"Shadow"

1.2K 54 57
                                    

La noche acababa de empezar.

Autos lujosos de la época reinaban los jardines de la Reina, de ellas descendían jóvenes con trajes bien elegantes, jóvenes bellas y con vestidos bien elaborados hechos especialmente para ellas, y por supuesto a ninguno de ellos ha de faltarle el antifaz.

Sí, hoy era noche de fiesta. Noche de Máscaras.

El cumpleaños de la hija de la gran Reina no se celebraba a la ligera, todas las excentricidades del momento eran invitados especiales al evento, no debía haber alguno que faltara. El gran jardín se encontraba completamente iluminado haciendo relucir la gigante mansión que se encontraba con las puertas abiertas invitando a los recién llegados a formar parte de la gran celebración.

Cruzando sus brazos unos con otros y en perfecto orden, los invitados ingresaban al lugar observando cada detalle del gran salón. Sus ventanas largas con diseños delicados resaltaban la antigüedad y el cuidado de tal bella arte. La gran escultura de piedra en el gran salón, demostraba la gran precisión de aquel artista que lo había realizado y el gran balcón, de donde sus costados dos escaleras caían hasta el piso cubiertas de alfombra roja.

El salón, a pesar de tener la capacidad de 1200 personas, estas ya no cabían. Pero no había de qué preocuparse pues el jardín podía para más. La gente no paraba de llegar y la hora del inicio del evento estaba a punto de comenzar.

La agradable melodía de un vals resonaba por todo el lugar, los enmascarados disfrutaban de la fiesta alegres y siempre con suma elegancia, pequeños murmullos se oían por debajo de la música y algunos que otros tintineos de copas.

Un joven solitario, de tez blanca y de cabellos negros analizaba a cada uno de los que se encontraban en El Gran Salón. Su máscara con diseños de un dragón negro que descendía desde su frente, continuaba por sus mejillas hasta recorrer parte de su mentón lograba hacer resaltar sus ojos rojos. Su mirada penetrante buscaba a una chica en particular, aunque él sabía que no la encontraría aún. Debía ser paciente.

El evento de esta noche era especial para Rogue. Además de ser el décimo séptimo cumpleaños de la joven, se decidiría quién de todos estos muchachos sería su futuro esposo. Y él pensaba serlo, de eso no cabía duda.

Como conde podía tenerlo todo, pero era a Denisse a quien quería y había esperado unos meses para que tenga la suficiente edad como para casarse. Quizás sonaba ilógico una fiesta así, pero era una tradición y lo tenían que llevar a cabo.

El no dejaría que otro hombre adinerado y de suma arrogancia tomara su mano. Era de él y lo dejaría claro. La había conocido hace unas semanas atrás, su alma tan pura y bondadosa, multifacética y de buena familia la hacía ser una mujer deseable. Ella era diferente a las demás chicas de su edad. Y eso era bueno para él, pero no quería que lo fuera para los demás.

Se fijó en el enorme reloj sobre el balcón y marcaban las nueve. Se preparó mentalmente y observó algún movimiento en el mismo. Y en efecto, vio acercarse a la Reina Leafa, que de acuerdo a la gala de esa noche, también llevaba antifaz junto con su poderoso e intelectual marido Silveing.

Ella se acercó y sonrió amablemente, demostrando la humildad que siempre la caracterizaba. Los invitados levantaron la vista, guardando silencio.

-Buenas Noches a todos los presentes. Esta noche celebramos el décimo séptimo cumpleaños de mi adorada hija Denisse Stabelle. La presento ante ustedes.

El hombre junto a Leafa, Silveing, volteó y extendió su mano detrás de él. Rogue permaneció atento y pudo divisar como una pequeña mano, con increíble delicadeza correspondía a la de Silveing.

"Shadow"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora