Orgullo y tradición - El comienzo.

OyT - El comienzo. CAP 14

Orgullo y tradición – El comienzo. CAP 14

El príncipe caminaba tranquilamente por los pasillos de la corporación cápsula. El entrenamiento de la mañana había sido fructífero, su energía se disparó en un momento de furor al ser atacado por varios robots al mismo tiempo. Fue como estar en un verdadero campo de batalla.

"No puedo negar que esa mujer hizo un gran trabajo con esas máquinas"

Se encontraba de un excelente humor. En la noche pasada logró aliviar entre las piernas de la científica, la tensión acumulada en las semanas pasadas. Si jugaba bien sus cartas, en muy poco tiempo estaría logrando uno de sus objetivos, y lo mejor de todo era que le gustaba el proceso, estaba dispuesto a disfrutarlo mientras durase.

Él nunca salía perdiendo, desde su perspectiva.

"Anoche las cosas marcharon conforme a mi plan"

Con el ánimo positivo ingresó a la cocina.

-Buenos días apuesto Vegeta.

Una mirada neutral fue lo que Panchy consiguió por respuesta.

-Veo que amanecimos de buen humor- adivinó al no haber sido saludada con un gruñido o una mueca de arrogancia, inclusive el ceño del guerrero se encontraba ligeramente relajado.

-Siéntate aquí querido- le señaló la parte de la mesa que se encontraba libre. El resto estaba lleno de piezas y herramientas. -Bulma está trabajando aquí. No quiero moverle sus herramientas- agregó mientras servía platos llenos de comida frente al saiyajin.

-Es una perezosa. Además de vulgar- habló antes de comenzar a engullir un jugoso filete bañado en salsa.

-Las mentes creativas suelen ser desordenadas- comentó Panchy, dejando sobre la mesa una jarra de jugo de frutas. -Además, no dejó todo eso tirado porque sí. Salió a recibir una llamada telefónica del joven Yamcha.

Vegeta golpeó su pecho para no atragantarse.

"Esa sabandija... ¿qué querrá con mi... con la vulgar?"

En silencio procedió a comer sus alimentos. Preparados con el delicioso sazón de la madre de la científica, pero por primera vez desde su estancia en la tierra, la comida le pareció insípida al príncipe.

¿Por qué tarda tanto en regresar?, ¿qué tanto hablaran?, se cuestión mientras masticaba con desgano.

Con trabajo tragó una porción de carne, la boca se le secaba y el estómago se le encogía. No lo quería aceptar pero, le intrigaba en sobremanera que Bulma durara tanto tiempo hablando con ese débil gusano.

Una mueca socarrona apareció en su rostro de pronto.

"Tal vez le está contando que descubrió lo que es fornicar con un hombre de verdad" Su vanidad le susurró.

Estaba en sus planes, restregarle a Yamcha en su cara su ineptitud como macho, pero no había pensado en el método que utilizaría para humillarlo. Después de todo, el capricho por poseer a la terrícola, nació de sus ganas de callarle la boca al insecto cuando se atrevió a amenazarlo con echarlo de la corporación, atribuyéndose obligaciones que no le correspondían, escudándose detrás de la ridícula relación que sostenía con la mujer.

En su mente se dibujó la imagen del guerrero terrícola sorprendiendo a la que fue su mujer, mientras era tomada por un ser superior en todos los aspectos.

Así se visualizaba el príncipe, superior a todos. Inclusive en el pasado, se percibía mejor que el emperador Freezer.

A pesar de la seguridad que le brindaba su narcisismo, no podía dejar de sentir un nudo en el estómago.