Sorpresa

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-Te dije que no será gentil contigo- me dice apoyándose con todo su peso encima de mí y con una sonrisa arrogante, volteo los ojos.

Aproveche el momento que se estaba acercando para besarme y lo agarró del brazo para tomar ventaja, quitármelo de encima haciendo que ahora yo este encima de él agarrándolo fuertemente del brazo y presionando un poco con fuera, Luke gime de dolor y esto me hace reír.

-Y yo te dije que nunca subestimes a una mujer- le doy un beso en la mejilla y me levanto.

Luke se levanta rápidamente me agarra el brazo y me jala hacia él, sintiendo nuestras respiraciones agitadas por el entrenamiento de tres horas seguidas que hemos tenido.

-Se te está haciendo costumbre estar jalándome del brazo, ¿no crees?- Lo miro divertida y el me devuelve una sonrisa perfecta mostrando sus dientes. Trato de separarme de él, pero no me suelta me aprieta más a él, y su mano empieza bajar lentamente sobre mi espalda, una corriente rápidamente pasa por toda mi espalda y hace que me mueva. La sonrisa arrogante de Luke al saber lo que provoca en mi hace ponerme nerviosa.

En un movimiento rápido, me levanta y enrollo mis piernas en su cintura, puedo notar una gota de sudor bajar por su cuello y luego desplazarse por todo su cuerpo. Sin aguantar un minuto más Luke me besa y puedo jurar que sus labios es lo mejor que he probado en mi vida, es una droga que después de la primera vez que lo pruebas quieres otra dosis y jamás podrás parar.

Un sonido de un celular se empieza a escuchar por todo el salón de entrenamiento.

Luke suelta un gruñido de fastidio y me empieza a bajar suevamente.

Se aleja de mí y va a buscar su celular el cual no dejaba de sonar. Yo empiezo a buscar un pedazo de tela y enrollármela en la mano, para empezar a golpear el saco de arena otra vez.

Una risa me hace voltear y ver a Luke muy sonriente con la llamada que tiene, una punzada se esparce por mi pecho y si no me equivoco son de celos, una molestia me invade y empiezo a golpear el saco de arena con más fuerza.

Otra punzada de dolor me llega y ya no son por los estúpidos celos que tengo por esa llamada que tiene Luke, ahora es por todo lo que está pasando, dolor, tristeza y molestia ciento por todo. ¡Dios! Tan solo tengo diecisiete años no debería estar pasando por todo esto.

Le doy un golpe fuerte al saco y gruño del dolor que este golpe me ha dado.

Quiero dejar de pensar todo lo que me pasa alrededor, siempre trato de sacar esos pensamientos de mí, trato de darme ánimos y que todo esto acabe rápidamente. Por las noches no duermo por pensar tanto y cuando logro dormir, horribles pesadillas me invade.

Y siempre son los mismo sueño, uno es el mismo sueño que tuve en el hospital cuando me desmaye en mi casa, el otro soy yo encima de una persona llorando, la persona se encuentra en el piso con un charco de sangre alrededor, nunca le he podido ver el rostro no sé si es una mujer o un hombre. Pero la sensación de que es una persona cercana a mí, hace que me despierte llorando.

Otro golpe más fuerte de angustia y dolor impacta en el saco haciendo que este se mueva y le do otro más rápido. Un dolor se expande por mi mano y cuando la observo tengo los nudillos rojos, trato de agarrar mi mano derecha y cuando la toco otra punzada de dolor viene rápidamente y hace que un grito salga de mí.

Escucho pasos tras de mí y aparecer Luke con su semblante todo preocupado. Trata de agarrar mi mano derecha y el dolor más fuerte vuelve.

-Maldición- Exclamo

-Vamos a la enfermería- Él recoge nuestras cosas y salimos del salón de entrenamiento.

En el recorrido a la enfermería, su celular vuelve a sonar pero él lo ignora por completo.

Permanecer JuntosWhere stories live. Discover now