Cap. 24 (Cap. 5 Temp. 2) Alice

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The Ice Is Broken

Cap. 5

*Narra ______*

Mientras las cosas esas se esfuman, yo me levanto de la cama, trato de abrir la ventana y escapar, pero está sellada.

Me regreso a la cama, después de todo, «¿Qué puede pasar ahora que no pase después?»

Me quedo dormida al instante, sorprendida ante lo cansada que estaba.

Abro los ojos, y por la ventana se filtra la cegadora luz del día.

-Buenos días, linda -Oigo decir al chico de anoche, aunque no me ha dado tiempo de ubicarlo en la habitación-. Dormiste como un ángel.

Veo el espacio que me rodea, hasta que lo identifico: está recargado contra la pared, observándome, trae ropa diferente a la que traía anoche, y está limpio y un poco despeinado.

-¿Qué pasó? ¿Qué hago aquí? ¿Quién eres? -Pregunto, sin dar tiempo de que él me responda- ¿Qué eran esas cosas? ¿Qué...?

-En primera, no me das tiempo de hablar -Interrumpe mi ola de preguntas-. En segunda -se detiene a mirarme de arriba a abajo-, cámbiate y desayuna antes de hacer una pregunta más.

-¿Desayunar? ¿Dónde estoy? -Digo desconcertada.

El me hace un gesto de frustración.

-¿No me oíste? Cámbiate antes de preguntar algo más -Me mira, ladeando un poco la cabeza, como para tener un mejor ángulo.

Después de un rato de su penetrable mirada, se incorpora, se sacude un poco y camina hacia la puerta.

-Voy por algo de ropa -avisa antes de salir de la habitación.

Miro lo que traigo puesto: una camisa manga corta y un pantalón de mezclilla. Tengo calcetas puestas, y por un lado está una sábana que parece ser de seda.

Me agacho y miro debajo de la cama, haciendo que mi cabellera cuelgue y toque el suelo. Al otro lado de la cama están mis converse.

-Ten -Dice Lunares, entrando a la habitación. Me avienta algo negro que, al caer en la cama, parece ser un vestido-. Tal vez te llegue un poco grande. La dueña está un poco... eh... más llena que tú.

-¡Te escuché, idiota! -Grita una mujer desde la habitación por la que viene Lunares.

El miedo me perfora la cabeza: esa voz... es de la chica de mi sueño, quien es idéntica a mi.

Frunzo el ceño, asustada, pero no dispuesta a demostrarlo.

Lunares se acerca y se sienta junto a mi en la cama.

Escucho pasos, tacones contra el suelo. Una mujer entra, efectivamente, la de mi sueño.

La Otra Yo.

-_____, saluda a la patrona -Dice Lunares. La Otra Yo le lanza una mirada sarcástica.

A decir verdad -no es por ser vanidosa-, La Otra Yo no está más llenita que yo: es idéntica. Es mi reflejo, excepto su voz, fuera de eso, podríamos actuar como protagonistas de Juego de Gemelas.

-Ja, ja -Dice, sarcásticamente-. Qué gracioso eres. ______, soy Alice. Tú eres mi Doppelgänger-Dice y voltea la vista hacia mi. Entre cierra los ojos, como burla-. No se si me recuerdas de algún... sueño, quizá.

Giro un poco la cabeza, incrédula.

-¿Te refieres hasta donde me ahorcas hasta la muerte? -Contesto, sarcástica- Sí, creo que te me haces familiar.

Me voltea a ver y me lanza una mirada asesina.

-Ah... ¿Te referias en el sueño donde te besuqueabas con Damon en una fiesta en el Grill? Ahora todo está claro -Vuelvo a decir, con todo el sarcasmo que tengo.

-¿Te besuqueaste con ese idiota? -Pregunta Lunares.

-Bien hecho, _____ -Se molesta Alice-. No fue más que un sueño, Thomas.

«Thomas. Así se llama Lunares: Thomas»

-_____, debes tomar una ducha; estás hecha un asco. Después, desayunarás, te relajarás y nosotros contestaremos todas las preguntas que tengas. Claro, también contestarás las nuestras.

Thomas la mira con odio.

-Perfecto -Asiento relajada-. ¿Dónde está el baño?

Thomas se iba a levantar, pero Alice lo detuvo.

-Ni creas que la acompañaras hasta la ducha -Dice-. ______, sígueme. Te mostraré el baño.

Me levanto y camino detrás de ella. Salimos del pequeño cuarto dónde me tenían. Caminamos por un angosto corredor sucio y mugriento; al parecer nadie vivido aquí por décadas, o la menos, no han limpiado.

Giramos hacia la derecha, después izquierda y nos topamos con una puerta de madera vieja.

Alice toma la perilla y la gira. Miro por arriba de su hombro: el baño es... diferente.

Está limpio, tiene colores elegantes, es grande y...

Y es el baño del cuarto de visitas de mi casa.

-¿Estamos es mi... mi casa? -Le pregunto, desconcertada.

-En parte de ella. Ahora, sé que me vas a preguntar o gritar o lo que quieras, pero primero dúchate y luego hablamos -Me aprieta la ropa contra el estómago.

Me da espacio para pasar y se empieza a alejar por el oscuro pasillo.

Entro al baño, mirando a todos lados; trato de buscar la puerta que da hacia el cuarto de visitas.

Al encontrarla, corro hacia ella, y al tratar de abrirla, me quemo la mano; verbena.

Volteo hacia atrás.

-Creí que habías entendido -Dice Thomas-. Las instrucciones son claras: obedécenos y no te lastimamos.

-Thomas, relaja esos puños -Alice acaba de entrar en la habitación.

Le presto atención a los puños de Thomas: Están apretados contra él, a los costados de su cuerpo. Está luchando contra el impulso de... golpearme.

-Bien. Lamento por tratar de regresar a mi casa, con mis amigos. ¿Acaso creen que esto es normal? ¿Encontrarse con un chico, al despertar de una pesadilla, donde tu padre muere? ¿Y una chica que te asesinó en tus sueños, y que podría ser tu gemela? -Les suelto.

Thomas suspira.

-_____, apúrate. El desayuno está listo -Dice.

-Debes perdonarlo. Es nuevo en esto del... vampirismo. Es sólo su tercer día -Contesta Alice.

-Bien. Ahora, me quiero bañar en paz, ¿ok?

Alice respira profundo.

-Más te vale que no intentes nada.

Y se da media vuelta, con Thomas de la mano.

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Chicas, me fui de viaje a SinInternetlandia y acabo de regresar.

Luego subo los otros tres cap.

Colder than the iceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora