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Iseul se sintió nerviosa al levantar la mirada y percatarse de la extraña emoción que tenía su amiga en los ojos, pero tampoco quería voltear, una vez más, para no parecer tan obvia, después de todo no estaba en su zona de confort completamente.

– Hey.

Así que su confianza no sólo era apariencia...

– ¡Taehyung!, ¿que tal?

Hye fue la primera en saludar. Era obvio porque se supone eran conocidos, pero Iseul no estaba segura de la relación que tenían porque no parecían súper, súper amigos.

– ¿Que tal has estado?, ¿todo bien?

Taehyung sonríe, mostrando los perfectos y aperlados dientes que tiene, pasándose la lengua después por los labios.

– Ñe, normal, diría yo. Nada demasiado eufórico ni especial.

Cuando volteo los ojos hacia Iseul sintió la típica corriente nerviosa, desde el estómago hasta el pecho. Sin saber bien que hacer y con la espalda demasiado recta esboza una pequeña sonrisa, a manera de saludo.

– ¿Quieres salir un momento?, ya habrá tiempo de las presentaciones después.

Cuando Iseul logra parpadear, responde quizá demasiado rápido porque incluso el, que esperaba la respuesta ansioso se sorprendió un poco.

– No puedo dejar a Hey sola, sería de mala educación dejarla sola si fue la persona que me invitó, ¿no lo creé?

Taehyung volvió a sonreír con la intención clara de hablar pero esta vez con la mirada dirigida a Hye.

– Sabes que puedes estar con los chicos, ¿no?, siempre que quieras, así que si ese es el problema, no vas a estar sola.

Hye parecía de repente un poco más cohibida, pero se entendía perfectamente dado el porte que fluía de Taehyung, quien de nueva cuenta, se veía demasiado cómodo en su propia piel.

– Ah, si, si. Esta bien Is, yo puedo ir con ellos, ya sabes, a saludar y quizá compartamos unas cuantas copas, no te preocupes por lo demás, te esperare si eso quieres.

Hye pareció recuperar su usual felicidad.

Taehyung y Hye se pusieron de pie casi al mismo tiempo, mientras que Iseul los observaba de manera confusa.

– Diviértete Is.

Y tomo el camino que la llevaría hacia la mesa del resto de amigos de Taehyung, quienes enseguida parecieron cómodos con su amiga ahí.

¿Por qué todo mundo lucia tan comido con ellos mismos?

– Me temo que desgraciadamente no tenemos toda la noche.

Iseul volvió a mirar a Taehyung, mientras se ponía de pie también y soltaba un suspiro, ideando en su cabeza que quizá no era tan mala idea, no podía vivir con ideas cerradas con las personas, si quería relacionarse con todos y lograr una personalidad que le agradara tenía que esforzarse y aceptar nuevas experiencias y relaciones.

Si, quizá no era tan mala idea, ¿verdad?

Los pasos de Taehyung detrás, sonaban elegantes, casi opacando a Iseul.

La iluminación de la sala era delicada, nada que ver con los típicos antros que solía visitar una que otra vez con Hye, era más bien un ambiente calmado, con bebidas que a simple vista lucían elegantes pero que desconocía la chica, con sofás de colores fríos, azules principalmente, pero muy oscuros, un detalle que quizá si Iseul no estuviera nerviosa y con ansiedad de entretenerse con algo hubiera pasado de largo.

P H O T O G R A P H Y; KTH Donde viven las historias. Descúbrelo ahora