De la boda

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¿Qué dijeron? ¿Que ya abandoné esta historia? Pues no, pero muchas cosas han pasado y pronto una u otra razón no había tenido ánimos de subir este capítulo, pero finalmente aquí está.

El ritual de matrimonio está basado en el ritual de matrimonio de los Zelandonii del libro The Shelters of Stone de Jean M. Auel. Y decidí usar su ritual de matrimonio porque soy fan de esos libros desde los doce años. Crecí leyéndolos y son una parte muy importante de mi. Por supuesto que mis protagonistas DEBÍAN casarse al estilo de los suyos. Espero que les guste.

Por fin se le van a quitar los insitintos asesinos a Shion.

Y por cierto, también les voy a dejar un nuevo lemon, para que pasen a leerlo.

Alfa Lázcares

De la boda

La tarde del día siguiente hicieron un ensayo general de lo que sería la ceremonia. Iba a necesitar de bastante organización, porque nadie había presenciado una en el Santuario, y Shion tenía que ser el encargado de coordinarlo todo con ayuda de Dohko. Les explicaron el ritual a varias doncellas que ayudarían a organizar a la gente y a llevarlos a sus lugares. A Alfa y Saga les dijo lo que se esperaba de ellos y los lugares que habrían de ocupar. Luego de eso se los llevó a su despacho para darles esa última plática sobre el valor del matrimonio en el que se estaban metiendo, sobre el respeto a la pareja, y bueno, esa plática pre-matrimonial que todo mundo debería escuchar. Durante el ensayo también había estado presente la familia adoptiva de Alfa y fue entonces que la señora Rena aprovechó para darle un largo sermón a Shion sobre la manera en la que manejó la situación de los recuerdos de los reencarnados. Y a Shion no le quedó de otra que poner su mejor cara de congoja para que lo dejaran de regañar pronto.
Por la noche se llevaron a Alfa al campamento de las Amazonas, porque no iba a poder tener contacto con su marido hasta el momento de la ceremonia. De todas maneras, allá se encontraban sus amigas al igual que su hermana y madre adoptiva, así que esa noche se les pasó compartiendo chismes.

A la mañana siguiente, bien temprano, un par de doncellas fueron por Alfa y se la llevaron a la Fuente en donde se tendría que bañar ritualmente tres veces. Lo mismo haría Saga, pero a él lo llevarían más tarde, cuando Alfa hubiera terminado. Una vez que las doncellas (ya bastante mayores y que tenían muchos conocimientos sobre los rituales del Santuario) estuvieron satisfechas con la limpieza de la joven, entonces la envolvieron en una toalla hecha con telas que nunca se habían usado antes y se la llevaron a una sección separada del resto de los templos que rodeaban la Fuente. Ahí le hicieron beber un té que no tenía para nada buen sabor, pero era ceremonial, así que se lo tomó. No la dejaron desayunar hasta que hubo terminado el té, y nada más le dieron algunas frutas. Alfa, por supuesto, no estaba preparada para la falta de café en su sistema y se preguntó por qué nadie le dijo que no iba a poder tomar cafeína. Quizá hasta se hubiera opuesto más a la idea del ritual del Santuario.
Mientras ella estuvo comiendo las cosas que le llevaron, las doncellas fueron por Saga a quien ya habían llevado a la Fuente y a él también lo hicieron irse a bañar ritualmente en la Fuente. Y por cierto, le hicieron quitarse el piercing y una de ellas se lo dio a otra doncella para que lo sumergiera en alcohol por cinco minutos. Le dijeron que se lo regresarían cuando terminara de purificarse. A Saga no le había quedado de otra más que lanzar un suspiro resignado y quitarse ese piercing que había estado consigo por más tiempo del que le admitiría a nadie, y sí, sí se sintió muy raro quitárselo frente a las dos mujeres mayores que lo observaban. Muy atentamente. Cuando las doncellas estuvieron satisfechas con la limpieza del joven, entonces se lo llevaron también envuelto en toallas nuevas a su sección del Templo y también le dieron el té y luego de desayunar.
Ariadna y la señora Rena se reunieron con Alfa poco después y le llevaron sus cosas. Al fin dejaron a la joven vestirse, pero con ropas nuevas y sin adornos que le tenían preparadas, por supuesto, griegas. Un rato después varias de sus amigas también fueron a reunirse con ellas, e incluso Saori bajó también. Durante la mayor parte de la mañana se la llevarían, al igual que a Saga, a cumplir varios rituales y a hacer diversas ofrendas a los Dioses. Por supuesto Alfa no entendía mucho de lo que estaba pasando, en especial porque las doncellas mayores que llevaban a cabo los rituales, los hacían en griego antiguo y de eso nadie entendía ni jota más que un poco la señora Rena y Saori.
El encargado de hacer los rituales y ofrendas con Saga fue Shion, por supuesto, y al de Géminis lo acompañó su hermano, Aioros y Milo. Cuando finalizaron los rituales, los dejaron a solas para que hicieran sus ofrendas privadas.
El resto del Santuario y Dohko, con ayuda de otras cuantas doncellas se encargó de tenerlo todo listo. La ceremonia iniciaría poco antes del anochecer, pero desde la tarde se estaban dando los últimos toques a los arreglos, a la comida, la bebida, las fogatas y cada una de las personas del Santuario, incluida Atenea, tendría un rato para arreglarse.
Las doncellas mayores que ayudaron a Alfa con los rituales regresaron con ella para ayudarla a arreglarse y peinarse. Durante la ceremonia ambos llevarían puestas sus armaduras, pero al finalizar regresarían a la Fuente a cambiarse a ropas normales y eso también debería quedar listo antes de que salieran. Luego de que Alfa estuvo lista, ya con su armadura puesta, la dejaron a solas otro rato. La joven se preguntaba por qué rayos la habían levantado entonces tan temprano si igual la iban a dejar esperando en múltiples ocasiones. Le quitaron su celular así que no tenía comunicación con el mundo de fuera, y también le prohibieron usar su cosmo. Estaba incomunicada completamente. La buena noticia es que no estaba nerviosa, porque casados ya estaban y esto era nada más mera formalidad y para apaciguar los instintos asesinos de Shion.
Finalmente las doncellas fueron por ella y la sacaron de la Fuente por un camino que daba un rodeo y así evitaría que las personas del Santuario la vieran. Se quedaron una a cada lado de Alfa mientras la chica contemplaba su alrededor. Se dispusieron sillas en las cuales estaban sentados todos los Santos del Santuario, el resto de las personas que trabajaban ahí y que fueron invitadas también estaban de pie detrás de ellos. A ella la dejaron al final de la fila de todos los presentes. La audiencia se dividía en dos secciones para que los novios pudieran pasar por el centro, como en una iglesia común. Hasta adelante se encontraban los Santos Dorados, seguidos de los Plateados y finalmente los de Bronce. Detrás los aprendices. Justo al inicio de la fila de Dorados se encontraba la familia adoptiva de Alfa. Había una fogata encendida al frente y delante de esta se encontraban Shion y Saori.
De pronto lo vio, dos doncellas habían ido por Saga y también lo habían sacado de la Fuente dando un gran rodeo, y se encontraba ahora a unos cuantos metros frente a ella. Se sonrieron por primera vez en ese día.
A una seña de Shion la música dio inicio. Las doncellas caminaron junto a sus protegidos hasta que quedaron de frente, entonces Alfa y Saga se tomaron de las manos. Todo mundo se levantó de sus asientos y así los miraron caminar hacia Shion. El Patriarca los miró con una gran sonrisa cuando llegaron frente a él. La música continuó a un volumen mucho más bajo y todos tomaron asiento. Shion entonces comenzó la ceremonia. En ella hablaba, de nuevo, de las responsabilidades del matrimonio a las cuales se les sumaba el hecho de que ambos eran Santos al servicio de Atenea. Les dijo que la Diosa estaba complacida con su decisión de atar el nudo y que esperaba su unión fuera feliz. Habló un poco sobre los matrimonios anteriores que se habían dado en el Santuario, les dijo que los niños siempre eran bien recibidos.
—Santuario de Atenea, han sido llamados para atestiguar la unión entre este hombre y esta mujer. Saga de Géminis, has elegido unirte a esta mujer, Alfa de Retículo.
—La he elegido.
—¿La amarás, respetarás, cuidarás de ella cuando esté enferma, y proveerás para ella y para sus hijos?
—La amaré, respetaré y cuidaré de ella y de nuestros hijos.
—Alfa de Retículo, has elegido unirte a este hombre, Saga de Géminis.
—Lo he elegido.
—¿Lo amarás, respetarás, cuidarás de él cuando esté enfermo y enseñarás a sus hijos a amarlo y respetarlo?
—Lo amaré, respetaré, cuidaré de él y enseñaré a nuestros hijos a amarlo y respetarlo.
—¿Quién tiene autoridad para aprobar la unión de esta pareja? —preguntó Shion.
La pareja Kokkotos se levantó de su asiento y el señor Dennis habló.
—Yo, Dennis Kokkotos y mi esposa, Rena Kokkotos, hablamos en favor de Alfa, hija de nuestro corazón. Ambos aceptamos y permitimos de buen grado la unión entre nuestra hija Alfa de Retículo y el Santo Saga de Géminis.
Kanon dio un paso al frente.
—Yo, Kanon de Géminis, acepto y permito de buen grado la unión entre mi hermano Saga de Géminis y Alfa de Retículo.
—Yo, Shion de Aries, Patriarca del Santuario de la diosa Atenea, apruebo esta unión.
—Yo. Atenea, Diosa de las artes, la sabiduría y de la guerra justa, apruebo esta unión entre dos de mis queridos Santos.
—¿Quién habla por esta pareja? —preguntó Shion.
—Nosotros, Santos Dorados de la Orden de Atenea, aceptamos y permitimos la unión entre Saga de Géminis y Alfa de Retículo y les damos la bienvenida —pronunciaron todos los Santos Dorados al unísono.
—Santuario de Atenea, nuestra Diosa ha sonreído a esta unión entre dos de sus Santos. Alfa de Retículo y Saga de Géminis han decido unirse el uno al otro, su unión ha sido aprobada y aceptada. ¿Qué dicen a esta unión? —preguntó Shion.
—Nosotros, el Santuario de Atenea aceptamos esta unión —contestaron todos los presentes al unísono. 
Shion le hizo una seña a Alfa y a Saga y ambos extendieron los brazos que mantenían con las manos unidas. Shion entonces procedió a atar una correa en sus muñecas. Después les pasó alrededor del cuello los collares que había preparado para ellos.
—El nudo ha sido atado. Están oficialmente unidos. Que los Dioses les sonrían siempre: Saga de Géminis, puedes besar a tu esposa.
Alfa y Saga se sonrieron, y se besaron. Luego giraron para mirar a todos los presentes quienes comenzaban a aplaudir. En seguida la música volvió a subir de volumen y ambos caminaron alrededor de todos los presentes reunidos. Al terminar el circuito volvieron a reunirse con Shion quien, junto a las doncellas que los habían llevado hasta ahí los llevaron de regreso a la Fuente.
La tradición decía que debían mantener las muñecas unidas por la correa durante todas las festividades, sin embargo, como ambos querían ahora usar ropas normales, en honor a que Alfa había pasado casi toda su vida en el mundo de fuera, Shion fue con ellos para desatarlos únicamente durante el tiempo que les tomara cambiarse de ropas. Los esperó ahí mientras ambos se iban por caminos separados a cambiarse. Después regresaron ante el Patriarca quien les pidió que se tomaran las mano nuevamente para volver a colocarles la correa, que deberían entregar completa y sin cortar cuando regresaran una semana después, luego de su luna de miel.
Los tres volvieron a aparecer en la explanada ante todos. Ya habían re acomodado las sillas y habían sacado las mesas. También comenzaron a servir bebidas. Una nueva ronda de aplausos los recibió al regresar. Fueron a sentarse en la mesa de honor, junto a sus compañeros Dorados, la familia de Alfa, el Patriarca y la Diosa. El festín dio inicio.
Por supuesto hubieron muchas risas, mucha comida, mucha bebida y el par debió acostumbrarse a comer con una mano atada. Para desgracia de Alfa, ella no podía usar la mano derecha. Y por supuesto, ninguno podía ir a ningún lado sin el otro.
Al finalizar la comida los recién casados fueron a saludar y a recibir sus felicitaciones de parte de sus amigos. Hasta Helena estaba ahí, aún con silla de ruedas, porque continuaba usándola cuando debía estar mucho tiempo fuera, pero se la veía mucho mejor luego de ese tiempo y estaba contenta de haber podido ir a presenciar la boda de ese par.
Por supuesto a Alfa y Saga les urgía irse a celebrar en privado, y, aunque no era parte del ritual, sí era una broma bien conocida por todos (luego de que Dohko se los dijera) que los recién casados debían escabullirse sin que nadie se diera cuenta, y el juego consistiría en que todos debían tenerlos siempre a la vista para que no lo lograran y no pudieran irse de la fiesta tan pronto. Así que les tomó varios intentos el lograr fugarse.
Por supuesto se quedaron un rato a celebrar con todos, y para cuando al fin pudieron darse a la fuga, no pocos estaban ya bastante "felices", y la fiesta continuaría sin ellos hasta bien entrada la madrugada.
Alfa y Saga entraron corriendo a Géminis, recogieron las maletas que habían dejado preparadas el día anterior, y un rápido viaje vía portal de Saga los llevó a Paros y a la casa del de Géminis. Ya ahí se dieron cuenta de que el Patriarca era bueno haciendo nudos, así que les llevó un buen rato el lograr deshacerse de la correa que unía sus muñecas. Cuando al fin lo lograron pudieron destapar la botella de champagne que Noah, quien no se perdió de la fiesta, les había regalado. Luego se entretuvieron en otras actividades el resto de la noche.

Quién iba a decirlo, pero el Santuario de Atenea era bueno organizando bodas.

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