Estrategia de Guerra

420 32 1
                                    

De acuerdo, eso se estaba poniendo difícil. No había salida. Estaba rodeado de ejércitos, había perdido tantos hombres en la batalla, sabía que este era el final. Una gota de sudor le rodaba por la frente, le caía por la mejilla, tenía los ojos llenos de angustia y respiraba con dificultad.

- Está bien, Dean. Esto no es ajedrez, sabes - Charlie tronó frente a él. Estaban jugando a Risk y Dean estaba perdiendo descaradamente.

- Tengo que pensar, me pateaste el trasero con cada movimiento que hice - exclamó Dean, abriendo los brazos.
 

- Ríndete - dijo Charlie, no impresionada con la dramática actuación de su compañero de cuarto. Se recostó en la silla y se cruzó de brazos.
 

- ¡Nunca! - Dean levantó un dedo hacia el techo. Luego se llevó el puño a la boca, con el ceño fruncido y se centró en el juego de mesa. De repente resopló y se puso de pie: - Me rindo, ¿quieres un café?
 

Charlie resopló una pequeña risa de incredulidad, luego ella también se puso de pie:

- Claro - dijo cuando alguien llamó a la puerta. Ambos compañeros de cuarto intercambiaron miradas de desconcierto.

¿Quien podría ser? Estaban en las vacaciones de invierno y la Universidad estaba casi vacía. Todos sus amigos estaban con sus familias, no Charlie porque ella era una niña rebelde, lo mismo con Dean, la idea de compartir sus vacaciones con su no adorable cuñada Amelia, no era tan atractiva.
 

- Yo iré -  decidió Dean, abrió la puerta y su boca cayó al ver a un hermoso ángel con hermosos ojos azules, cabello negro salvaje, labios rosados ​​y pecadores y una piel bronceada perfecta. Dean pensó que tal belleza era imposible, así que tal vez era irreal.
 

El chico sonrió incómodo:

- Hola, soy… Castiel… Castiel Novak, tu nuevo vecino, solo intenté… quería -  Dean era una piedra sólida bloqueando la entrada, sus ojos enfocados en esa aparición celestial. Pero ... no estaba respondiendo, no se movía en absoluto.
 

Charlie notó esto, y fue al rescate, casi saltó frente a Castiel, tratando de pasar entre la puerta y su petrificado amigo:

- ¡Oye! ¡Hola Castiel! Bienvenido, mi nombre es Charlie - sonrió con cariño, ofreciéndole la mano. Cas lo tomó y le devolvió la sonrisa.
 

- Hola, es un placer - dijo, Dean parpadeó, ahora sabía cómo debería ser el sol si brillaba frente a él.
 

- Ahm ... - Charlie miró de reojo a su amigo - Y este es Dean, mi compañero de cuarto -  señaló, dándole un leve puñetazo en el pecho. Dean reaccionó y le ofreció la mano al recién llegado.
 

- Bienvenido, Cas… tiel…- frunció el ceño ante su propia forma rara de saludar.
 

Cas se rió entre dientes e inclinó su rostro, Dean tragó saliva, era un verdadero Adonis.
 

- Cas está bien - dijo luego, cruzando sus azules con los verdes de Dean.
 

Charlie sonrió con picardía al ver eso, luego se aclaró la garganta y preguntó:

- Está bien, Cas, ¿te gustaría venir en un par de horas a nuestra casa y beber un poco de cerveza?
 

- Oh, me encantaría -  el hermoso hombre volvió la cabeza para responderle con otra sonrisa brillante. Dean tragó.
 

Destiel One Shots (Colección AU)Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora