levantando su plato de la mesa y después llevarlo al fregadero —. Y ustedes también deberían, las niñeras vendrán en unas horas —dice Jesy para después subir a su habitación.
—Que bonitos zapatos —dice Perrie mirándole las zapatos bajos a la morena que había llegado hace un momento.
—Gracias Pezz, tal vez deberías de dejar tus atuendos de hippie y vestir más apropiadamente Els porque en esta ciudad no van a tardar en criticarte, eso me preocupa.
—De hecho lo tome en cuenta hace unos días y sería bueno dar otro cambio, nueva vida, nueva ropa, se que será muy difícil para mí dejar mi estilo pero nada será fácil desde ahora.
—Me encantaría ayudarte en eso —Leigh la abraza por los hombros —. Sería buena idea poder saludar a los vecinos y decirles que somos nuevas en la ciudad —ríe ella por lo bajo y Perrie se atraganta con el agua negándose a hacerlo.
