PRIDE CLUB; [HyunMin] -αdαpтαcιóɴ

Ｖｅｉｎｔｉｄóｓ

Cuando Hyunjin aceptó ayudar a Changbin con las compras del supermercado, no pensó que sería tan difícil.

Pues eran muchas cosas por comprar, debido a que eran siete personas viviendo en una casa, las cuáles requerían de alimento, limpieza, vestimenta, etc. Normalmente entre todos los miembros se turnaban para comprar el itinerario del mes, sin embargo no todos eran buenos en eso. Seungmin y Minho terminaban distrayéndose y olvidándose de lo que debían comprar, Chan perdía la lista, Félix se ofrecía a acomodar los productos en la casa en vez de ir. Quedando Jeongin y Changbin como los más decentes y adecuados para completar tales acciones.

Esta vez le tocó a Changbin, sin embargo se aprovechó de que Hyunjin nunca había ido a hacer las compras para llevárselo con él, utilizando la excusa de que le ayudase con las bolsas.

Este ingenuamente aceptó, pero nadie le advirtió que se terminaría perdiendo en medio del supermercado con el carrito de compras al haber tomado una dirección contraria que la de Changbin.

—Maldita sea —soltó un bufido mientras alzaba la vista entre las personas buscando algún chico de estatura baja y de cabello negro hasta los hombros.

—¿A quién buscas?

Miró a su derecha encontrándose a Changbin comiendo unos snacks mientras le miraba con un ceño fruncido.

—¡Changbin! ¿Dónde estabas? Te estaba buscando —le reclamó, molesto.

El pelinegro le miró raro.

—Sólo fui por comida, estaban ofreciéndola cerca de los cereales y no iba a pasar de largo esa oportunidad. Además, tengo hambre.

Hyunjin rodó los ojos.

—Siempre tienes hambre.

—Y sueño —agregó.

—Eres increíble, ya veo porqué nadie te quería acompañar.

—Wow, hasta que al fin lo captaste, Hyunjin —rió mientras acomodaba su cabello.

—Genial... —murmuró y después suspiró—. Cómo sea, ¿qué sigue en la lista?

Changbin llevó un último snack a su boca antes de tantear su pantalón y sacar la hoja para después leerla con atención.

—Mhm, ramen. Mucho ramen, todos somos unos cerdos entusiastas de esa delicia... Mierda, sí tengo hambre.

Hyunjin comenzó a reír, negando con la cabeza.

—Pues tienes razón, y yo también tengo hambre. ¿Y si mandamos todo al carajo y vamos a comer?

—Por mucho que me fascine esa idea, Hyunjin. Tenemos una responsabilidad que hacer y esa es velar por la alimentación de nuestros miembros, así que mueve el trasero —espetó dándole un leve golpe a Hwang por detrás.

Este se quejó pero no dijo nada. Continuaron avanzando por el pasillo, viendo los estantes con productos, echando unos al carrito y mirando de más algunos, pensando en si echarlos o no. Finalmente después de treinta minutos, Hyunjin arrastró el pequeño trasporte hasta el cajero más vacío cuya fila consistía de tres personas, a diferencia de los demás que tenían más de cinco.

Tanto Changbin como Hyunjin comenzaron a hablar de cosas triviales mientras esperaban.

—Quiero un dulce —pidió minutos después el castaño haciendo una adorable mueca al ver la exposición de chocolates, chicles y otros productos que se encontraban en la fila.

Seo presionó sus labios y negó con la cabeza.

—Ya llevas un paquete de algas tostadas, no más.