De despedidas

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Llevo días pensando en escribir esta mini escena, para darle un poco de cierre a Kanon y a Alfa. No es mucho, pero no quería hacerlo muy extenso, es nada más un punto final a su historia pasada. Espero que les guste.

Alfa Lázcares

De la despedida

Luego de que las cosas se normalizaran en el Santuario, Alfa pasó varias tardes en el Templo de Libra, hablando con el Antiguo Maestro sobre la anterior Guerra Santa y los habitantes del Santuario de esa época. Fue así como Alfa se enteró de la fecha en la que Antheia se suicidó. Esa día nunca había tenido nada en particular para ella, o al menos no que ella recordara. De todas maneras, el día se acercaba, y, además, era antes de su boda. Contempló el decirle a los gemelos, la verdad es que no estaba muy segura de lo que sentía al respecto. ¿Sería muy raro ir a despedirse de ella misma? Le daba un poco de curiosidad volver a ver ese lugar y quería saber también si le iba a dar un ataque de pánico si iba. Al final decidió decirle, al menos, a Saga. Al de Géminis le causó un tanto de aprensión el que la chica quisiera ir, pero por otro lado, como que a él también le daban ganas de ir y presentar sus disculpas y sus respetos a la mujer. De cierta manera sentía que era lo correcto. Accedió a acompañar a Alfa y fue él mismo quien le preguntó a Dohko cuál era la ubicación exacta.
El siguiente paso era decirle a Kanon y preguntarle si quería acompañarlos, así que una tarde se reunieron los tres y ambos le dijeron al gemelo menor el plan. Kanon no estaba muy seguro de qué sentir o pensar al respecto. Por un lado no le afectaba, ni siquiera se le había ocurrido visitar el lugar, por el otro, la voz de Déuteros, muy dentro de sí, como que le decía que sí quería ir. Lo consultó con la almohada y finalmente accedió a ir con ellos.
Cuando llegó el día, bajó primero al pueblo por un ramo de rosas blancas. Una vez de regreso en el Templo de Géminis, tanto su hermano como su cuñada asintieron y sonrieron, era un buen gesto. Saga fue quien abrió el portal que los llevó directamente al acantilado. Por supuesto no aparecieron justo en el barranco, si no algunos metros atrás. Saga miró a su esposa y le tomó la mano. La chica respiró profundamente algunas veces.
Sí, lo recordaba. Sentía claramente que había estado ahí antes. Las cosas en ese extremo de la costa no habían cambiado en lo absoluto. Por supuesto, en los tiempos de Antheia, había pasado muchas tardes ahí, a veces sola, a veces con Déuteros, era uno de sus puntos de reunión. Pasaron noches enteras hablando y observando las estrellas desde ahí, y fue por eso, por los recuerdos en ese lugar, que había decidido suicidarse ahí. Miró hacia Kanon.
El gemelo menor había pasado varias tardes en ese lugar en esta vida. Era uno de esos rincones alejados en los que le gustaba estar para no encontrarse con el mundo. No tenía ni idea, hasta ese momento, de que tenía un significado más profundo. Pero poner un pie ahí, de nuevo, luego de haber visto sus antiguos recuerdos, lo hizo entender. Por supuesto que había pasado mucho tiempo en ese lugar con ella. Su manos sujetaron con más fuerza el ramo de flores entre sus manos. Casi pudo ver a la chica sola, ahí, llorando su ausencia, y finalmente saltando por el acantilado sin mirar atrás. Un nudo se formó en su garganta. Comenzó a avanzar hacia adelante.
Saga y Alfa se quedaron atrás, observándolo. Kanon llegó a la orilla y luego se dejó caer de rodillas al suelo, viendo hacia abajo. Alfa le apretó la mano a Saga un segundo antes de soltarlo y comenzar a avanzar también hacia adelante. Fue despacio, con un ligero temblor en sus pasos. Tragó saliva varias veces antes de decidirse a cerrar el espacio que quedaba entre ella y Kanon. Cuando pudo lograrlo, le puso una mano sobre el hombro y se sentó junto a él, sin soltarlo.
—Lo siento tanto —murmuró él con un nudo en la garganta y lágrimas quemando sus ojos.
Alfa le tomó una mano.
—Lo sé. Pero hiciste lo que tenías que hacer, lo que haya decidido hacer ella después no es tu culpa ni consecuencia de tus acciones. Era muy joven y se sentía completamente sola en este mundo que no entendía. No es tu culpa.
—La dejé sola. Le prometí que yo no lo haría.
—Pero salvaste al mundo.
—Quería salvarla a ella.
—Lo hiciste. Durante todos esos años que estuvieron juntos. Probablemente se hubiera rendido mucho antes si no hubiera sido por ti. Se salvaron mutuamente durante el tiempo necesario. Lo único que podemos hacer ahora es dejarla descansar en paz, también a Déuteros y Aspros. Estamos de regreso y las cosas salieron como deberían esta vez.
—Más o menos.
—Tres vidas para ustedes, pero lo lograron. Tenemos que seguir adelante.
Kanon asintió y se quedaron un par de minutos en silencio ahí. Finalmente Alfa se levantó del suelo y miró atrás. Saga no se había movido del lugar en el que lo había dejado. Le hizo una seña con la mano para que se acercara y eso hizo. Alfa le tomó la mano cuando estuvo junto a ella. Kanon se levantó también, luego le pasó a cada uno una rosa.
—Lo siento mucho, Antheia, por mi parte en este embrollo —dijo Saga en un murmullo antes de dejar caer la rosa.
—Regresamos, pero tienes que dejarme seguir mi camino —dijo Alfa. —Me alegra estar de vuelta en casa, y gracias a ti tengo lo que tengo ahora. Es hora de que me dejes seguir por mi cuenta y espero que te alegre el saber que ahora va a ser diferente. Vamos a estar bien.
Alfa también dejó caer la rosa, luego abrazó a Saga.
—Te amaba. En serio te amaba. Gracias a ti logró convertirse en un Santo Dorado, y gracias a ti pudo cumplir con su deber. De haber podido, habría pasado el resto de su vida contigo, pero pasó contigo todo el tiempo que pudo. Pero Alfa tiene razón, tenemos que seguir adelante. Gracias por todo.
Kanon dejó caer las rosas una por una mientras los otros dos lo observaban. Hacia rato que Alfa estaba llorando, también Kanon. Cuando el gemelo menor terminó, volteó a ver a su hermano, quien le puso una mano sobre el hombro y asintió. Se quedaron ahí, en silencio, un largo rato más. Cuando las lágrimas terminaron, decidieron regresar a casa. Los tres lanzaron un último pensamiento al aire, luego se dieron la media vuelta. Saga abrió un portal que los llevó de regreso a Géminis. Había sido difícil, más de lo que se imaginaron en un principio, pero lo lograron, era hora de dejar sus vidas pasadas en el pasado, y continuar con la actual.

01 Breakout One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora