Destiel One Shots (Colección AU)

Sentimientos Mezclados

ADVERTENCIA: ESTE ONE SHOT CONTIENE ESCENAS DE SEXO EXPLÍCITO.  SI ERES MENOR DE 18 AÑOS NO LO LEAS.

Dean era un escritor común y corriente que vivía solo ya que no tenía tiempo para formar una familia. Tampoco era un ladies' man.

Tenía esta rutina aburrida todos los días. Simplemente se despertaba, tomaba café, se comía unos huevos y ponía su culo a trabajar en ese libro.

Escribía novelas sobre asesinos en serie. Porque los asesinos en serie eran geniales, sangrientos y ... un poco sexys a veces ...

Pero aquella noche no lo vio venir. Ni siquiera escuchó al tipo entrar... Y ahora estaba allí, con las manos y los pies atados a su propia jodida cama. Sus ojos fijos en el techo. Y no podía hablar ... tenía la mandíbula sujetada por una mordaza. Estaba sudando mientras  escuchaba esos pasos extraños.

Entonces lo vio. De pie junto a su puerta. Era como una sombra ... una figura muy atractiva, como podía apreciar, Dean se odiaba a sí mismo por pensar en eso en esta situación.

El tipo iluminó la habitación. Y maldita sea… era un ángel. Su cabello oscuro y desordenado hacía de su rostro el más hermoso y varonil que Dean había visto en toda su vida. Sus labios eran tan llenos y rosados ​​y sus ojos… ¡mierda! ¡Sus ojos eran del azul más azul que se podría encontrar! El tipo lo miró como si Dean fuera su presa.

- Hola, vine a matarte -  Dijo el tipo, con una voz tan áspera y sexy que hizo a Dean temblar de excitación. Estaba aterrorizado y embelesado al mismo tiempo. El hombre inclinó la cabeza y sus ojos eran tan intensos: - No me tienes tanto miedo, ¿por qué? Dije que vine a matarte.

Maldita sea ... la polla de Dean se elevaba como el sol en la mañana. El asesino lo vio y se humedeció los labios. 

- Carajls ... eres un pervertido - se rió. Y Dean se sintió tan avergonzado ...

El hombre se le acercó, todavía mirando su erección. Dean estaba confundido.

- Mi nombre es Castiel -  Dijo, fijando sus ojos azules y profundos en los de Dean: - Y vine a matarte ...- tocó los labios de Dean y los acarició.  De repente, le quitó la mordaza: - Puedes hablar ahora -  Ordenó Castiel. Sentado en la cama, al lado de Dean. Su mirada era tan intensa. Dean tragó ansioso.

- ¿Por qué ... por qué quieres matarme? -preguntó Dean.

- Porque soy un asesino en serie ... nada personal ...- dijo. Y sus manos ahora estaban sobre el pecho de Dean. Su erección comenzó a doler.

- Yo ... escribo sobre tu ... clase ...- dijo, y no podía creer que simplemente le estuviera hablando sobre eso. El asesino inclinó la cabeza interesado y le sonrió.

- ¿De veras?- preguntó: - ¿Por qué haces eso?

- ¿Por qué matas gente?- preguntó Dean. Castiel le sonrió de nuevo.

- Porque lo disfruto - respondió.

- Pues, yo escribo por lo mismo.

- Entonces ... es como si estuvieras escribiendo esto ahora mismo.

- Es exactamente como lo escribiría.

- Bueno ... tengo un factor sorpresa para tu- dijo Castiel, mordiéndose el labio inferior y mirando con avidez la boca de Dean. Dean tragó de nuevo.

- ¿Cuál? - preguntó la víctima, y ​​su voz sonó como un susurro.

Castiel se inclinó sobre él y lo besó suavemente, Dean respondió, pero luego el beso comenzó a ser algo apasionado. Cas soltó los labios de Dean. Ambos estaban encendidos.

- Quiero  cogerte. Y tal vez te mantendré vivo conmigo… para follarte tantas veces como quiera - Murmuró el asesino sobre los labios de Dean.

- Hazlo. Todas las veces que quieras - Susurró Dean, mordiéndose el labio inferior cuando vio que Castiel lo soltaba de la cama. Se besaron de nuevo e inmediatamente Castiel tocó la dureza de Dean. Introdujo su mano dentro de los pantalones y bóxers de Dean, y Dean gimió. Cas besó su barbilla y luego su cuello. Luego empezó a bajar, besando todo su pecho, quitándose la camisa. Castiel llegó a la polla de Dean y la besó. Dean dio un pequeño salto y arqueó la espalda de placer. El asesino literalmente se comió su dureza. Y jugó allí un buen rato. Usando su lengua, subiendo y bajando. Dean estaba a punto de explotar.

- ¡Me vengo! - gritó. Y Castiel bebió todo el líquido. Se limpió la boca con la mano y besó a Dean con rudeza.

- Ahora te cogeré tan duro que reclamarás misericordia - murmuró en el oído de Dean, mordiéndolo con pasión.

- Sí, por favor ... hazlo ... cógeme duro -  pidió Dean acariciando el torso desnudo de Castiel. El asesino se quitó los pantalones y luego los bóxers. Y se veía exquisito. Su polla estaba dura y lista. Dean se estremeció en anticipación. Castiel empujó dentro del agujero de Dean, quien sintió el dolor al principio, pero luego se relajó y pudo disfrutar del gran pene de Castiel embistiéndolo, volviéndolo loco. Ese era el mejor sexo que jamás había tenido.

- ¡Por favor! ¡Más durl! ¡Más duro!- Pidió la víctima, llorando de placer. Castiel se inclinó sobre él y lo besó, esta vez tan jodidamente dulce. Maldita sea ... Dean sabía que terminaría enamorándose de él.

Castiel se corrió duro y Dean también. Ambos se abrazaron en la cama.

- ¿Vas a ... matarme ahora?-  preguntó Dean, todavía respirando con dificultad. Castiel lo miró, y acariciando sus mejillas, dijo con una gran y hermosa sonrisa.

- No ... ¿y si te dejo conmigo y tú solo escribes sobre mí?-  Le pidió el asesino. Dean le devolvió la sonrisa y había destellos en sus ojos.

- Me gusta eso.

Y se volvieron a besar.