Divorcio

Capítulo 13

Tony besaba al rubio una y otra vez.

Le regalaba pequeñas sonrisas perezosas y una que otra mordida juguetona en la barbilla.

Steve sonreía ante los mimos de su pareja.

—Buenos días. —El castaño le dio un casto beso.

—Buenos días. —Steve le dio un beso en la frente.

La mañana estaba siendo calurosa, pero a ellos parecido no importarles.

Los dos se mantenía acostados, desnudos y con una sabana cubriendo sus cuerpos.

—¿Tienes algo que hacer hoy? —Steve quería quedarse todo el día así.

Estos últimos días, lo habían agotado tanto física como mentalmente.

—Mmmmmmm depende. —El genio le sonrió coqueto—. Si tú me lo pides... Suspendo mi apretada agenda.

El soldado sonrió y sólo abrazo el cuerpo de Tony.

Necesitaban esa tranquilidad.

—Steve.

—¿Mmm?

—Te amo. —Los azules ojos de Rogers miraron fijamente los cafés de Anthony.

—Yo también te amo. —Contestó sin dejarlo de ver.

Tony le dio un beso tierno, sencillo, significativo.

—Cásate conmigo.

El Capitán lo miro con ojos sorprendidos.

El genio esperaba una respuesta, pero esta nunca llegó.

—¿Steve?

—... Tony. —El rubio me sonrió levemente—. Creo que es apresurado.

Anthony frunció el ceño.

—¿Apresurado? —Rogers asintió—. Pero...

—Tony, hemos regresado, pero no vamos a casarnos. —El más bajo hizo un puchero—. Al menos no ahora.

—Tú dijiste que me amabas.

—Y lo hago. —Steve acaricio sus mejillas—. Con todo el corazón.

—¿Entonces?

—Aun tenemos mucho que arreglar. —Continuó el soldado—. No me consta que hayas cambiado.

—Lo hice. —Se defendió el genio.

—Entonces déjame verlo. —El rubio le sonrió con ternura—. Tony, quiero estar contigo y por supuesto que quiero casarme, pero no podemos ir tan rápido... No después de que terminamos tan mal.

Tony pareció pensárselo.

Steve tenía razón... Él haría lo mismo si estuviera en el lugar de su Cap.

—Aun así, no voy a darme por vencido. —Anthony le sonrió grande—. Será mío en toda regla, señor Rogers.

—Eso espero señor Stark.

Esta vez, iban a hacer las cosas bien.

Aun si eso implicaba comenzar de nuevo.

Steve lo beso con hambre.

Le encantaba lo apasionado que podía ser el soldado de América.

—Supongo que esto no me lo vas a negar... —Anthony le dio acceso a su cuello.

—Mmmm jamás... —La sonrisa sensual del Capitán término por derretir sus neuronas.

Sería un día muy largo.